AÑO X
Esta semana volveremos al rico fileteo yuri con...
> Yagate kimi ni naru (TROYCA, 2018, 13 CAPS)
Sinceramente, no sé por dónde empezar. Tengo tantas cosas en la cabeza que quieren salir a la vez, que el síndrome de C. M. Burns viene a mi mente en un esquema de lo que le ocurre a mi sesera. Así que voy a respirar tranquilo y relajado. Inspira, espira... Inspira, espira... ¡Ya me la han vuelto a colar! Cómo no, si es que me despisto y termina por abusar de mí hasta Carmen de Mairena. Aunque también he de confesar que poco o nada comprobé la serie en las webs especializadas en cuanto vi "yuri" como género principal de la misma. Si al final la cabra siempre tira al monte: Jorge con sus series de viajes en el tiempo y yo con cualquier tontería que se me ponga a tiro.
Pero antes de remangarme quisiera traer a la palestra un detallito que me voy encontrando en estos animes yuri. Un detalle muy curioso. En los harem vemos sí o sí que todas las mujeres (y algún afeminado) beben los vientos por el protagonista; Pazos64 ya nos lo confesaba en la entrevista del Pseudo-Podcast 5: todos los personajes de los shonen son iguales, yo hasta diría que el propio desarrollo de esas historias. ¿Y en los yuri, qué? Pues muy sencillo, parece que pegas una patada a una piedra y te salen 3 o 4 lesbianas. Por lo menos no empiezan a devorar a la protagonista o a quienes se encuentran ahí. Aunque sí me he encontrado otra característica común y es que los besos suben un peldaño en pasión, cosa que es de agradecer en unas historias románticas que, al menos, dan un aire distintivo del resto de romances con piquitos y besos cuasi infantiles.
"Yagate kimi ni naru" no iba a ser menos y la pasión que transpiran las protagonistas en sus momentos a solas no envidia a ninguna serie de amor japonés, es más, creo que hasta le da cierta parte de realismo. Sí, ese realismo que falta en otros animes románticos con tramas casi idílicas o llenas de clichés. Y no estoy diciendo que sean malas, simplemente que, comparándolas, vemos que unas van por el amor estandarizado y otras enseñan lo que podríamos hacer nosotr@s si estamos con un calentón del quince. Las protagonistas de esta historia nos lo muestran perfectamente.
Esta serie conocida también como "Bloom into you" versa sobre Yuu, una joven que entra en el instituto después de dejar atrás la escuela media. Como suele ser habitual en estos casos, algunas amistades se quedarán en la lejanía y otras, en cambio, continuarán el mismo camino. En este caso Yuu tiene a varias amigas que empiezan esta nueva etapa con ella. Aun así, todavía se guardan lazos y cosas pendientes de la etapa anterior, tal es el caso de una típica declaración de amor, como la que le hicieron a Yuu después de la ceremonia de graduación. Declaración, por cierto, sin respuesta por parte de ella. Un detalle que podría ser síntoma de que no es correspondido o que hay algo más detrás. En este caso, la pobre Yuu no es capaz de sentir el amor (me refiero al amor carnal/pasional hacia otra persona y no al amor por tener una relación familiar o de amistad), vamos que no se ve enamorada de nadie por más que se esfuerce en ello. Por eso acaba rechazando al pobre muchacho que se desnudó delante de ella mostrándole sus sentimientos.
Ahora contesto. Es aquí cuando debemos tener en cuenta la otra parte de la tortilla, perdón, de la relación que promociona la serie: Touko. Ella es la se encarga de dirigir el consejo estudiantil, a pesar de no ser la presidenta, ya que el elegido para este cargo está más ausente que el presidente de nuestro queridísimo blog. Pero a Touko le da igual, básicamente porque ella quiere presentarse a las siguientes elecciones y salir elegida (di que sí, no me seas como Saenz de Santamaría). El quid de la historia trata sobre un pequeño detalle de esta muchacha: siempre rechaza a quien se le declara porque no soporta salir o estar enamorada de alguien que lo está de ella (WTF?) y con Yuu tiene a su media naranja perfecta, puede sacar a la luz su lado más íntimo y desconocido mientras a la otra le da un poco igual. Vamos una historia del todo extraña.
Muchos son los fans que etiquetan este anime de auténtico romance o de los mejores. Mis cojones, 1, 2 y 3. Ah, no, dos, que el tercero es otra cosa. En Bloom into you hay poco de romanticismo y mucho de rarezas, la primera y más grande es la que ya nombré, la de enamorarse de alguien que no va a corresponderte, la segunda es la de salir con alguien que no le atrae para reírle la gracia mientras le mete la lengua y hace el molinillo en su paladar (de momento no se las vio metiendo las manos en el pan ¡Ay, el pan!), la tercera es la de un extraño muchacho que intenta "espiarlas" para saber cómo va su relación, vamos un voyeur de toda la vida, aunque yo prefiero llamarlo sociópata porque pregunta y habla con ellas para ver qué cara ponen con las cuestiones que les lanzan. También tenemos a la chica enamorada de una de las protagonistas y que no sabe si lanzarse o quedarse quieta (y así toda la serie), eso que no falte, la dichosa indecisa.
Si este jaleo de relaciones enfermas (no me refiero a la homosexualidad, sino a salir con alguien con la condición que no se enamore de ti y todas esas variantes arriba mencionadas; no me vengáis a tocarme las narices con cosas que no he dicho porque me voy a cagar en D...) no era suficiente, tenemos mentiras por doquier, planes extraños a futuro y personalidades que ocultan los verdaderos sentimientos que nos amenizarán los capítulos, porque en la variedad está el gusto. De eso no hay queja, ninguna, eso os lo aseguro. De lo que me puedo quejar, muy y mucho, es de esa manía con reventar el hype y dejarnos más fríos que Ötzi. Porque los guionistas de esta serie se lo han trabajado de tal manera que, cuando pensamos que va a haber salseo y conflictos entre personajes, al poco tenemos la conclusión y queda "casi" en el olvido, dejando como subtítulo de esta serie "todo tranquilo en el frente". De verdad, mira que podrían haberle dado más emoción, pero han hecho la historia romántica más anodina que he visto en mucho tiempo.
Y para anodino... no, no queda bien.
Sinceramente, no sé por dónde empezar. Tengo tantas cosas en la cabeza que quieren salir a la vez, que el síndrome de C. M. Burns viene a mi mente en un esquema de lo que le ocurre a mi sesera. Así que voy a respirar tranquilo y relajado. Inspira, espira... Inspira, espira... ¡Ya me la han vuelto a colar! Cómo no, si es que me despisto y termina por abusar de mí hasta Carmen de Mairena. Aunque también he de confesar que poco o nada comprobé la serie en las webs especializadas en cuanto vi "yuri" como género principal de la misma. Si al final la cabra siempre tira al monte: Jorge con sus series de viajes en el tiempo y yo con cualquier tontería que se me ponga a tiro.
Pero antes de remangarme quisiera traer a la palestra un detallito que me voy encontrando en estos animes yuri. Un detalle muy curioso. En los harem vemos sí o sí que todas las mujeres (y algún afeminado) beben los vientos por el protagonista; Pazos64 ya nos lo confesaba en la entrevista del Pseudo-Podcast 5: todos los personajes de los shonen son iguales, yo hasta diría que el propio desarrollo de esas historias. ¿Y en los yuri, qué? Pues muy sencillo, parece que pegas una patada a una piedra y te salen 3 o 4 lesbianas. Por lo menos no empiezan a devorar a la protagonista o a quienes se encuentran ahí. Aunque sí me he encontrado otra característica común y es que los besos suben un peldaño en pasión, cosa que es de agradecer en unas historias románticas que, al menos, dan un aire distintivo del resto de romances con piquitos y besos cuasi infantiles.
"Yagate kimi ni naru" no iba a ser menos y la pasión que transpiran las protagonistas en sus momentos a solas no envidia a ninguna serie de amor japonés, es más, creo que hasta le da cierta parte de realismo. Sí, ese realismo que falta en otros animes románticos con tramas casi idílicas o llenas de clichés. Y no estoy diciendo que sean malas, simplemente que, comparándolas, vemos que unas van por el amor estandarizado y otras enseñan lo que podríamos hacer nosotr@s si estamos con un calentón del quince. Las protagonistas de esta historia nos lo muestran perfectamente.
Pero, ¿qué nos relatan en estos 13 episodios?
Esta serie conocida también como "Bloom into you" versa sobre Yuu, una joven que entra en el instituto después de dejar atrás la escuela media. Como suele ser habitual en estos casos, algunas amistades se quedarán en la lejanía y otras, en cambio, continuarán el mismo camino. En este caso Yuu tiene a varias amigas que empiezan esta nueva etapa con ella. Aun así, todavía se guardan lazos y cosas pendientes de la etapa anterior, tal es el caso de una típica declaración de amor, como la que le hicieron a Yuu después de la ceremonia de graduación. Declaración, por cierto, sin respuesta por parte de ella. Un detalle que podría ser síntoma de que no es correspondido o que hay algo más detrás. En este caso, la pobre Yuu no es capaz de sentir el amor (me refiero al amor carnal/pasional hacia otra persona y no al amor por tener una relación familiar o de amistad), vamos que no se ve enamorada de nadie por más que se esfuerce en ello. Por eso acaba rechazando al pobre muchacho que se desnudó delante de ella mostrándole sus sentimientos.
-Visto esto, ¿todavía quedan dudas de si esto era un yuri?-
Ahora contesto. Es aquí cuando debemos tener en cuenta la otra parte de la tortilla, perdón, de la relación que promociona la serie: Touko. Ella es la se encarga de dirigir el consejo estudiantil, a pesar de no ser la presidenta, ya que el elegido para este cargo está más ausente que el presidente de nuestro queridísimo blog. Pero a Touko le da igual, básicamente porque ella quiere presentarse a las siguientes elecciones y salir elegida (di que sí, no me seas como Saenz de Santamaría). El quid de la historia trata sobre un pequeño detalle de esta muchacha: siempre rechaza a quien se le declara porque no soporta salir o estar enamorada de alguien que lo está de ella (WTF?) y con Yuu tiene a su media naranja perfecta, puede sacar a la luz su lado más íntimo y desconocido mientras a la otra le da un poco igual. Vamos una historia del todo extraña.
Muchos son los fans que etiquetan este anime de auténtico romance o de los mejores. Mis cojones, 1, 2 y 3. Ah, no, dos, que el tercero es otra cosa. En Bloom into you hay poco de romanticismo y mucho de rarezas, la primera y más grande es la que ya nombré, la de enamorarse de alguien que no va a corresponderte, la segunda es la de salir con alguien que no le atrae para reírle la gracia mientras le mete la lengua y hace el molinillo en su paladar (de momento no se las vio metiendo las manos en el pan ¡Ay, el pan!), la tercera es la de un extraño muchacho que intenta "espiarlas" para saber cómo va su relación, vamos un voyeur de toda la vida, aunque yo prefiero llamarlo sociópata porque pregunta y habla con ellas para ver qué cara ponen con las cuestiones que les lanzan. También tenemos a la chica enamorada de una de las protagonistas y que no sabe si lanzarse o quedarse quieta (y así toda la serie), eso que no falte, la dichosa indecisa.
Si este jaleo de relaciones enfermas (no me refiero a la homosexualidad, sino a salir con alguien con la condición que no se enamore de ti y todas esas variantes arriba mencionadas; no me vengáis a tocarme las narices con cosas que no he dicho porque me voy a cagar en D...) no era suficiente, tenemos mentiras por doquier, planes extraños a futuro y personalidades que ocultan los verdaderos sentimientos que nos amenizarán los capítulos, porque en la variedad está el gusto. De eso no hay queja, ninguna, eso os lo aseguro. De lo que me puedo quejar, muy y mucho, es de esa manía con reventar el hype y dejarnos más fríos que Ötzi. Porque los guionistas de esta serie se lo han trabajado de tal manera que, cuando pensamos que va a haber salseo y conflictos entre personajes, al poco tenemos la conclusión y queda "casi" en el olvido, dejando como subtítulo de esta serie "todo tranquilo en el frente". De verdad, mira que podrían haberle dado más emoción, pero han hecho la historia romántica más anodina que he visto en mucho tiempo.
-Igualito que el excelentísimo expresidente-
Y para anodino... no, no queda bien.
Y para rematar la faena... no, mejor otra cosa.
Y para cagarla con todo el equipo... no, demasiado flojo.
Y para coronar este montón de mierda, ¿qué podrían haber hecho? ¡Sí, reventar el final! Gracias TROYCA, cuando vengas por Europa te lloverán piedras. Todo gracias a un final, que no es final, que parece que hayan cortado el guion en el capítulo 6 y hala, ya está. ¿Cómo termina la relación? Nadie lo sabe. ¿Cómo termina la puta obra de teatro que llevan ensayando la mitad de la serie? Nadie lo sabe. ¿Qué pasa con ese triángulo amoroso? Nadie lo sabe. ¿Quién va a ver la próxima temporada? Yo lo sé, su abuela.
Bien, y tras este homenaje a la intervención griega, paso a revisar el tratamiento de los personajes. Si bien puede que parezcan algo malos por las descripciones que antes mencionaba, realmente no lo son. Este apartado es, quizás, de lo poco bueno que hay, porque hay mucho desarrollo de los mismos, con inquietudes, gustos, expresiones muy entendibles y hasta sufridas por muchos de nosotros. Los vemos y nos podemos incluso identificar en ese ambiente lleno de hormonas siendo unos jovenzuelos y comportándonos como inmaduros sin que nos preocupe prácticamente nada. He intentado recoger los principales de esta serie. Sé que me dejo algunos de importancia atrás, pero o no aparecen demasiado o incluso su papel no es tan destacable como para meterlos aquí:
>Yuu Koito. Olé su apellido. Es la protagonista del anime y con ella veremos la mayor parte de la historia. Comienza una nueva etapa en el instituto y, a pesar de lo joven que es, no tiene sentimientos de amor hacia otras personas. Según confiesa, es incapaz de enamorarse de alguien, aunque viendo el transcurso de los episodios me da en la nariz que algo empieza a revolotear en su estómago.
>Touko Nanami. Cuando la vemos en los primeros episodios, realiza las funciones de la presidencia del consejo estudiantil, aunque no ostenta ese cargo. Eso sí, va a presentarse como presidenta del consejo en las siguientes elecciones. Todo el mundo la conoce como la alumna perfecta, siempre colaboradora, presente para echar una mano y ayudar. No obstante, quizás no lo sea y oculte algo en ese comportamiento tan ideal. Todo porque me recuerda un poco a Yukino Miyazawa, de la serie Kare Kano que se comporta de forma parecida. También hay que indicar que es incapaz de enamorarse de alguien que ya lo está de ella. Resulta llamativo que le atraigan las personas con esa característica, sobre todo por la otra parte que no siente ni padece nada por ella.
-Sí, porque ahora no la tiene dentro-
>Akari Hyuuga y Koyomi Kanou. Son dos amigas de Yuu que comienzan, al igual que ella, una nueva andadura escolar y en el mismo centro. Antes ya coincidieron las tres en la escuela media. Ahora, incluso, comparten la misma aula. Poco se podría decir de ellas, ya que el guion no profundiza mucho en sus vidas pero, por fortuna, la historia guarda un sitio para Koyomi, ya que ayudará al consejo con un guion para una obra de teatro.
>Sayaka Saeki. Es otro miembro del consejo de estudiantes. Está muy unida a Touko y coincidió con ella en este centro, ya que antes estudiaba en otro más conocido por ser de alto standing. Aun así, Sayaka verá como es desplazada por Touko en algunas de las funciones del consejo a pesar de ser la vicepresidenta, en un movimiento que me recuerda al de Podemos con Pablo Iglesias y sus novias. Aquí Sayaka "Errejón" comprobará, frustrada, como Touko prefiere que Yuu la ayude, por ejemplo, como coordinadora de la campaña electoral y eso que la acaba de conocer como quien dice.
>Seiji Maki. Se une al consejo por la "costumbre" de colaborar que tenía en el colegio de primaria. Se le da bien trabajar en equipo y como apoyo, según dice. Descubre el pastel entre Yuu y Nanami cuando, despistado, vuelve a por un estuche que dejó atrás. Si llega a ser Lerche el estudio que está detrás del anime, el chaval se apunta a la merienda. Os lo digo yo, que de estas cosas obscenas sé mucho, lo pone en mi currículum.
Y tras este breve listado, pasamos a otra de las partes que más llaman la atención en esta serie: la animación. De buenas a primeras, la calidad y el mimo con que cuidan los dibujos y la animación enamorará a cualquiera, jugando incluso con la perspectiva de planos para hacernos ver un "3D" peculiar y muy llamativo cuando la vista de los personajes se centra en el POV de uno de ellos. Además, el cuidado en el detalle de los escenarios es abrumador, muy completo y sin fallos. Me encanta los juegos de enfoque, el efecto bokeh y, sobre todo, esos planos secundarios cuando hablan los personajes y nos muestran las reacciones instintivas ante lo que les cuentan o lo que confiesan. Es importante esto, porque las manos de los personajes nos revelarán sentimientos ocultos o, incluso, nos los confirmarán si ya sospechábamos algo. Un aspecto agradable porque nos complementa el más que manido plano de medio cuerpo.
Pero no todo van a ser buenas palabras sobre este apartado. A partir de la mitad de temporada, la calidad decae bastante, perdiendo detalles en los personajes, animaciones un poco "raras" y falta de ese cariño con el que nos conquistaban al principio. De todas formas, esto no es impedimento para poder ver el final de la serie porque la pérdida no es tan grande como para notarla en exceso. Por poneros un ejemplo sería como pasar de 4K a 1080p. Así de simple.
-Querrás decir un descanso, disléxica de los cojones-
Y simple también es la OST, con temas instrumentales en la inmensa mayoría de momentos, aunque también con muchos silencios musicales, dejándonos con los personajes y con el sonido de fondo que, por cierto, es excelente, porque, a pesar de estar con un volumen bajo, notamos que está ahí. El estudio juega con esto y nos dará muchos momentos íntimos que juegan con música y sin ella, para un instante breve, y conseguir erizarnos el pelo. No fue así en mi caso, pero lo que consiguieron fue que me mantuviese pegado a la pantalla sin mucho esfuerzo porque las ansias de saber qué pasará no se van y esto es la gracia de la serie, saber cómo va a terminar este mejunje de jóvenes extraños con unas relaciones fuera de lo común.
Como apertura tenemos un tema llamado "Kimi ni Furete" cantado por Riko Azuna. Además, tiene otra participación en un anime de MadHouse de 2019 llamado Boogiepop wa Warawanai. El ritmo pop de la canción no llamará mucho la atención, pero sí lo hará la animación de un opening repleto de flores coloridas con otras que empiezan a marchitarse. En el ending, titulado "hectopascal", cantan las seiyuu de las protagonistas, Yuuki Takada (Yuu Koito) y Minako Kotobuki (Touko Nanami), en un tema electrónico y muy rítmico cuyos acordes se pegarán a nuestras neuronas y querremos escucharlo una vez tras otra. La animación es llamativa, con las protagonistas sosteniendo dos vasos unidos por un cordel rojo, al estilo del hilo del destino, y moviéndose éste al ritmo de la base musical.
Y como novedad tenemos otro apartado en este análisis que, espero y deseo, no se repita en el futuro, porque si no, van a llover mamporros a mano abierta. En este apartado os traigo la opinión qué
-Y por esta razón, este anime no tiene final-
LA NOTA:
Se termina esta reseña sobre uno de los últimos yuri que voy a tocar por un tiempo. No digo que no me gusten, pero se ha convertido en la repetición de un patrón que ya me sé de memoria. Quizás me atreva con otra serie del estilo en un futuro, pero siempre que haya alguna novedad o tenga ganas de cambiar algo el estilo de las series que vaya trayendo. Quién sabe. De lo que estoy seguro es que la famosa tijera de los animes ha vuelto, pero que no cuenten conmigo para una segunda temporada, o tercera, o cuarta, o vayan ustedes a saber. Esta primera no tiene la calidad que muchos aseguran, sobre todo por el detalle de acabar con el hype cuando parece que la cosa empieza a ser interesante. Eso me mató y el no-final dio la confirmación a un invento que no hay por dónde cogerlo, a excepción de pequeñas cosas como los personajes (por raros que parezcan) y una buena animación de inicio. Por esta razón, Bloom into you, se queda clavada en la E de nuestro sistema de valoraciones.
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