Koukyuu no Karasu

AÑO 12



Esta semana nos vamos de putes, Diegu, gallu, con…


>Koukyuu no Karasu (A.K.A. Raven of the Inner Palace) (BN Pictures, 2022, 13 CAPS)


Para quién no entienda la referencia de las putes, el gallu y qué pinta Diegu en medio, os podéis pasar por el mítico vídeo. ¿Y por qué tenemos por medio a la chavalada que vende su cuerpo a cambio de algún beneficio? Porque en la historia que tenemos esta semana entre manos, las consortes hacen aparición.

-Dani, las consortes no siempre se acostaban con el señor de turno.

En efecto, solo se acostaban cuando a él le interesaba. Sino, un palazo en la cabeza y a buscarse a otra. Y no es porque lo diga yo, es porque era así. Bueno, más o menos. Lo del palazo era opcional porque había otras maneras de librarse de un "estorbo" como era el de una cortesana que no quería "abrir las puertas de su local", más si cabe cuando éstas tenían grandes beneficios y ventajas sobre otras mujeres (y hombres) que rodeaban al noble/monarca/emperador de turno.

Quitándonos de referencias históricas puteriles, hay algo más importante de lo que hablar en esta entrada. Un nuevo estudio hace aparición ante nosotros: BN Pictures (también conocido como Bandai Namco Pictures) es un estudio nacido de parte del personal de Sunrise. BN Pictures se han querido encasillar para la creación de contenido para niños y también con contenido familiar, algo muy lógico cuando tenemos una serie donde hay mujeres que se dedican a no jugar al parchís ni contar 20 cuando la comen. Bueno, esto último no está del todo claro.

Pero no solo de consortes vive BN Pictures, tiene trabajos como Mairimashita! Iruma-kun, Aikatsu Stars! o Gekijouban Aikatsu Stars!, series donde el target está claramente dirigido a los críos. ¿Qué pinto entonces aquí? ¿Es que me he cansado del ecchi? Jamás tal cosa. La razón por la cuál Koukyuu no Karasu está entre nosotros esta semana es gracias a su portada en AniDB, una imagen donde la estética prima por encima de cualquier cosa y donde la ambientación palaciega en la China dinástica hace que me atraiga como las polillas a las farolas de la calle. ¿Me acabará gustando o se convertirá en otra trampa de miel donde la hermosura ha conseguido que me dé de bruces con un bodrio? Quién sabe, lo veremos a continuación, después de la publicidad...


>Sinopsis

Ryuu es una concubina imperial que nunca ha sido llamada a los aposentos del emperador y no es porque la chavala no esté aparentemente bien. Con 16 años y una cuidada apariencia, a cualquiera le apetecería un roce con ella. Sin embargo, ciertos rumores sobre ella pesan más que su estética, por eso vive apartada dentro del recinto palaciego.

-Cada vez que mi mujer la caga-

Algunos hablan de ella como de una anciana que sabe usar magia capaz de prácticamente todo. Sin embargo, uno no puede dar por hecho un rumor si no lo tiene delante, así que el nuevo emperador Ka (sí, podría haber hecho el chiste con el modelo de Ford, pero quedaba pequeño) la visita para pedirle ayuda acerca de un misterioso pendiente.

No obstante, y aunque se niega al principio, uno no puede dudar en que, si una chica joven está enfadada, una de las maneras más fáciles (y efectivas) para que se le pase la caprichada y que pueda acabar en polvo es invitarla a comer uno de sus platos favoritos. Y el emperador no es tonto, así que consigue su colaboración con unos
bollitos calientes.


>Guion, narrativa y tratamiento de personajes

A ver, que lo de los bollitos calientes es al principio de la serie, luego ya le va ofreciendo otros dulces para ir encandilándola. Que no digo que no funcione. Me sé de un caso de primera mano (no por mi parte), de una amiga que en su trabajo recibía algún dulce que otro por parte de un compañero. Nunca hubo problemas, ni malas formas, ni abusos ni micromachismos (para que las charos estén contentas). No obstante, un día, esa amiga se dio cuenta de que estaba cayendo en la trampa de miel (nunca mejor dicho) para dejar a su actual pareja y empezar a sentir algo por ese compañero. Dos meses estuvo el pagalacasitos dejándole chocolates, caramelos y otros chucherías para encandilar. Y no dudo en que, de haber pasado otros dos, esa amiga empezaría a dudar en cambiar. Ojito con los dulces, que los carga el diablo, y después no quiero lloros con la polla dentro. Sabéis de sobra que no se puede desculiar

Tras esta aclaración más que necesaria (alguno dirá que no, pero no le hagáis caso, que los chismes siempre sientan bien) me pongo manos a la obra con el análisis. Koukyuu no Karasu intenta ambientar las intrigas palaciegas si en dicho palacio solo existiesen menos de 20 personas y solo se dedicasen a las tonterías de ambos protagonistas. Nada de conspiraciones, ni magnicidios, ni asesinatos, ni robos ni líos de cama. Un palacio aburrido donde la Jennifer Love Hewitt oriental solo se preocupa de los fantasmas que hay a su alrededor y de dudar acerca de su destino.

Tampoco es que me guste ser tan duro con mis palabras en los análisis, pero es que antes de llegar a la mitad de la serie, la tónica general está más que clara: 
  1. Alguien (normalmente el emperador) va a pedirle ayuda a la protagonista, también conocida como la Consorte Cuervo.
  2. Resulta que (oh, sorpresa) hay algún espíritu por medio.
  3. La consorte decide ayudar.
  4. El espíritu coge camino hacia el paraíso.
  5. Vuelta a empezar lo mismo en el siguiente episodio.
-Cuando en la antigüedad mandaban una fotopolla-

Y así, hasta que algún guionista medio espabilado se da cuenta que necesitan algo más, como una nueva intriga de asesinato contra uno de los personajes habituales para que la cosa intente fluir. De la misma manera en que los iluminaos intentan arreglar una relación sentimental que está para acabarse teniendo un hijo. ¡Claro que sí, subnormal!

Tampoco es que haya mucho más donde rascar. Si la esperanza es que los personajes levanten el panorama tan desolador, ya os aviso que no, que se han unido al lado oscuro de la narrativa y son igual de previsibles que la trama. Tampoco os voy a desvelar nada a mayores en esta parte, que para eso ya está el apartado del listado de personajes, pero leyéndolo os podéis hacer una idea de cómo de simples llegan a ser, sin apenas evolución según avance la historia. Quizás algún pequeño cambio en la actitud, aunque acaban siendo pequeñas pinceladas en el inmenso mar de la monotonía.

Y eso que estamos ante una serie que toca géneros que ofrecen mucho margen de maniobra, como son el drama y la fantasía. Sin embargo, aunque el campo sea extenso, los del estudio han decidido acampar debajo de un árbol y quedarse ahí a dormir la mona hasta que se les pase la resaca de sake barato. El detalle es que en este caso, el pedo es tan grande que roza la sobredosis y acaba siendo como mi cuñado, que sabes que cuando la cosa está tranquila, el tipo la ha cagado y la mierda no lo salpicará hasta que se descubra el pastel y acabe hasta el cuello.

Por eso duele tanto que se haya desaprovechado una historia tan buena como son las intrigas palaciegas en la China dinástica, con batallas, magias y enredos de todo tipo, incluidos los del tipo romántico, para darle más fuerza a todo lo que vemos en pantalla. No obstante, eso debía de darles mucho trabajo a los guionistas y prefirieron tirar por lo sencillo, recoger la historia basada en la novela ligera escrita por Kouko Shirakawa. ¿Esto es algo bueno? Podría ser, pero claro, si os gustan las historias aburridas estilo Entre fantasmas. Por eso no tendremos apenas cambios en un guion donde la evolución narrativa está limitada a las mismas trazas con las que nos encontramos en los avisos de los envases de los alimentos.

Respecto al final, poco que decir. No quiero desvelar nada porque, posiblemente, a alguien le apetezca ver la serie y no es tan deplorable como para reventar el final solo para ahorraros unas horas de vuestro tiempo que malgastaríais zurrando la entrepierna. Pero claro, de algo tengo que hablar y no quiero dejaros con tantas ganas. O posiblemente sí, porque tras la ideaca del final de temporada para meter algo de novedad en el guion, el desenlace está más que forzado, por no mencionar que uno debe de estar mal de la cabeza para hacerlo, pero claro, tampoco le pidamos milagros a esta gente. Por hacer un símil, es como intentar poner un zapato con calzador, pero no de la forma habitual, sino que el calzador lo han introducido por el gaznate y están intentando meter el zapato en el pie desde dentro. Así salió.

-El patrimonio es de todos, quema tu parte-

>Listado de personajes

>Ka Koushun. Es el emperador. De primeras lo vemos recuperar el trono, espada en mano, seguido de un montón de soldados. Luego pasa a ser un emperador al que no le gusta la fiesta nocturna entre las piernas de sus concubinas, pero sí leer libros e investigar sobre todo lo que tenga a su alrededor. Está un poco obsesionado con la Consorte Cuervo, dado su desconocimiento sobre ella, pero no queda claro si es que siente algo por ella o solo es un capricho temporal mientras no se le pasa el gusanillo de la curiosidad.

>Ryuu Jusetsu. Es la Consorte Cuervo. Esta concubina no tiene la obligación de restregarse con el emperador y está condenada a vivir sola hasta que aparezca una nueva joven que la sustituya en el momento en que muera. Jusetsu estaba tranquila mientras estaba sola, hasta que, poco a poco, se le ablanda el carácter y empieza a acoger personal del palacio para que no se sienta discriminada, aunque muchas veces obligada por el propio emperador. Tiene un carácter variable, hay veces en las que está tranquila, otras veces furiosa o inquieta, pero cuando aparece el emperador, le aparece el tsundere que tira para atrás.

>Eisei. Es el eunuco que acompaña en todo momento al emperador. Otra cosa no, pero hace bien de sombra. Tiene un carácter bastante serio y reservado y noto, al igual que con los siguientes eunucos que vaya a mencionar, un cierto parecido físico y también en personalidad, como si no se hubieran esforzado en darle una etiqueta a estos muchachos además del color del traje.

>Onkei. Acaba siendo el guardaespaldas de Jusetsu, aunque no por petición propia de ella. También tiene sus funciones de informante hacia el emperador y hacia Eisei. En personalidad se le parece a este último y solo se diferencian en el color del traje y en la cicatriz de la cara de Onkei.

>Tankai. El último de los tres eunucos habituales. Éste llega a ser un poco más risueño que los dos anteriores y le gusta hacer algún comentario informal o alguna broma puntual. También en el aspecto se distingue un poco, como en pelo algo más alborotado y en el traje de color azul, pero nada más.

>Ishiha. Es el eunuco más joven. Fue adoptado por Jusetsu debido a que su maestro lo abandonó a su suerte tras un encuentro intenso con ella. ¿Sexo? Ya le gustaría, pero parece que los hombres allí tienen un recorte a la altura del arco del triunfo. Esto hace que me pregunte… ¿se les tiene que llamar niños o ya son niñes?

-Pedazo superpoder el de adivinar el pasado-

>Jiujiu. Es una joven que trabaja en la oficina de escritos imperiales, donde sufre acoso por parte de una de las veteranas. Tras una ayuda mútua entre ella y Jusetsu, acaba trabajando en el palacio de la consorte Cuervo.

>Shinshin. Un personaje que bien podría sobrar porque no tiene más utilidad que al final, pero como tiene peso en la trama por ese motivo, tocará aguantarse. En el resto de la serie, solo se dedica a cacarear y a chillar de tal manera que tendrían que pasarlo por el cuchillo para meterlo en la olla y hacer una buena sopa.


>Animación y sonido

Uno de los cambios más destacables, respecto a la última serie que analicé en el blog, Hachimitsu to Clover, está en la calidad. Vale que sí, que hay unos cuantos años entre medias (16 para ser exactos desde la segunda temporada), pero aun así, se nota muchísimo. Y eso no lo digo por mal. Ya sabéis de sobra que todos somos hijos de nuestro tiempo y, si todavía no sois subnormales a un nivel más profundo que la implosión del Titan de OceanGate, ambientarse según la época es lo mínimo para no parecer hijo de dos hermanos.

Las limitaciones que tenía J.C.Staff a mediados de los años 2000 se compensaban con otros aspectos, como un abuso sostenido de los primeros planos, además de recursos narrativos más interesantes como el de marear la perdiz hasta que se muere de vieja. En esta ocasión, la calidad aumenta a niveles que prácticamente la humilla y es por eso que el patrón común en las escenas es un plano abierto, aunque no mucho, con una constante en que se vean los personajes, por eso casi siempre estarán de pie en un paraje superdetallado.

Y en un símil, imitando a Galileo Galilei antes de morir, digo: "y aún así, sigue siendo una basura". ¿Y por qué me arriesgo a semejante puñalada por la espalda en el portal de casa? Pues porque no todo es belleza. Si hasta la gente que tiene parejas guapísimas le ponen los tachos con otras personas, básicamente porque son retrasados (sean los guapos o los que engañan). Por eso, aunque tengamos una calidad abrumadora, no habrá mucha salsa donde mojar el pan. Y la salsa que ofrecen tampoco es que sea una cosa del otro mundo.

La estética está bien cuidada, con un buen detallado en los personajes (aunque no en el movimiento de los mismos) y en el escenario. Eso sí, se nota que los personajes los han pegado por encima y no están tan integrados como en otras series. Pero este último aspecto es para repelentes como yo que les saca punta a todo lo que tengan delante. Auque no es el único fallo en la animación. La escena de tirar la infusión a la cara del emperador es para ejecutar a alguien sin juicio previo.


De todas formas, también se han esforzado en darle una vuelta a la narrativa estética cuando hablan de una historia pasada de algún personaje. El dibujo cambia a una mezcla entre las marionetas y las sombras chinas, aunque en esta ocasión la ejecutan con colores. El resultado es muy llamativo y casa a la perfección con el ambiente oriental (porque recordad que está situada en la época de las dinastías chinas).

En cuanto al audio, no tengo pegas al respecto. Una gran calidad en el doblaje que está por encima del nivel de la animación (y ya es decir). Tendremos mucha ambientación musical, con temas instrumentales y ciertos efectos, cuando las magias o los pocos combates hacen aparición.
  • OPENING: Mysterious es el tema que nos daría la bienvenida en cada capítulo, si se mostrase nada más empezar, pero normalmente no será así. Pasados unos pocos minutos del comienzo, cortará una escena inicial para dar continuación al relato. El grupo Ziyoou-vachi pone voz en este tema y cuyas colaboraciones no se reservan únicamente a este anime. También los tendremos en series como Tokyo Ghoul:Re, Dororo, Chainsaw Man u Oshi no Ko.
  • ENDING: En contrapartida al listado de series que tiene el grupo de la apertura, Krage es una cantante con una única participación en series de animación japonesa. En esta ocasión canta Natsu no Yuki, un ending que dejará paso, en algunos episodios, a unos segundos de intriga palaciega, pero no siempre será así. Lo que sí es una sorpresa es que, en el episodio final, tanto opening como ending intercambien posiciones para dar un toque de frescura antes de poner fin a las historias que ocurren dentro del palacio.


LA NOTA:

Y es que hemos tenido que pasar por todos puntos anteriores para poder sacar conclusiones a este anime que, en un primer momento, me llegó a llamar la atención, no solo por la imagen promocional, sino también por unos primeros capítulos que dejaban entrever mucha temática interesante. No obstante, lo bueno a veces no suele ser tan interesante como lo pintan, al igual que aquel bomboncito de 50 años con dos centímetros de pintura en la cara para restarse la mitad o ese malote fibroso y tatuado que te contagió de SIDA, las cosas atractivas no siempre son como parecen. Si se lo han trabajado con esfuerzo, dedicación y buenas maneras, va a merecer la pena, pero claro, eso solo lo podemos confirmar una vez nos lancemos a la piscina.

En esta ocasión, tiene agua hasta la mitad, aunque está verde y huele a ciénaga que tira para atrás. Seguro que algún gracioso está pensando en su casa que tendrá la famosa ameba comecerebros, pero por esta vez no hay nada de ecchi barato ni de hentai que nos deje ciegos durante unos minutos. Cierto que de primeras entra fenomenal, sin embargo, con el paso del tiempo vemos una repetitividad agonizante que nos aburre preocupantemente. Los guionistas intentan corregir este mal con ciertas técnicas conocidas como la de meter personajes secundarios para ir variando algo el interés de quién está frente a la pantalla o metiendo enemigos que salen de la nada y que van a matar por la simple razón de "porque sí". Y eso, como podéis entender, no va a ninguna parte (o, al menos, no a una buena).

Los personajes se encasillan a sí mismos en sus propias actitudes y no les apetece cambiar de situación, se vuelven monótonos a la vez que lo hace la propia serie. La confirmación de esto está en el final, cuando los vemos luchando de maneras que no imaginábamos. Técnicamente está bien, hasta que los personajes tienen que moverse (ya sean con ataques, corriendo o mismamente, lanzando objetos), por esa misma razón, los solemos ver de pie y estáticos en los escenarios. A nivel de audio está bien, sin quejas por mi parte.

Por todo esto, Koukyuu no Karasu alcanza la D en nuestro sistema de valoraciones. ¿Y la recomendación? Pues el ron Plantation XO 20 Aniversario, que baja como el agua y está buenísimo. ¿Qué? ¿Hablabais de la serie? JajajaNO.

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