Akira

AÑO 0, MES 5



> Akira (Katsuhiro Otomo, Akira Committee, 1988)



Desde la elección de Tokyo hace unas semanas como ciudad olímpica para 2020, mucho se tiene hablado por las redes sociales de la ‘profecía’ augurada por Katsuchiro Otomo en Akira y, como queríamos abrir una sección de clásicos del anime, qué mejor forma que empezar con esta OVA.

Presentada al gran público en 1988, Akira versa sobre el resurgimiento de la ciudad de Tokyo tras una devastadora explosión. En la actualidad del anime, concretamente en el año 2019, Neo-Tokyo trata de avanzar entre los problemas sociales que la remueven: manifestaciones, peleas entre bandas callejeras, ataques terroristas, sectas religiosas, drogas... Todo esto contrasta con otra imagen de la ciudad, más cosmopolita y civilizada; los grandes edificios que contrastan con los bajos suburbios dónde empieza la historia.

Con respecto a las olimpiadas, en este anime sólo se hace una leve referencia, aunque se nombra en mayores ocasiones el estadio olímpico debido a que en el mismo y en sus cercanías ocurre parte de la acción de esta OVA.


-La BMW de Kaneda, ese anaranjado objeto de deseo-

Lo primero que nos llamará la atención de este anime será el dibujo, quizás por lo anticuado en las técnicas para plasmar los personajes o los escenarios, pero recordemos que tiene 25 años. Lo que también sorprenderá del mismo son los efectos, las sombras y, sobre todo, las luces. Destacar que es un dibujo sin censura de ningún tipo, pase lo que pase, haya lo que haya, se mostrará sin tapujos. Son imágenes de cierta violencia, así que, desde aquí, recomendamos que los más peques de casa no lo vean. Que sea un clásico no quiere decir que sea infantil. En absoluto.

Continuamos con otro de los apartados de este anime: el sonido. Grabado con una técnica diferente a la utilizada en las películas de animación de la época en Japón, que no en el resto del mundo, el pre-scoring, que consiste en la grabación de las voces de los personajes antes de realizar la animación, algo que eleva mucho los costes de producción. Lo más normal y barato de aquella, también ahora, es grabar las voces después de realizar la película; el doblaje clásico. A parte de este detalle curioso, el apartado sonoro es sobresaliente. Una OST con un toque muy tribal que va como anillo al dedo a los protagonistas y que realza las escenas de acción, reluciendo los instintos más básicos de los personajes en dichas situaciones.

Vamos con el punto fuerte de Akira, el guión de la historia. Veremos una historia que cala muy hondo, con unos personajes creíbles porque tienen defectos a la vez que virtudes, como todos nosotros. La historia, basada en un futuro post-apocalíptico, nos ilusiona porque veremos algo más allá del día de mañana, pero también nos hace ver las ‘cosas malas’ que pueden suceder e intentar enmendarlas antes de que ocurran. Siempre es fascinante observar a través del ojo de cristal que nos depararán los tiempos venideros, pero tengamos en cuenta que, a fin de cuentas, sólo es ficción.


-Una de las espectaculares panorámicas de la ciudad de Neo-Tokyo-

Sobre el detalle sobre la ‘profecía’ que indicaba al principio y de la que tanto se está hablando, sólo indicar que también ‘predijo’ que en el 2019 habría televisores de tubo y teléfonos con monedas. Además de no aparecer en todo el film un mísero teléfono móvil. Pero de esto no se habla, claro.

Dejando ya de irme por las ramas y centrándome en lo que importa, el guión es espectacular, aclarando tras muchos minutos de dudas, las razones del porqué del argumento, dejándolo claro, poco a poco, en forma de ‘píldoras’ de fácil ingestión y asimilación.

No obstante, no todos son puntos buenos. En ciertos momentos del anime, se tendrá la sensación de que los personajes tienen una suerte divina, como por ejemplo al esquivar los peligros mortales que acechan en ese momento. También otro punto negativo será la complejidad de entender el final y qué es lo que ha podido pasar realmente. Si no lo entendemos, podemos bien en ese caso buscar por los foros en Internet y que nos ayuden en nuestro desarrollo y comprensión, podemos meditar acerca del mismo e interpretar en mayor o menor medida lo sucedido o podemos pasar de todo y quedar con la sensación que un buen anime se quedó en las ganas. Si se da el caso, lo primero es lo primero y para aquí también vale. La búsqueda siempre es el camino para encontrar la sabiduría, tanto a la hora de conocer ‘la verdad’ como descubrir nuevas fronteras que alcanzar, o en este caso, nuevos animes que destapar.


La nota:


No hay anime perfecto, es cierto. También no hay obra perfecta, hablando en niveles absolutos. Por esa razón, siempre se marcan las creaciones artísticas a seguir, como por ejemplo el David en escultura, la Gioconda en pintura, las Once Magníficas en fotografía o el Mausoleo de Qin Shi Huang en arquitectura. Akira, por supuesto, debe estar entre los mejores animes de la historia, sin dudarlo. Por eso tiene merecido una A y un gran sello de recomendable.

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