Final Fantasy: The Spirits Within

AÑO 1



Esta semana andaremos a vueltas con los "enemigos" de Pac-Man en...

> Final Fantasy: The Spirits Within (Square Pictures, 2001, Película)

Damos comienzo este 2015 con el primer análisis del año. También decir que es un "estreno" el nuevo diseño del blog, tocaba renovarse un poco, así que decidimos pasar por quirófano. Pero no nos desviemos del tema, hoy toca analizar una película de animación: Final Fantasy: The Spirits Within (a partir de ahora FF:TSW para ahorrar teclado). No me ha supuesto un reto mucho mayor, comparándolo con las series que analizo, sino todo lo contrario, el menor metraje ayuda a la concentración de todos los aspectos, sean buenos o malos. Y como estamos en el mes de enero, con la crisis y la maravillosa cuesta, empezamos con uno malo.

Si pensáis que ya me voy a meter con los errores de guión, fallos en los personajes o cualquier "tontería" que encontré por ahí escondida, os equivocáis. Hoy vamos a aprender lo que pasa cuando mandas hacer un análisis de mercado a un chapuzas y te dice que "todo bien, tira pa'lante".

¿Análisis de mercado? ¿Qué es eso?

Eso, señoras y señores, no se come, pero se utiliza para comer. No me estoy refiriendo a esa cuchara o tenedor extraños que nos ponen cuando vamos a comer a un restaurante de lujo en dónde hay que levantar el dedo hasta para mear. Me refiero a comprobar si el mercado en dónde vas a vender un producto (sea un mercado local, regional, estatal, continental o mundial) se muestra receptivo o interesado en lo que vas a vender. Pongo unos pocos ejemplos. ¿Alguno de vosotros vendería hielo en el ártico? ¿Qué tal si nos ponemos ahora a vender móviles al estilo Nokia 3310 con teclado físico, sin internet ni cámara de fotos en Europa? ¿Alguno vendería peines para calvos? Es esto a lo que me estoy refiriendo.
¿Se equivocaron al crear la película de FF:TSW? Sí y no. Sí, por alargar un proyecto demasiado tiempo y que los costes se disparasen hasta los 137 millones de dólares USA y por tener que cambiar de equipos de procesado de vídeo y empezar de nuevo la edición de la película. No, por crear un punto de inflexión en las películas de animación con unos resultados verdaderamente asombrosos y generar un debate en el cuál hasta se ponía en duda el futuro de los actores reales.

¿Qué sacamos de todo esto?

Alguien tenía que dar el primer paso. Igual que el Hombre llegó a la Luna, alguien tenía que dar un golpe encima de la mesa de los estudios de la animación y evolucionar la forma de hacer las cosas. Tantear el mercado, lo llaman. Y vaya si lo tantearon. Como decía más arriba, el coste de la película se disparó hasta los 137.000.000$ a causa de cuatro años de reescribir guiones, rediseñar personajes, cambiar equipos de edición y recomenzar el proyecto. Esto no importaría si el beneficio fuese interesante, no obstante, no fue así. En taquilla, sólo obtuvieron poco más de 85 millones (sigo hablando de dólares USA) que no dio para cubrir los costes de semejante proyecto. A todas luces un fracaso económico, mas no técnico ni en la animación.

Ese realismo, ese detalle y saber hacer se adaptó muy bien en películas para la animación en 3D. Maravillas visuales como Transformers, El Señor de los Anillos o Avatar son los resultados de hacerlo muy bien (técnicamente hablando, repito), además de contener los gastos al utilizar escenarios/actores reales en una parte de las mismas. En FF:TSW, al contrario, todo fue por ordenador, sin utilizar actores con sensores de movimiento en los personajes ni escenografía real grabada sobre croma para adaptarla a las escenas finales. Todo se resume en un uso de técnicas antiguas para un producto moderno, con el consecuente gasto elevado que acarreó.
-Espero que nadie se dé cuenta que salí con el pijama-

Pero quitándonos de facturas, vamos a por otro punto en el que dejó una impronta destacable: los actores. Tan "reales" fueron entonces la imágenes que muchos pensaban si una máquina podría sustituir a un actor en el futuro; siempre y cuando la animación, el aspecto y la actuación fuesen lo más realistas posible. Teóricamente sí podría ser así, no obstante, y de esto sabe Toyota, un humano resulta más eficiente que una máquina en ciertos aspectos. Las artes escénicas es uno de estos mundos en los que las máquinas intentan adentrarse, pero son incapaces de quedarse de forma permanente y sin dar problemas ni dolores de cabeza. Alguno dirá que sin las máquinas no llegaríamos a donde estamos, cierto es, pero eso no quita que una máquina no necesite a un humano para manejarla. Con todo esto quiero decir que si no hay una eficiencia en ahorro de costes o de tiempo en una tarea, la máquina no cumple con los paradigmas establecidos y deberá ser desechada. Por eso tuvieron que eliminar los primeros equipos que adquirieron y comprar otros nuevos para rehacer la película, quedaron obsoletos.

¿Hicieron bien?

Si vemos la factura desde luego que no, pero si comprobamos el resultado, sin dudarlo, es lo mejor que pudieron hacer. Tras visualizar dos veces el film, puedo decir, sin ningún miramiento o ápice de duda que la película podría ser estrenada el día de mañana en los cines y no se notaría apenas la diferencia con el resto de películas animadas realizadas en este año. Parece que no ha pasado el tiempo por ella. Sigue teniendo un aspecto visual soberbio, fantástico y que nos dejará con la boca abierta con los paisajes y escenarios. Los colores, el movimiento o los brillos siguen estando bien a pesar que hace 13 años se estrenó en los cines de todo el mundo. ¿Y los personajes? Están casi perfectos, pero no olvidemos que sin sensores de movimiento, el caminar, los saltos y la forma de hablar está un poco mermada, sólo un poco. Comparándola con Avatar y sus sensores de movimiento, queda un paso por detrás, no obstante, no es mala para nada en absoluto.

Continúo hablando sobre los personajes, pero ahora dejando atrás el aspecto físico. Paso entonces a su interpretación. Todos están bien diferenciados, teniendo una forma de actuar y una personalidad bien definida. Los que hacen de buenos son acordes con la realidad porque no caen tanto en los clichés del bueno muy bueno, como los superhéroes del cómic de mediados del siglo XX. Los que hacen de malos, más bien el más malo, lo quisieron hacer tan tan malo, que la estupidez se hizo dueña de él. Conforme avanza la película, sus acciones no tiene sentido ni lógica, sólo parecen interferir en las acciones de los "buenos" para destrozarles los planes (y ya de paso llevarse por delante unas cuantas víctimas colaterales). También he de añadir que el doblaje al español del malo es fantástico, el mejor personaje doblado de la película. La voz consigue convencernos que realmente es así. No pasa con los otros personajes, en los cuales el doblaje está bien, aunque con algunos momentos vergonzosos como unos sollozos con la cara de póker para hablar segundos más tarde como si no pasara nada.
-¡Control de alcoholemia! ¡Control de alcoholemia!-

Pasamos ahora a hablar del guión. Para una película de 101 minutos está bastante bien, aunque tiene una muy mala profundidad. No indagan en la historia, sólo cuentan lo que está sucediendo y pocas son las referencias al pasado. De los personajes, no sabremos casi nada de ellos y para los adictos a las series de anime como todos nosotros, esto nos será insuficiente. Sin embargo, la historia es la que es y está bien tratada. Si los guionistas decidieron contar sólo lo que está sucediendo, lo hicieron bien, aún así, lo ideal sería profundizar. Aunque también lo ideal sería hacer una serie de anime de corta duración con 12 episodios usando el mismo argumento, ahondando en la historia como deberían hacer. Desconozco el porqué no se les ocurre a estos japoneses hacerlo si tienen la historia sin desarrollar. Hasta el único personaje que se siente protagonista es Aki, el resto parece que intentan salir del la sombra de los secundarios sin conseguirlo por completo.

Para terminar voy a dar una de cal y otra de arena. En el DVD está la película (oh, lumbreras, gracias por informarnos), además de varios extras como una versión comentada por cuatro de las personas más importantes que realizaron el film: Sakakibara (co-director), Hayashida (supervisor de secuencia), Noguchi (supervisor de fantasmas) y Maruyama (decorados y atrezzo). Digo esto porque me encantó la cantidad de detalles en la producción de la película con los que nos van deleitando como, por ejemplo, que Aki pisa un bebé alienígena en la primera escena; la fecha del 13 de diciembre cuando Aki graba ese sueño, es el cumpleaños de la mujer del director o que existieron 50 versiones de guión diferentes con personajes que en la versión final no aparecen.

Bien he aquí la de "arena", ahora viene la de cal. No existen muchos errores fragantes en la historia, pero hay unos pocos que claman por su atención. El primero de ellos sería una situación dramática, rodeados completamente de fantasmas y sin posibilidad de defenderse con éxito. ¿Qué hará nuestra protagonista? Pues una siesta, seguro que para aclarar las ideas. Otro detalle que no encaja está en la versión doblada al español (de España, desconozco si la latina tiene este mismo fallo) y también está protagonizado por Aki. Os pongo en situación, recordad un momento muy triste y conmovedor, que ponga voz de estar llorando y a punto de caerle hasta los mocos, pero en la imagen nada, con cara normal y sin soltar una lagrimita. Luego se pone a hablar como si no hubiera pasado nada antes. Y para terminar, dejo la mejor. Imaginad una batalla campal de soldados con armas de asalto y munición hasta arriba, ¿oís los disparos? Yo nos los oí, prefieren matarse a golpes.
-Eh... ¿La nota? En el blog de al lado-


LA NOTA:

La película es fantástica, de gran calidad y muy actual a pesar del paso de los años. No obstante, peca de una pobre profundidad de la historia y en algunas situaciones la lógica no acompaña para nada en absoluto, además de ese comportamiento del que hace de malo. ¿Qué se merece? Una C y un sello de RECOMENDABLE para pasar una tarde de manera agradable.

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