AÑO 7
Esta semana alguno tirará su robot aspirador con…
>Oruchuban Ebichu (Gainax, Group TAC, 1999, 24 CAPS)
Antes de nada, ya aviso. Este análisis es sobre una serie para un público de +18 (al menos en España). Si eres un Flanders y no quieres ver pechitos dibujados o sangre, ésta no es tu serie. Si eres de PETA, igual. Aquí maltratan animales. Continúo.
Así es. Para qué vamos a gastar en corriente eléctrica, repuestos, quitar ropa del suelo, alfombras, tapar los huecos del sofá… si tenemos una hámster que nos lo hace todo. ¡Y hasta habla! Es una maravilla, de eso no hay duda.
Pero antes me gustaría hablar de un nuevo estudio que llega al blog. Me estoy refiriendo a Group TAC. No habrá muchos que lo conozcan, aunque sí algunas de sus obras: Blame! (no os confundáis con la peli, sino que son una serie de cortos de 2003), alguna ova de Captain Tsubasa o Space Battleship Yamato y un montón de series antiguas o infantiles. Esto es porque se fundó en 1968 aunque, lamentablemente, se declaró en quiebra en 2010. De él surgieron estudios como Diomedéa, por una escisión en 2005. Respecto a Gainax… bueno, estamos a la espera de poner fecha a su defunción, al igual que Gonzo, pero eso ya lo dirá el paso del tiempo. Quizás nos vayamos antes al estercolero los que analizamos series para este blog.
Ahora que lo pienso, no os expliqué el porqué de la elección de esta serie. Pues digamos que la tenía pendiente… desde 1999. Más de 20 años ahí atascada. Creo que hasta formó un quiste, pero ya está extirpada y ahora podemos disfrutar de ella en este análisis que nos toca.
Dani, son muchos años con eso ahí parado. Pocas excusas valen ya.
Cierto. No voy a negar que no haya tenido tiempo desde entonces, pero se gastó en cosas que me parecieron mejores como novias, el GuildWars, emborracharme con los amigos o, mismamente, en este blog. Y ahora, por fin, he podido unificar dos de estas cosas y sacarme este paquete perdido de en medio. Al fin ya puedo respirar tranquilo. Ya sacaré otro en un futuro.
Dani, que me parece muy bien tus historias, pero no has dicho la razón de por qué la escogiste, solo la causa de tu inconstancia
Vaaaaaaaale. La escogí por los memes de los foros. ¿Os vale? ¿No? Pues a tomar por...
>Sinopsis
...culo ya todo. Uy, ¿esto estaba grabando? Bueno, da igual, así relleno una sinopsis que nos va a quedar, si no breve, lo siguiente.
-Ahora se quitarán más fácil-
Ebichu es una hámster que vive con su dueña, una joven, y echada a perder, oficinista de 25 años. O 26, qué más da, no me acuerdo de ese dato y no voy a contrastarlo ahora mismo porque poco importa. Ebichu se dedica a las tareas de la casa mientras su dueña trabaja o se va de copas con las amigas. Bueno, de copas, de viaje… Y, también, cuando discute con su novio, bautizado como el incompetente, un chico que solo se dedica a mentir y a zumbarse a todo lo que se mueve, incluida la dueña.
Este anime relata su día a día, la de Ebichu, me refiero.
>Guion y narrativa
Pues me ha quedado una sinopsis chula y todo. Otra cosa es que no quiera ver la realidad y se trate de un resumen de mie*da, pero dejadme con mi ilusión, que es de las pocas cosas que no me ha quitado el gobierno. Todavía.
Bueno, estamos ante una serie un poco peculiar, podríamos definirla así. Aunque tampoco se diferencia de otras series del mismo estilo. Orubuchan Ebichu está basada en el manga de Risa Ito, una mangaka de unos 50 años aproximadamente, que empezó a publicarse allá por 1997 y que terminó 10 años después. Sí, la historia se alargó tanto que igual avergonzaría a Naruto. Además, son 15 tomos, por lo que sí, se alargó bastante.
Se basa en los géneros de la comedia y el ¿romance? Que digo yo, echar un polvo no es romance, pero si ellos se conforman con esto, pues vale, lo aceptamos. Además, su lenguaje, las situaciones y la violencia de las escenas hacen que se encuadre en un tipo de contenido para adultos. A parte del hecho de que este anime formaba parte de un programa llamado Anime Ai no Awa Awa Hour, donde aparecían otras dos series de Gainax: Koume-chan ga Iku! y Ai no Wakakusayama Monogatari, dos series con una duración breve de episodios.
¿Duración breve? ¿De qué estás hablando?
Es simple. Cada capítulo dura 10 minutos. Quitando opening y ending (que son 3 minutos) nos quedan 7 para reír a mandíbula batiente. O no, eso ya lo veremos ahora.
-Dirección prohibida-
La historia nos presenta a Ebichu, una hámster de 1050 yens, que se dedica a las tareas domésticas mientras su dueña trabaja o se divierte. Además, habla, habla mucho, tanto que lo hace de más. Y no porque sea mala, sino porque es muy inocente (o tonta, según se vea). Su ama, dueña o como narices la defináis, se dedica a trabajar, a sufrir lo que su mascota/esclava hace o las consecuencias de sus habladurías, que no son pocas. También tiene, por otra parte, que aguantar los líos de su pareja. No sé si debería llamarlo novio: es mujeriego, un alcohólico reincidente, aparte de ladrón.
Las historias que nos relatan son breves. Si las comparamos con una serie de duración normal por capítulo, hablaríamos de microtramas en ese mismo episodio. Esto hace que el relato sea rápido, conciso y claro. Por supuesto lo entenderemos a la primera, no hará falta que nos hagan de traductor o enrevesen los diálogos como lo hacen en algunas series, aquí los diálogos nos los van a tirar a la cara. A esto deberemos sumar las situaciones explícitas de violencia o sexo que darán un plus.
También hay que sumar el detalle que todos los capítulos son autoconclusivos y los relatos de los mismos están basados en la estructura de personajes ante un acontecimiento determinado. Eso hará que sepamos de qué pie cojea cada uno. Es posible que se pueda entender que hay un hilo conductor, pero nada más lejos de la realidad, no existe ninguno. Por lo tanto, tampoco puedo hablar de qué me pareció el final si realmente no existe. El último capítulo es como otro de la serie. Es más, si se desordenan los episodios, no notaremos la diferencia en nada.
Pero, ¿qué tal está esta serie?
Sencillamente, brutal. Si no sois muy escrupulosos, os vais a reír sin parar. Las coñas, las bromas, los gags, las palizas… todo. Y con el sello de la buena Gainax, para que no quepa la menor duda de que, una vez, este estudio fue de lo mejorcito que había en Japón. Obviamente, las confusiones serán una parte importante de esas tonterías, además de las palizas a Ebichu, aunque el grueso de los líos vendrá gracias a esta pequeña mascota que habla por los codos y no entiende que debe estar callada y quieta para poder sobrevivir.
-Y así te quedó la boca-
>Personajes
En los personajes está el meollo de la cuestión narrativa. En ellos se basará la evolución de la historia que nos relatan. Todos están bien definidos, no tendrán evolución a lo largo de los capítulos, pero no es algo que importe. Serán los siguientes:
>Ebichu. Es la protagonista. Esta hámster (o rata, según te pille de mal humor) será la que acapare el relato gracias a su verborrea, su falta de tacto al decir las cosas y su ímpetu infantil que me recordará en parte a Shin-chan, aunque con un lenguaje y en situaciones bastante más sexuales.
>La dueña. Esta joven (y supongo que guapa, el dibujo no ayuda mucho) oficinista vive sola con Ebichu. Es bastante despreocupada con las tareas de casa, no le gusta cocinar, aunque sí divertirse bastante. Parece que no tiene una buena autoestima de sí misma y siempre tropieza con las mismas piedras. No sé si porque no quiere buscar una alternativa o prefiere aguantar con la que le está cayendo por no tener que esforzarse en solucionarlo.
>Kaishounachi. Es el novio. Este personaje es una gualdrapa de cuidado. Ebichu lo ha bautizado como incompetente, aunque me parece que el término más adecuado es inútil. Vale que tiene trabajo, pero prefiere ir de fiesta y ligar con todo lo que se mueva. Raro es el día que no llega con alguna marca de salir de caza véase: pintalabios, tarjetas de visita, mecheros y cajas de cerillas de clubs nocturnos, que la rata hable de más, pilladas en plena playa… Eso sí, debe de fo**ar como los dioses porque la "novieta" sigue ahí a sus pies.
>Maa-kun. Es el más raro de todos y eso que no se salva ninguno. Por alguna razón se obsesiona con Ebichu a un nivel erótico que solo Troy McClure con los peces es capaz de comprender. Eso sí, las consecuencias de esto no son otras que una alegría para su mujer, ya que, cuando llega a casa, la acaba empotrando hasta dejarla extasiada.
>Watanabe. Es la amiga de la dueña de Ebichu. Es trabajadora, siempre sonriente y cocina de maravilla. Aunque, como buena amiga, quiere levantarle el novio a su amiga. No sé por qué, pero alguna razón habrá.
>Los Kobayashi. Son los nuevos vecinos. Recién casados, con ropa a juego y alianzas brillantes, otro montón de razones para que la buena de la dueña de Ebichu eche a llorar por ser algo más vieja, estar soltera y vivir con una rata.
-Premio Nobel de poesía-
>Animación y sonido
En esta ocasión voy a unificar estos dos apartados por lo sencillos que son. Empezamos por el dibujo. De trazos simples y movimientos escasos, la animación en este anime brilla por lo pobre que es. Y digo pobre en el sentido de la riqueza en detalles, que aquí faltan a puñados, siempre que comparemos la serie con cualquier otra, sea de esa época como una más reciente. No obstante, esa escasez de detalles tiene su punto bueno y es que remarca de una manera exagerada las expresiones, que será donde se haga un mayor énfasis para enfatizar lo que el relato quiere mostrarnos. Además, aunque el dibujo no sea nada del otro mundo, dibujarán todo. Y cuando digo todo es TODO, hasta el vello púbico. No habrá un seto que dé miedo podarlo, sino que será como el resto de la animación: algo justo para saber qué es.
En cuanto al sonido, poco que decir si hablamos de la OST. Temas instrumentales que no destacarán por nada, pero que son imprescindibles para amenizar las diferentes situaciones. El doblaje es increíble. Las voces están geniales y encajan a la perfección con los personajes. El opening, titulado Nanda Kana, lo interpreta la seiyuu de Ebichu, Kotono Mitsuishi, que también realizó canciones para otras series como Sailor Moon, Dragon Half o la mismísima Neon Genesis Evangelion. El ending lo canta Minami Karasuyama, que no tiene colaboraciones en otras series y se titula Kumo ga kenikon mata keyafu.
LA NOTA
A pesar de lo breve que resulta ser esta reseña, al igual que la serie, ha quedado claro que es muy divertida si no nos importa (para mal) lo explícita que es. Eso sí, da para muchos memes y gifs. Personalmente, he cogido algunas escenas para convertirlas en stickers de Telegram porque son geniales. Y qué os puedo decir de los gifs que todavía están vigentes en internet. Hasta a Bolita le han entrado los celos. Técnicamente no importa qué mal puede estar en comparación con otras series, incluso las de aquel 1999. Aquí lo importante es que el humor fluya y, con Oruchuban Ebichu, lo consiguen. Por eso, este anime alcanza la B de nuestro sistema de valoraciones con un enorme sello de recomendable para que no os quepa la menor duda de que estamos ante una serie de humor como pocas se hayan visto.
En esta ocasión voy a unificar estos dos apartados por lo sencillos que son. Empezamos por el dibujo. De trazos simples y movimientos escasos, la animación en este anime brilla por lo pobre que es. Y digo pobre en el sentido de la riqueza en detalles, que aquí faltan a puñados, siempre que comparemos la serie con cualquier otra, sea de esa época como una más reciente. No obstante, esa escasez de detalles tiene su punto bueno y es que remarca de una manera exagerada las expresiones, que será donde se haga un mayor énfasis para enfatizar lo que el relato quiere mostrarnos. Además, aunque el dibujo no sea nada del otro mundo, dibujarán todo. Y cuando digo todo es TODO, hasta el vello púbico. No habrá un seto que dé miedo podarlo, sino que será como el resto de la animación: algo justo para saber qué es.
En cuanto al sonido, poco que decir si hablamos de la OST. Temas instrumentales que no destacarán por nada, pero que son imprescindibles para amenizar las diferentes situaciones. El doblaje es increíble. Las voces están geniales y encajan a la perfección con los personajes. El opening, titulado Nanda Kana, lo interpreta la seiyuu de Ebichu, Kotono Mitsuishi, que también realizó canciones para otras series como Sailor Moon, Dragon Half o la mismísima Neon Genesis Evangelion. El ending lo canta Minami Karasuyama, que no tiene colaboraciones en otras series y se titula Kumo ga kenikon mata keyafu.
LA NOTA
A pesar de lo breve que resulta ser esta reseña, al igual que la serie, ha quedado claro que es muy divertida si no nos importa (para mal) lo explícita que es. Eso sí, da para muchos memes y gifs. Personalmente, he cogido algunas escenas para convertirlas en stickers de Telegram porque son geniales. Y qué os puedo decir de los gifs que todavía están vigentes en internet. Hasta a Bolita le han entrado los celos. Técnicamente no importa qué mal puede estar en comparación con otras series, incluso las de aquel 1999. Aquí lo importante es que el humor fluya y, con Oruchuban Ebichu, lo consiguen. Por eso, este anime alcanza la B de nuestro sistema de valoraciones con un enorme sello de recomendable para que no os quepa la menor duda de que estamos ante una serie de humor como pocas se hayan visto.
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