Cuadernos de Japón: posadas y viajeros

Hoy llegamos al penúltimo capítulo de esta serie de documentales. Espero que esa culturización vaya viento en popa porque ya queda poco para terminar XD


Entre los siglos XVII y XIX la carretera de Tokaido, que une Tokyo y Kyoto por la costa del Pacífico, fue la vía de comunicación más importante del país. En ese tiempo, Kyoto perdió su condición de capital en favor de Tokyo, entonces llamada Edo. El Emperador vivía en Kyoto, mientras que el nuevo líder militar del país, o shogun, se asentó en Edo. Los nobles de Kyoto debían dejar un familiar en Edo como rehén y vivir allí cada dos años. Su ir y venir entre la antigua capital y la nueva, junto con sus soldados, sirvientes y mercaderes, hizo de Tokaido la carretera más transitada del país. Para evitar los ocasionales peligros del camino, surgieron guías que informaban sobre el precio de las posadas, el mejor punto para vadear ríos o los lugares que visitar. Se tardaba entre 12 y 13 días en recorrer caminando sus 600 kilómetros y todavía se encuentran rastros de aquel camino en los bosques, que son preservados cuidadosamente. El pintor Hiroshige inmortalizó las 53 estaciones de la carretera de Tokaido, donde las posadas daban comida y refugio a los visitantes. Algunas aún están abiertas y cada tarde sus sirvientas preparan el furo, los baños de agua hirviendo que aterrorizaban a los viajeros extranjeros.

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