Colorful

AÑO 1




Esta semana, los pensamientos masculinos estarán al descubierto con...

> Colorful (Studio Wombat, Triangle Staff, 1999, 16 CAPS)

Ya hacía tiempo que no pasaba por mis manos una serie de humor gamberro. ¡Cómo estaba deseando este momento! Por fin vuelvo a uno de mis géneros favoritos: el humor desenfadado y algo absurdo. Lo echaba de menos, sí, pero eso no confirma una teórica benevolencia. Aquí nadie regala sellos de recomendable ni notas de A. Si quieren algo bueno, que nos sobornen, que aceptamos cualquier milloncejo suelto.


Y dejado este aviso a millonarios aburridos, pasamos a la acción. Dos estudios desconocidos fueron los que se encargaron de este trabajo en el siglo pasado, allá por 1999. He intentado buscar información sobre ellos, pero Internet es cruel y solo existen referencias en los foros de anime. No tienen páginas web, ni siquiera la serie posee una. Por lo que he podido comprobar, el Studio Wombat se encargó de la animación y Triangle Staff de la producción. Ambas, a pesar de ser tan desconocidas, tienen colaboraciones en series de gran calado como Serial Experiments Lain, NieA 7, Slayers, Gundam, Lupin III, Ghost in the Shell o Ninja Scroll. No obstante, desconozco aún si continúan existiendo estos estudios.

No llevará mucho tiempo analizar una serie de este calado, básicamente porque sus cartas están boca arriba desde el primer momento. Todo lo que tienen lo enseñan sin tapujos, sin miedos y sin vergüenzas. ¿Os acordáis de Ping Pong Club? Pues aquí llega un poco de ese humor típico japonés en dónde la perversión rezuma en cada uno de los fotogramas.
-Miradas con pechonalidad-

Colorful es una serie que mezcla muy bien dos conceptos que nos gustan de las series japonesas: su humor, absurdo en ocasiones, y su ecchi, basado muchas veces en la imaginación de los mangakas, pero también en situaciones de la vida cotidiana, por lo que podría decirse que Colorful tiene un poco de Slice of life. La mezcla de todas ellas es correcta, tanto que vuestros ojos llorarán por no aguantar más.

¿Alguna vez alguno de vosotros, en un momento de perversión máxima, llegó a pensar en hacer algo depravado? Los guionistas aquí no lo pensaron, lo hicieron "realidad". De las situaciones posibles que podrían suceder, las más esperpénticas e hilarantes harán aparición ante nuestros ojos. Pero no adelantemos situaciones, que antes quiero hacer un alto en el camino.

He de agradacer, aunque nunca será suficiente, a zjoniz el haberme descubierto este anime hace años, allá por 2003, justo cuando empecé con el ciclo de FP. Grandes también fueron los dos años que pasamos juntos la pandilla, con Suso y también con la loca de Trinity (pivón, pivón). Qué recuerdos, qué risas y qué desmadres. En fin, volvamos al presente.
-No recordaba así este juego, a la mía no se le quitaban las bragas-

Colorful es una serie muy juvenil y fresca con un humor gamberro, como escribí antes, pero también muy picante y erótica. Es este último adjetivo el que acompañará, de forma monográfica, el guión de los 16 capítulos del anime. Esta serie es un compendio de situaciones en las que los hombres, todos y cada uno de los hombres de este planeta (y aquí no valen excusas de ningún tipo), hemos sido retratados fielmente y sin medias tintas.

Alguna chica que nos lee (seguro que nos lee alguna chica, espero) dirá que no, luego dirá que sí y, al final, dudará de algún muchacho, pero yo ya os lo digo: sí, también lo hacen, y "en vuestro honor". Todos y cada uno de los chicos que veis y/o conocéis son unos cerdos en potencia, con más o menos futuro como pervertidos reconocidos, pero unos cerdos en definitiva. Aquí ninguno de nosotros va a tirar la primera piedra por estar libre de pecado, ya que ninguno lo está. Todos hemos visto escotes, las gomas de las tangas o cuando la pechugona de clase tenía las largas puestasHemos visto muslos, cachetes e innumerables cruzadas de piernas de las muchachas sentadas. Y todas estas situaciones fueron furtivas, con giros rápidos de mirada y despistes por vuestra parte. Sí, chicas, no podemos vivir sin vosotras y no podemos evitarlo, os necesitamos, lo cuál no quita que nunca nos sintamos satisfechos y siempre estemos echando una ojeada a los alrededores en busca del tesoro prohibido.

Todo esto que acabo de relatar puede resumirse en una sola palabra: panchira. Este vocablo japonés hace referencia a cuando una chica tiene visible la zona de la matrícula (he aquí un esquema con una chica), aunque también hace alusión a la acción por parte de los hombres de mirar de forma discreta o descarada esas mismas partes. En la serie, esta obsesión se dará en varias formas, sobre todo con las miradas en momentos clave, aunque tendremos, cómo no, al degenerado con una cámara de fotos o de vídeo para inmortalizar el momento.
-¡Ataque látigo cepa!-

En Colorful tendremos a unos personajes que se irán repitiendo en algunos capítulos, como el mencionado voyeaur, cámara en ristre, llamado Steve, un anglosajón que va buscando el reflejo del monte Fuji en los charcos, en los lagos o en cualquier superficie reflectante propensa a mostrar las intimidades femeninas. También tenemos a Hirokawa y a Itani, dos jóvenes universitarios que disfrutan con las clases de inglés (más bien con la profesora). No nos olvidemos del gran sensei de la espectacular atleta Aki Yamamoto (Ya-ma-mo-to, Yama-mo-to, Yama-moto...) en cuyo interior guarda una lucha constante entre su deber lectivo y sus instintos más básicos.

En el apartado técnico, no hay grandes puntos a destacar. El dibujo será normalito, sin exajerar. No hay detalles extraordinarios, ni trazos increíbles, ni una animación soberbia. El dibujo parece que lo he hecho yo en la servilleta de una tasca de mala muerte cuando estaba esperando a que me trajesen una cerveza. De todas formas, aquí no importa el dibujo, lo grande es la historia y lo que sucede. Lo que sí me gustó son los trazos de los ojos de las chicas, dando un toque muy femenino en ellos. Desde luego, un punto, a mi parecer, acertado.

Con respecto a la mezcla del audio y a la OST, igual que en el dibujo. Hay muchos efectos, pero no son veraces. No pidamos que el poco slice of life de esta serie tenga realismo máximo. Las situaciones sí que están ambientadas en hechos cotidianos, pero tienen un toque muy artificial y no parecen auténticas. Demasiada mezcla de efectos sonoros para hacernos reír. La OST va por el mismo camino. Se salva, quizás para alguien, el opening de la serie, pero eso es cuestión de gustos, como casi todo en esta vida.
-¿No hay tetas, digo zascas, esta semana?-

No, no los hay. Es una serie de humor absurdo con muy pocos minutos como para poder localizar un error garrafal en un argumento que ¡NO EXISTE! No hay un guión establecido para los personajes. No tenemos una presentación, ni un nudo ni tampoco desenlace. No sigue los paradigmas clásicos de las historias, por lo que no tenemos errores de guión de este estilo. Eso no quita que, si nos ponemos quisquillosos, podamos encontrar algún error. Claro que sí, pero no merece la pena nombrarlos, ya la serie no necesita más esfuerzos para hundirse. Si nombro alguno puede ser lo de verle la ropa interior a una chica que anda en bicicleta de noche y en una calle a oscuras en la que casi no se ve nada.


LA NOTA:

Si llego a ver una serie ecchi que obtenga una nota de A, juro que me retiro, pero la realidad es que este tipo de series no llega, ni de lejos, a semejante nivel. Colorful es graciosa, sí, pero no nos podemos sentir orgullosos si le entregamos un Globo de Oro a la mejor serie animada. Lo que sí le podríamos dar sería una palmadita en la espalda y las gracias a los creadores por hacernos pasar un buen rato, pero nada más. Pocos son los minutos de esta serie que podremos ver, ya que no llega a las dos horas si se suman todos los episodios, opening incluido. Lamentablemente, para los creadores, no hay forma de que la serie obtenga una nota mayor de una D.

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