Prison School

AÑO 4



Esta semana descubriremos qué pasaría si Barbijaputa vuelve al Instituto con…



> Prison School (J.C.Staff, 2016, 12 CAPS)


Va a arder Troya y la culpa será mía, cómo no. Todo gracias al follonero del blog. Pero no os preocupéis, que pongo carita de niño bueno como hace mi heredero y se le pasa el cabreo a todo el mundo. Al menos ése es mi plan, un plan perfecto, sin fisuras. Como la recuperación económica de España XD

Bien, llegados a este punto ya podemos decir otra vez eso de "otra vez J.C.Staff por aquí", más es normal tras un año, el 2016, en el que no sé analizó ningún anime de este estudio. Otro plan magnífico y sin fisuras (y sin lógica, cómo no) que se me ocurrió una tarde de birras con el presidente. Algunos dirán lo de "una y no más, Santo Tomás", pero recordemos que Bones está apartada de mí hasta nueva orden por las basurillas que fue dejando por el camino. Y yo tan contento. No obstante, vamos a ponernos serios por un momento.

Aunque no me lleve mucho tiempo mantener la seriedad antes de ponerme en materia, quiero hacer una reflexión previa la sinopsis. Pensad, y no estoy bromeando, cuándo fue la última vez que os reísteis hasta casi dejar de respirar. Da igual que fuera con una serie de anime, con una serie de televisión, con una película… Haced memoria. Yo lo tengo claro: con un episodio de Mr. Bean, cuando hacía la mega-compra en los grandes almacenes y tenía que conducir sentado en el sofá que había colocado encima del techo de su inseparable Mini. De aquella, hará unos 20 años, aproximadamente. Si alguno o alguna se piensa que desde entonces no me he reído, se equivoca, pero nunca alcancé aquel nivel. Quizás se acercó cuando, en una excursión del instituto, una ola traicionera quiso empaparnos a toda la clase en la playa de Riazor, pero fue un instante de pocos segundos. Por cierto, un saludo desde aquí a Javi por haber bailado la muiñeira en aquel momento cuando el agua le llegaba por las rodillas. A dónde quiero llegar, no me había reído tanto como por entonces… hasta ahora. Cómo diría un ex compañero de trabajo, Lolo, "qué hartá de reír".


-No me acuerdo de esta asignatura en el instituto-

Y no es mentira. Eso sí, ya quiero avisar antes de lanzarme al ruedo del análisis, las reacciones en la serie están sobre-exageradas, con expresiones faciales, acciones y frases que solo aparecerían en nuestra imaginación, ya que por la boca ni de coña. Es por eso que, tras tantos golpes y palizas, los protagonistas acaben sangrando como cerdos o que los moratones y rasguños sean abundantes como la fruta en las parcelas de Don Simón. A mayores también existe otro detalle que, a primera vista, llama la atención, no solo por seguir a rajatabla lo anteriormente mencionado, sino que también es un tema que, a día de hoy, se tacha de polémico, al menos en una sociedad que ya empieza a tener en cuenta los micro-machismos. Eso no es otra cosa que el ecchi over nine thousand. Que me lo expliquen, porque tanta carne al aire no puede ser bueno, ni siquiera para el más pajillero. Aunque siga el patrón de exageración, me sigo preguntando si pasaría lo mismo si las chicas estuvieran más tapadas, con esto quiero referirme a las situaciones en pantalla y las reacciones de los espectadores. Mi instinto piensa que no, sin duda alguna, pero ¿tendría esa etiqueta de exagerado qué tanto puede gustar? Casi seguro que no, sin embargo, ya sabemos de una serie que tiene dos versiones a propósito: una censurada (incluidas determinadas palabras) y otra sin censurar, igual de interesante y divertida. Esa serie no es otra que 30-Sai no Hoken Taiiku. Aunque no tiene tanto pechamen ni matricula al aire, el concepto de "recato" podría ser una opción a sopesar.

En fin, según gustos, como los argumentos de las series. En este caso topamos con una serie de instituto, y no voy a decir "otra más" porque no se parece a otra ni por asomo, en la cual el centro Hachimitsu, antaño femenino, abre este año sus puertas a los humanos con "pinrel" cómo diría mi tatarabuela, vamos, que se convierte en un centro mixto. Y en ese estreno tenemos a cinco muchachos con ganas de "estrenarse" entre tanta chica (recordemos que en los animes no existen las chicas feas), pero que no tienen en cuenta las normas morales y de respeto al otro sexo, por lo que, a la primera que intentan hacer de las suyas, son detectados por el Consejo Estudiantil Clandestino, un grupo secreto de chicas que velan por el comportamiento ético en el centro. Me hace gracia lo de ético, porque sus formas no lo son. El caso es que, antes la detención "in fraganti" de los acusados, son castigados con un mes de prisión en la cárcel del instituto. Sí, habéis leído bien, ahora por fin los institutos tienen otra cárcel dentro de la cárcel que se supone que ya es un instituto XD. No sé qué opina de esto Christopher Nolan, director de Origen. El caso es que o escogen eso o son expulsados por espiar en los baños y deben ir a otro centro, con lo que eso supone.


-Bueno, según gustos. Yo prefiero que no me golpeen, que tengo la piel muy fina XD-

Así es cómo empieza la historia. El anime nos mostrará el porqué están encerrados en el primer capítulo y relatará, en el resto de capítulos, el periplo de los cinco muchachos en esa experiencia tan "enriquecedora" que quizás a más de uno le gustaría, el "zurramiento" diario con el beneficio de que fuera una chica guapa la que lo hiciera. Sí, idiotas hay muchos y si la NASA obtuvo miles de voluntarios para ir a Marte en un un viaje de ida sin retorno, no quiero pensar cuántos millones apuntarían a semejante tortura. Cómo decía el torero El Gallo, "hay gente pa’tó". Continuando con la revisión de la historia, si tomamos el anime como una serie de humor, obtendremos un resultado más que aceptable, ya que la risas y carcajadas están más que aseguradas. Jamás me topé con una serie de humor tan buena como ésta. Los diálogos ayudan mucho, ya que tienen su absurdez y su estupidez por ser tan brutos, aunque yo prefiero denominarlos sinceros. Hay tanta "naturalidad" en ellos, además de en las situaciones que se muestran en pantalla, que no nos costará nada adentrarnos en ellas y sentir que sucede muy cerca de nosotros, como si fuéramos un personaje más. Y hablando de personajes, ahora os dejo el listado de los mismos:

> Takehito Marokuzu (alias Gakuto). El que más asco da de los cinco muchachos. Sus ideas son las peores y sus reacciones exageradísimas.

> Shingo Wakamoto (alias Shingo). El guapo y rubio del grupo. Puede parecer el más normal junto con Kiyoshi, pero tiene muy mala hostia en las venganzas. Cuidado con él.

> Kiyoshi Fujino (alias Kiyoshi). Es el protagonista de la serie. Por no quedar mal con el grupo de chicos, se mete en el marrón padre que los obligará a estar en la prisión del instituto.

> Jouji Nezu (alias Joe). El más raro del grupo. Todavía no se le ha podido ver la cara. Siempre, siempre, siempre lleva una capucha estilo "sudadera" que le tapa parcialmente el rostro. Habitualmente está tosiendo como como si estuviera tuberculoso, pero tiene una úlcera grave en la boca.

> Reiji Andou (alias Andre). Físicamente es el más aberrante de los cinco. Tiene el rostro grande, las orejas grandes y colganderas, pero la cara… es pequeñita. Es cómo ver a un Buda, pero muy raro. Aunque es el más bonachón, también es el más fetichista de todos.

> Mari Kurihara. Es la presidenta del consejo estudiantil clandestino y, además, una caja de sorpresas, las cuales no voy a desvelar. Eso sí, es la más contraria a que haya chicos instituto y hace todo lo posible por que los expulsen.

> Meiko Shiraki. Es la vicepresidenta del Consejo y la que más cuota de pantalla acapara. Tiene una fuerza física extraordinaria, sin embargo, destacará también por otro aspecto físico: ir casi tan tapada cómo Tarzán, con una minifalda RC y una chaqueta y blusa tan justas que son incapaces de taparla como deberían.

> Hana Midorikawa. Es la tercera del Consejo clandestino y, para mí, el personaje femenino más interesante de la serie, no solo por su comportamiento dulce, amable y tranquilo al principio, cuando no están los chicos, sino también por esa disciplina aplicada en forma de patadas, ya que es una experta karateka. También a esto hay que añadir la obsesión que va teniendo con Kiyoshi y que, gracias a la mala suerte, van empeorando con el paso de los capítulos.

> Chiyo. Es una alumna de la misma clase que Kiyoshi y su afición común al sumo hace que hagan buenas migas desde un inicio.

> Director Rijicho. Es, como su propio cargo indica, el máximo responsable del instituto Hachimitsu. De presencia imponente y bigote fucker, este caballero será el que le eche más gasolina al fuego del odio de Mari respecto a los chicos. Esto es porque, sin querer, el director no para hacer el ridículo con objetos sexuales cómo fotos, alfombrillas culonas (no sé porque le parecen algo malo, ¡si son comodísimas!) y diverso material pornográfico el ordenador.
 

-Pues anda que tú...-

Además, claro está, hay otros personajes más secundarios, como las chicas del consejo estudiantil (el oficial); Mayumi, una amiga de Chiyo; o Anzu, una amiga/ligue de Shingo. Todos y cada uno de los personajes de esta historia tienen una caracterización única, aunque muchos tengan objetivos o gustos similares. Están tan bien hechos que quizás os caigan bien o mal sin mucha dificultad, no obstante, tiene una gran pega: la sobre-exageración. Sí, esa misma de la que escribí antes y es que tanta irrealidad hace que lleguemos a ver a estos personajes como fantasiosos o idealizados antes que cualquiera de nuestro entorno. Ésta es la pega más grande que se puede realizar al respecto.

Llegamos al apartado de la animación con varios puntos a detallar que no quisiera dejar sin tratar. Empiezo por el más básico y el que, quizás, pase menos desapercibido: el detalle de los fondos y escenarios. Son correctos (a mí me parecieron excelentes) y tienen un buen detalle los edificios y objetos. Además, la gama cromática es destacable, aunque siendo un mismo recinto el que protagoniza casi todas las escenas causa que veamos uniformes por todas las partes. Otro de los puntos que quería hablar es el de la piel de los personajes, concretamente en el gradiente de color. Veremos que algunas son las más claras que otras, también las típicas rojeces como los mofletes, otras zonas con más brillo por la luz recibida o también el maquillaje, este último apartado con nota. El último punto importante
 del que no me quería olvidar es el del juego que dan los reflejos de luz (ya indiqué en la piel, pero en este caso es a nivel general) y las sombras, sobre todo estas últimas. Si el trabajo en los reflejos de los paisajes y objetos es genial, mucho más lo es el resultado que dan las sombras. Increíble resultado en Joe, pero además un lujo con las sombras en el tratamiento de la censura en determinados momentos, pasando desapercibidos esos "recortes" sin chirriar respecto al resto de la escena. 

Todo lo contrario puede parecer, si se compara, el apartado sonoro, bastante más básico si tenemos en cuenta la variedad musical y la aplicación de esta OST en la serie, pero lo curioso es que funciona muy bien, porque solo tienen que dar tensión en varias escenas, dependiendo del tipo como es trama, thriller, sexual o alguna otra que me quedó atrás. Los efectos de sonido son también buenos, pero no tendremos una riqueza como sucede en otros animes.

Los temas con mayor importancia musical son el opening y el ending, no solo por el protagonismo de aparecer más veces en pantalla, sino porque es la realidad. El opening, titulado "Ai no prison", del grupo Kangoku Danshi, es un tema rockero con mucho estilo metalero. La animación nos da una muestra de lo que será la serie: violencia, sangre y algo de romance. El ending es, en cambio, un tema más pop con imágenes estáticas en plan "voy a revisar las fotos que saqué a las chicas con la hentai-cam". El título de la canción es "Tsumibukaki Oretachi no Sanka", del mismo grupo que el opening.




LA NOTA:

Llegamos al fin a la sentencia de este juicio, a un anime de J.C.Staff, que había dejado pendiente por la tontería de la prohibición, que en realidad fue una apuesta tonta, pero lo que nos está ayudando a hablar XD. Claro que lo que sí da para varias charlas es el argumento y tratamiento de la serie que tenemos entre manos. Muy burra en muchos momentos, pero graciosísima en todos los capítulos. Si tenéis un humor muy bruto o animal, ésta es vuestra serie. Esto ya se confirma en el minuto 1, no miento. Obviamente se lleva una A con la recomendación por parte mía. Ojalá haya nueva temporada.

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