Barakamon

AÑO 8



Esta semana tendremos motivos para escribir bien con…


>Barakamon (Kinema Citrus, 2014, 12 CAPS)



Con la primera frase no me refiero a saber escribir como un profesional, utilizando parábolas y demás recursos literarios para ganar el premio Planeta, el Nadal o el Cervantes. No me preguntéis de poesía, que de eso no gasto. Me refería, siguiendo con lo que estaba diciendo antes, a escribir correctamente y que se entienda lo que hay plasmado, no como a Rajoy.

En Japón es conocido que existe un cuidado y devoción por la forma en la que se plasman los trazos de los kanjis, haciendo incluso concursos donde los participantes muestran su talento en papel para que los jueces de turno valoren su arte. Por hacer un símil, los anglicanos tienen sus concursos de deletreo porque son incapaces de hablar bien. Pobres, no saben utilizar un balcón, no saben hablar...

Sin embargo, tampoco es algo que les moleste o, por lo menos, no lo muestran abiertamente. Tampoco es que importe ahora. Lo realmente destacable en este comienzo de análisis es saber el porqué escogí esta serie y no otra. Bien, es sencillo. Hace años (no sé si fueron 3 o 4) había escogido este anime para analizar. No obstante, dejé el análisis de lado porque encontré otras series que me llamaron más la atención y decidí tirar por otro lado, abandonando cualquier reseña que se me hubiera pasado por la cabeza.


¿Por qué hice esto teniendo una buena parte del trabajo hecho?

Quién sabe. ¿Por qué algunas personas buscan la "emoción" de una relación fuera de la pareja habitual teniendo a una persona que los complementa? Por vicio, al igual que yo me lancé por otras series y dejé de lado ésta. Quizás porque sabía que, al igual que los adúlteros y adúlteras, tengo la posibilidad de volver a ella como si nada hubiese pasado. Menudo cínico que soy. Venga, vamos al meollo.


-La vocación empieza de jóvenes-

>Sinopsis

Sei Handa es un joven de 23 años que ha dedicado gran parte de su vida a la caligrafía japonesa. Empieza a ser conocido en el mundillo gracias a su excelente técnica, pero sigue siendo muy conservador en aplicarla. Esto provoca que algunos críticos le reclamen algo de viveza en ella y que no se quede atascado en el estilo clásico. No obstante, los premios los sigue ganando.

Un día, uno de esos críticos le echa en cara esa falta de innovación tachando de mediocre su caligrafía. No pasaría nada si el enfrentamiento no fuera a más, pero Seishuu es muy orgulloso y termina por agredir al viejo crítico. Tras este suceso, viaja a una isla apartada de Japón para desconectar un poco de este incidente, como cuando el rey se fue de España para "apaciguar" los ánimos republicanos.

Una vez llegado al lugar, ve que no todo es como en la capital, Tokyo, sino que esa pequeña comunidad tiene sus costumbres, distintas a las suyas, incluido un dialecto del japonés que no lo entienden ni ellos mismos XD, algo así como el Koruño. A partir de ese momento, nuestro protagonista tendrá que comprender las costumbres de los vecinos e intentar integrarse en la comunidad para que, al menos, no lo echen a palos de allí.


>Guion y narrativa

Barakamon es una historia simple, tanto como la vida misma. Por eso se basa en los géneros del slice of life y de la comedia, porque estos dos bloques se combinan muy bien cuando se habla de los acontecimientos que nos afectan a diario. Siempre es bueno llevarlo con cierto humor.

Sei, o Seijuu (su seudónimo a la hora de firmar los trabajos), es un joven de 23 años que vivió toda su vida para la caligrafía. Desde bien pequeño participa en concursos y consiguiendo premios variados, no como el del pote gallego que le dieron a Kent Brockman, pero algo mejores. Un día, en un concurso, el director de una galería de arte critica su trabajo con bastante desprecio, tachándolo de mediocre al seguir las pautas conservadoras sin crear un estilo propio. Algo así como reírse de alguien que todavía escribe tal y como dictaban los cuadernillos Rubio.

-Si no, al tiempo, ya verás-

Sí, es ridícula la comparativa, pero allí tienen un cariño especial con la caligrafía de los kanjis. En cambio, en España, solemos mostrar "respeto" a las pollitas que se dibujan en los baños o en cualquier parte del mobiliario urbano. No llega al nivel del toro de Osborne, pero hay que darle tiempo para que esta cultura se afiance.

Y así es como empieza la historia de cambio para nuestro protagonista en una isla que, sin ser desierta, se sentirá como tal al chocar con esa cultura tan diferente de la cosmopolita Tokyo. Aquí todo el mundo es más distendido, no le afecta tanto el estrés y les resbala un poco qué es lo que pase; total, siguen vivos. Esto es así, el mundo rural es muy diferente del urbano, es más coloquial, más colaborativo, más informal… Estas actitudes se enfrentan con la manera de pensar de Sei, que se encuentra, por ejemplo, que las empresas de mudanzas no les llevan las cajas dentro de la vivienda, sino que se las dejan en la puerta. Sin embargo, los vecinos acuden a ayudar a colocar los enseres sin importarles qué recibirán a cambio, simplemente porque es alguien nuevo que necesita ayuda.

Además, no están solo los adultos comportándose de manera diferente de a lo que está habituado. Los chavales son peores. Les da un poco igual qué es lo que ocurra, lo importante es pasarlo bien y no importa molestar a alguien que está trabajando. Bueno, que un artista trabaje… "viven de subvenciones del estado" dirán algunos. Pues cuando esos "algunos" quieran arte, lo van a llevar en barra. Volviendo al análisis, los niños son siempre odiosos: incordian, gritan, lloran, utilizan una lógica en donde la fantasía hace que todo caiga cuando se plantea una comparativa con la realidad… Sin embargo, son adorables y no podemos vivir sin ellos. No es porque el espíritu eclesiástico me haya invadido, pero teniendo un hijo que es una dinamo de energía perpetua, hasta que apago la luz a las 11 de la noche y lo amordazo para que se calme y se duerma, no para. Y es en ese momento de calma, cuando me paro a pensar que, sin él, todo sería más aburrido. Lo mismo que discutir con mi esposa.

En esta tesitura se encuentra nuestro protagonista que verá como su comportamiento ciertamente huraño, cambia por otro más pasivo, más tranquilo, en definitiva, más humano. Por el camino, un montón de peripecias en las que conocerá a las gentes del lugar e interactuará con ellos como si lo hiciésemos nosotros, con reacciones previsibles, aunque divertidas al fin y al cabo.

-Ya verás qué risas cuando la tire al pozo-

De esto va la vida y, concretamente, lo que le sucede al protagonista. De cómo las situaciones, a pesar de ser algo rocambolescas o torticeras, siempre tienen un punto positivo. Como el de ir al mar a pescar una buena pieza y, en el momento de que sale del agua y parece que vuela, se rompe el sedal y cae sin salpicar nada, como si se tratase de un saltador olímpico. Son momentos en los que es casi imposible no sonreír aunque sea un poco.

Narrativamente está en el punto perfecto. No se nota rápida, ni pesada. El relato transcurre con tanta normalidad que la serie se nos hará corta. En dos días la he terminado y casi ni me he enterado. Bueno, solo cuando tocaba abrir el siguiente capítulo.

El final es como la serie, en parte divertido, en parte serio para mostrar la evolución de los personajes. Es bastante emotivo, no como despedida, sino abierto a futuro. No digo que haya una segunda temporada, quién sabe, pero no deja cabos sueltos a propósito para que eso ocurra, sino que finaliza con el cambio completo del personaje principal, cosa que es de lo que se habla en la serie.


>Personajes

En los personajes está el meollo de la serie. La historia nos pone en una situación, que es el concurso de caligrafía inicial y, desde ese mismo punto, los personajes actúan según son. Obviamente, todos tendrán unos patrones que se reflejan en la vida real según su edad o lugar donde viven, por poner dos sencillos ejemplos.

Sin embargo, el peso que tienen en la historia va mucho más allá. Se notan vivos. Vale que algunas situaciones, sobre todo cuando Sei se pone nervioso o se enfada por algo, se exageran en cierta medida para que la comedia surja y nos riamos un rato. Pero también nos emocionaremos por los lazos que se van formando entre ellos. Poco a poco, el choque entre las culturas de ciudad y rural se va limando. Aquellos comportamientos absurdos que veíamos en los habitantes de la isla al comienzo, los vamos comprendiendo con el paso del tiempo al igual que ocurre en la vida real.

-¿Será éste el avance de nuestra próxima serie en el blog?-

Hace años me mudé desde el pueblo donde viví toda la vida a la región donde vivía la que se convertiría mi mujer. Cierto que, antes, pasé un tiempo en una vivienda no muy lejos de la aldea donde estoy ahora mismo, pero me sirvió para enfrentarme a la realidad. Ya no os cuento cuando, definitivamente, nos mudamos a esa aldea y empecé a sufrir, día tras día, esas actitudes que no tienen lógica con lo que había vivido y aprendido hasta ese momento. Todavía sigo, a día de hoy, sin entender muy bien qué lleva a los habitantes de estas casas a actuar de esta manera, pero suelen acabar en tono de humor. Todos quienes se casaron con gentes de este lugar lo definen como "el paraíso", porque no solo el comportamiento es "especial", sino también el tiempo. Al ser una zona bastante alta y apartada, el tiempo meteorológico respecto a los núcleos de los alrededores es diferente. Si aquí llueve, en el resto hace sol. Si aquí sopla que casi puedes volar si mueves los brazos, en el resto no se mueven ni las hojas del suelo. Y así con todo.

Bueno, no quiero alargar mis historias y quitar protagonismo al análisis. Doy paso al listado de personajes más importantes. Id con calma que son unos cuantos:

>Sei Handa, alias Seishuu Handa. Es el protagonista de esta historia. Tras su encontronazo con el director de una galería de arte, lo envían a una isla para que ventile sus ideas y madure, no solo como persona, sino también como artista. Es un raro de narices, hipocondríaco, impulsivo, orgulloso y plomizo. Me dejo calificativos atrás, pero no quiero que esto se extienda más que el propio análisis.


>Takao Kawafuji. Es el mejor amigo del protagonista. Estudió con él en la secundaria y, desde entonces, no se han separado. Ahora es contratista de arte y el agente de Sei. Aunque parece algo más maduro que él, todavía transpira la poca experiencia en la vida que tiene un joven.

>Kosuke Kanzaki. Es otro calígrafo y, además, rival de Sei. También es un gran admirador de sus trabajos, no os vayáis a pensar que aquí van a llover hostias como panes cuando se vean. Además, es otro rarito de comportamiento, con una adicción a grabar las frases más profundas de su ídolo.

>Naru Kotoishi. Es la niña pequeña que se pega al "sensei" (como así lo llaman todos) como una lapa. No conoceremos a sus padres ni sabremos nada de ellos. Es bastante traste, pero algo normal en su edad.

-La novela favorita de la CEOE-

>Kousaku Kotoishi. Es el abuelo de Naru. Lo veremos trabajando o en el tractor camino a las fincas. Se nota que es buena gente, aunque también le haría falta un logopeda para que se le entienda mejor.


>Hina Kubota. Es la mejor amiga de Naru. Al contrario que ella, llora por casi cualquier cosa. Es muy miedica y vergonzosa.

>Iwao Yamamura. Comerciante del pueblo. Es el padre de Miwa y tiene pinta de mafioso que echa para atrás, mucho más que el director de la escuela de Shin-chan. Parece algo bruto por su comportamiento, pero es buena gente. De verdad, os lo prometo.

>Miwa Yamamura. Esta joven que estudia secundaria utiliza la casa de Handa como base de operaciones. Lo hacía cuando nadie vivía allí y lo seguirá haciendo mientras esté ocupada. A ella tanto le da. No se paseará desnuda como si la casa fuese su palacio, pero sí que nos recodará un poco a Misae, tumbándose encima del tatami y picoteando.

>Yuujirou Kido. Es el alcalde, aunque nunca lo vi trabajando. Sí, eso confirma que es el alcalde. Este hombre parece que pasa de todo, pero simplemente le resbala ponerse serio. Quizás es la mejor actitud para no meterse en riñas con los vecinos con la máxima de "ya se le pasará".

>Tomoko Kido. Es la mujer del alcalde y madre de Hiroshi. Se ofrece voluntaria para hacer la comida al bueno de Sei, sobre todo para sentirse realizada y recibir los halagos de alguien desconocido, ya que, como ella dice, cocinar para él se ha convertido en su razón de vivir, ya que el hijo puede cuidarse solo y el marido le parece bien cualquier cosa que le ponga en el plato.

>Hiroshi Kido. Es el hijo del anterior matrimonio. Es un estudiante mediocre, ya que solo saca treses, pero eso es porque prefiere ver cómo pasan los días sin dar un palo al agua antes que ponerse a estudiar como buen esclavo del sistema educativo.

>Tamako Arai. Es la mejor amiga de Miwa. Es adicta al manga y hace sus proyectos escritos. Aunque puede parecer más seria que Miwa, está en trances de convertirse en una fujoshi para entrar directamente al manicomio.

>Akihiko Arai. Es el hermano de Tamako. Bastante maduro para su edad, siempre se mostrará tranquilo. Lo veremos ayudando en la tienda o jugando a los videojuegos.

-¡Sorpresa! Las páginas están pegadas-

>El director de la galería de arte. Sufre la ira de Sei a pesar de ser un anciano que se mueve ayudado por un bastón. Sabe que el chaval tiene mucho potencial, aunque le pierde el carácter que tiene. Por eso lo motiva ninguneando su obra para que evolucione y no se estanque.


>Seimei Handa. Es el padre de Sei. También se dedica a la caligrafía y no quiso evolucionar tanto su técnica, quedándose en el método clásico. Poco sabremos de él, ya que lo conoceremos al final de la serie.

>Emi Handa. Es la madre de Sei. Con ella tenemos claro de quién heredó su temperamental carácter. La pobre empieza a sentir el síndrome del nido vacío, aunque eso se cura teniendo un perro.


>Animación

Barakamon es una serie sencilla en cuanto al dibujo. No digo que sea mala, sino que no tiene el nivel de calidad de una obra de hoy en día (tampoco de aquel año). Los detalles, aunque son buenos en los interiores de las casas, no lo son tanto cuando se trata de espacios abiertos. Y en estos últimos depende el enfoque que tenga y cómo esté distribuido el plano. Normalmente tendremos muy buena definición en primer plano, buena en segundo y ya algo borroso (por ejemplo, los bosques) en el fondo.

Llama la atención lo luminosa que es la animación incluso en los momentos en los que la oscuridad se hace más presente, como un cuarto sin ventanas o cuando anochece. No nos llamará la atención por lo mal que está aplicado esta técnica, pero es un detalle que se merece destacar. A nivel cromático, la tabla que utilizan son colores claros y no muy saturados. También merece mención que, para las escenas de humor, exageren expresiones y movimientos, cosa que es normal porque no nos esperamos esas salidas.


>Sonido

El apartado del sonido es de lo más normalito que hay. Primero por las músicas, instrumentales todas a excepción de opening y ending, como en la mayoría de series. Segundo por las voces que, aunque buenas, se ven desmerecidas por otros aspectos como los efectos especiales. Vale que ambientan correctamente todos los momentos de la serie, pero no se notan muchos ruidos de fondo que tendrían que aparecer, sobre todo en un lugar tan dado a la naturaleza como el rural japonés de una isla.

-¡Violación!-

Como opening tenemos al grupo "SUPER BEAVER", conocido por colaborar en Naruto Shippuuden. En este caso nos traen Rashisa, un tema con mucho guitarreo y en donde la animación de esta apertura llama la atención por los kanas hechos como si fuesen caligrafía con pincel.

Para el ending, tenemos a NoisyCell, grupo no tan conocido que ha colaborado en series como Death Parade o Mr. Tonegawa. En esta ocasión traen un tema algo calmado a pesar del guitarreo que tienen. El título de esta canción es Innocence.


LA NOTA:

La historia que nos trae Kinema Citrus puede sorprender porque nadie se esperaría un slice of life tan jovial, aunque a mí lo que me llama la atención es que tenga un final. Eh, Kinema Citrus, un puto final. ¿Veis que no es tan difícil? A ver qué es lo que hacéis con Black Bullet o Made in Abyss, que parece de chiste. En cambio, ésta, no solo está terminada, sino que está genial, sobre todo por la estructura que tiene.

A nivel de peso, los personajes llevan la mayor responsabilidad en la historia. Vale que ésta tampoco está desaparecida y dará ciertas pinceladas para que todo siga un curso establecido. Cierto que no es lo ideal, como en otras series del estilo, pero es lo más parecido a la vida real, que es lo que importa en estos casos.

Técnicamente está bien, no es una obra maestra, pero sí tiene buena calidad, sobre todo en primeros planos y en las fachadas de las casas. Me sigo sorprendiendo por lo bien que están dibujadas y coloreadas. A nivel de sonido se han mantenido en un nivel adecuado, que no excelente.

Pero como dije anteriormente, el papel de los personajes es lo más destacable. Siento repetirme, pero es la verdad. Tendremos algunos detalles como los sinsentidos de porqué actúan así. Sí, hablo de manías que se cogen sin tener muy claro el porqué y se siguen haciendo ya que, como no hacen ningún mal, no habrá un problema mayor a causa de ello. Por ejemplo, cuando Sei se pregunta a sí mismo la razón de regar todos los días unos girasoles de su jardín que no sabe quién los ha plantado. Pero ahí sigue, dándole a la manguera, me refiero a la del agua, ¡obscenos! Por todo, Barakamon alcanza la B de nuestro sistema de valoraciones y llevando consigo el sello de recomendable.


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