180-Byou de Kimi no Mimi o Shiawase ni Dekiru ka

AÑO 10



Esta semana nos van a susurrar al oído con…





A ver, Dani, ¿qué otro invento nos traes esta semana? Que por los estudios que están detrás, cualquiera sabe dónde has acabado y, lo peor de todo, es dónde nos vas a arrastrar

Pues qué mejor invento que el ASMR. Inventazo, por dios. Ya cuando saquen un anime sobre criptomonedas y NFTs, allí estaré, para reírme un poco y tirarme de los pelos a partes iguales y quizás hablar de Willyrex. Pero dejémonos de poner ladrillos en el aire, ahora tenemos una obra creada por japoneses y que se basa en este mundillo que, aunque no esté presente, sé que hay personas muy buenas detrás. Hace tiempo seguí a una francesa en YouTube, muy guapa por cierto, que su ASMR me provocaba espasmos en la columna cervical. Ya no estoy hablando de los cosquilleos o de las caricias en los oídos que nos hacen levantar el vello de los brazos. No, hablo de espasmos. Tiene cojones la cosa.

Así que yo, muy emocionado, me voy de cabeza a la piscina sin pensarlo dos veces. ¿Tendrá agua? Muchos ya lo estaréis adivinando, así que no soy nadie para joder la sorpresa a los demás. Leed este análisis y sabréis la respuesta. También podréis hacer scroll hacia abajo y…


Gracias por seguir aquí, leyendo. Que no habrá otra cosa en el mundo que leer. Bueno, quizás que os mamen la entrepierna. NO, LEER ES LO MEJOR. Así que voy a seguir escribiendo. EKACHI EPILKA es un estudio pequeño de Hokkaido fundado en 2017. Como veis es un estudio muy reciente y, a pesar de eso, ya tiene tres animes en su producción y muchas colaboraciones. Además del que tenemos esta semana, está su primera obra, Fumikiri Jikan, un anime sobre personas que esperan en los pasos a nivel. Bueno, eso último no creo que pase, así que estarán esperando que pase en un silencio incómodo XD. No, no la he visto y, con la sinopsis por delante, tampoco me apetece. Qué queréis que os diga. El segundo anime se titula Maou-sama, Retry! y trata sobre el mundo digital de los juegos online cuando una persona es arrastrada desde la realidad hasta el propio juego.

¿Y qué pasa con INDIVISION? Pues he buscado información y no he encontrado mucho más a mayores de la producción de esta serie. Se fundó en 2015 y su sede está en Tokyo. Tienen trabajos en videojuegos, comics (sí, así lo ponen en su web). Así que supongo que será un grupo de animadores que han conseguido pasta y le habrán pedido ayuda a los del otro estudio para la realización de esta serie (o viceversa). Quién sabe, sin más datos solo podemos especular.

-Un masaje con una fregona-

>Sinopsis

En esta serie no tendremos un personaje principal, si no que serán varios los que experimenten. Akari Sawake se ha comprado un micrófono binaural, pero no de los baratos, no, hablo de los que están metidos en una cabeza de espuma y que cuestan un pastizal. Ella empieza a experimentar con el ASRM y le fascina. También tenemos a Shuusui Kagami, una amiga de ella que casualmente hizo lo mismo. Las dos siguen con sus experiencias en el ASMR mientras otros miembros de la familia también practican un poco.


>Guion, narrativa y tratamiento del sonido

Ya os advierto que este análisis será corto, pues no tendremos mucho donde rascar. La primera explicación es que los capítulos duran apenas 3 minutos, así que ya podéis entender que no hay terreno donde construir una reseña como las que habitualmente tenemos. Pero aun así, voy a intentar exprimir hasta la última gota.

La serie comienza con Akari estrenando su nuevo micrófono para ASMR y practicando con él. Sopla, susurra y saca un bastoncillo de bambú para "acariciar" el oído del pelele. Ya podían meterse el bastoncillo por el culo. Su amiga Shuusui también se compró otro micrófono binaural y practica en su casa de la misma forma, aunque en vez de tener un bastoncillo de bambú, tiene uno de titanio. Que digo yo que igual hubo oferta o algo porque uno de esos cabezones sale por 8000€. Pero quitándonos de presupuestos, sigamos con lo nuestro.

Vemos que, nada más iniciar un capítulo, nos aconsejan utilizar audífonos para disfrutar mejor de una experiencia surround 3D que lo flipas, algo que nos va a volar la cabeza más que el THX en aquel capítulo de los Simpsons. Pero no, ya os digo yo que no. Juegan con los canales de audio izquierdo y derecho según hablen al pelele de un lado o del otro, eso lo han hecho bien. Quizás se les haya escapado en algún momento este juego, pero será marginal. El problema es que se queda ahí y no experimentan más como con el audio envolvente o los algoritmos que simulan la ubicación del sonido. Habría estado bien.

-A bebé guta teta-

Sin embargo, el problema no reside en la experimentación del ASMR, si no en la gestión del mismo, en cómo se utiliza. Las chicas van practicando con caricias, son susurros, con los putos bastoncillos, y con alguna cosa más, como utilizar gaseosas, hielo en la bebida o crema. Que no hay cosa más cerda que embadurnar un cabezón de 8000 euros en crema hidratante corporal para tener un cutis finísimo. Y ya, no esperéis más. Bueno, hay un episodio, concretamente el 7, donde tenemos a dos hermanas gemelas que juegan con el micrófono y prueban a practicar a decirle cosas al hermano para que siempre esté con ellas. Podrían haberlo petado como el meme del vídeo donde una seiyuu susurra de manera suave "onii-san", matando de un infarto a la mitad de otakus del planeta, pero no. ¿Quién hubiera pensado que podrían haber dado un toque sensual (ya no digo erótico) a una serie basada en el ASMR donde jóvenes e inexpertas parecen gemir nada más empezar cualquier capítulo? Un degenerado como yo. Lástima.

Y seguimos con las lástimas. Cualquiera que sea aficionado al ASMR sabe que juegan con chasquidos con la lengua, sonidos muy leves que nos hacen cosquillear el cogote. Ni uno he oído en la serie, ni uno. Que te hablen como si fueras un bebé o como si tuvieran un retraso mental después de una hostia con la mano abierta, eso sí, que no falten las taras intelectuales. Aunque el golpe de gracia se lo lleva la mezcla de sonido. No puede ser que los susurros tengan un volumen tan alto y los efectos como los roces, el agua carbonatada o las manos untadas en crema tengan un nivel tan bajo. Es tal la diferencia que tuve que subir el sonido de los auriculares a un nivel tan alto para poder escucharlos que cuando empezaron a susurrar, casi me quedo sordo.

-¿Y qué tal la narrativa?-

Pues no sé qué evolución se puede esperar de una serie de 12 capítulos de 3 minutos cada uno y cuya duración total asciende a 36 minutos. No llegan a dos episodios de un anime estándar. A ver, que el único cambio que se nota es que una de las chicas (la madre de Akari) quiere tener un bebé y a los pocos episodios aparece la criatura por ahí, sin vomitar ni gritar ni chupar de la teta. Y luego se ponen a jugar con el bebé haciéndole monerías ASMR como si se tratase del micrófono. A pesar del tiempo que sucede, entre las ganas de tenerlo y que aparezca por ahí medio crecidito, las chavalas podrían haber mejorado algo, pero no, siguen susurrando como si no tuvieran nada que hacer.

-No jueges con mis bendiciones-

A título personal me gustaría ver algo de historia a lo largo de los 12 capítulos. Vale que no da para mucho, pero unos simples trazos ayudarían mucho más en la empatización. Lamentablemente no es así. También resulta curioso que solo hayan escogido una voz masculina para la serie y con una única aparición. Supongo que será por el target de esta y que no esperaban que las espectadoras se pusieran a escuchar los susurros de una voz grave y varonil. Venden más las almohadas con altavoz incorporado que tengan varios modos, según quieras una lolita que te levante el palitroque con un suave y erótico "onii-san" o una waifu algo más madurita que te diga "ara ara ara".

¿Y el episodio final? Es verdad, cómo olvidarme de un final que no sé si es final. No, no me estoy refiriendo a que hayan cortado la historia a la mitad (que digo yo "¿qué historia hay aquí?") sino a que, sin haber una trama definida, decidieron poner fin a este invento con un episodio especial donde 4 de las chicas se reúnen para dar rienda suelta a su perversa visión del ASMR. Una a la izquierda, otra a la derecha una de frente y otra detrás. Cada una hablando desde su perspectiva. A izquierda y derecha bien (por decir algo). De frente y delante daba igual, siempre se notaba el sonido de frente (por eso comenté antes que no experimentaron con la ubicación del sonido con algoritmos), dando un bajón en las sensaciones similar al de un rodillazo en la entrepierna.


>Listado de personajes

>Akari Sawake, alias Gekkou-chan. Es la primera chica que vemos en la serie. Tiene los ojos azules, aunque siempre tendrá uno tapado por su flequillo.

>Shuusui Kagami, alias Akimizu-chan. Es la segunda chica que aparecerá en la serie. Es amiga de la primera.

>Hikari Sawake, alias Youkou-san. Es oficinista. No sé si es prima, hermana mayor o tía de Akari.

>Udoku Sawake. Supongo que la madre, aunque tiene una apariencia muy joven. Al no tener suficiente información, solo podemos suponer.

>Jirou. Es la única voz masculina del elenco. Tiene un bar en un barrio algo problemático y, para ser barman, no le gusta el alcohol porque sabe mal. Acoge a una chica de la que no sabemos el nombre y a la que, adivinad, le gusta que le froten el palito… del bastoncillo. ¿Qué habéis pensado? ¿Qué le iba a gustar el fornicio? Vengaaa…

>Nanako y Kanako. Son las hermanas gemelas deseosas de su hermano, pero no para frotarse con él, sino para poseerlo como un peluche.

-Chú... pa... me... la... ver... ga...-

>Animación

Es el turno de la animación. Como del sonido hablamos antes, al ser un elemento básico de la narrativa (de la poca que hay) en esta serie, la trasladamos al apartado del guion. En esta ocasión, la animación aunque buena en primeros planos, fondos y escenarios, deja mucho que desear en los personajes cuando la cámara se aleja un poco. Hay desproporciones, movimientos poco fluidos o mecánicos. Sensaciones poco halagüeñas cuando se trata de una serie con un movimiento ya escaso de por sí y una duración tan pequeña. No auguro un gran futuro para este estudio, lamentablemente, aunque espero que mejoren con el paso del tiempo para que nos ofrezcan algo mejor.


LA NOTA

Damos por terminada la reseña de esta serie tan peculiar y con la cual me había ilusionado tanto. Una temática como el ASMR invitaba a ver qué es lo que habían creado los japoneses. Sin embargo, la realidad suele ser más dura y en este caso nos encontramos con un muro que, si bien podría definirse como de aficionado, acaba siendo realmente uno de imitación. El ASMR no es el que podemos encontrar en numerosos vídeos en YouTube o canales de streaming en Twitch, por poneros dos ejemplos, es bastante peor, como si yo cogiese el móvil y me inventase algo sobre la marcha, como hacer ASMR en mitad de la Plaza de España de Vigo. Seguramente los chasqueos se iban a notar al igual que los hijos de puta taladrando el claxon del coche con la mano.

Como es obvio, argumentalmente tiene poco que ofrecer, sobre todo cuando cada capítulo tiene 3 minutos. Así que no habrá quejas al respecto, aunque sí críticas acerca de cómo se ha llevado una posible evolución en la gestión del ASMR de las protagonistas, más cuando sabemos que ha pasado tanto tiempo en la serie a causa del bebé.

Técnicamente, dejando a un lado el sonido y centrándonos en el dibujo y animación tiene altibajos. Sí que muestra una gran calidad en la iluminación y en la gama cromática, pero peca de una calidad en segundos planos, proporciones y movimientos muy mejorable. En planos más estáticos o con muy poco movimiento, muestran un gran potencial.

No voy a alargar esto mucho más. Ya se han puesto las cartas sobre la mesa. Podía ser algo destacable pero solo es un petardo mojado que no sabemos si va a estallar y, ante semejante tesitura, lo mejor es dejarlo estar y que, si tiene que hacer ¡pum!, que lo haga, pero que no me lleve los dedos por delante. En nuestro ránking alcanza la F y gracias.

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