Kareshi Kanojo no Jijou (a.k.a. Kare Kano)

AÑO 5



Esta semana volveremos a oler cierto culo con…


Kareshi Kanojo no Jijou (a.k.a. Kare Kano) (GAINAX, J.C.Staff, 1998, 26 CAPS)



Iba siendo hora de J.C.Staff, ¿no? Ya tocaba XD. Me cago en Di*s, aun por encima con GAINAX de la mano, pero es lo que hay, tengo un listado interesante y casi obligado de series del siglo pasado que hay que visualizar para conocer en el mundo animado japonés actual. De momento, van unas pocas como Rurouni Kenshin (I y II), Trigun, Excel Saga, Golden Boy o Cowboy Bebop. Muchos quizás no lo sepan, a parte de este listado, también tengo otros que se podrían etiquetar como “premiados”, “poco conocidos/tapados”, “odiados/amados” o, incluso, aquellos con una animación/estética peculiar.

No obstante, el que tenemos entre manos, como indiqué más arriba, trata de un romance, con toques de humor (bastantes, a decir verdad) y algo de drama. Podría decirse que cumple a raja tabla los géneros de historia de amor, mas esto no quiere decir que sea una historia igual a otras tantas, aunque suceda en un instituto… de preparatoria… En serio, que no tiene por qué ser un calco a otra de tantas historias en el anime que cumplen esas condiciones XD. Por lo menos no hay poderes mágicos.

Si os ponéis quisquillosos, existen matices, giros en la historia, personajes y, sobre todo, formas de gestionar los géneros que hacen diferenciar perfectamente animes como el que tenemos entre manos de, por ejemplo, la “maravilla” que “ni seca ni no seca”, o sea, Nisekoi, o de una joya del dibujo como es Golden Time. Por esa razón no estamos asqueados de historias de amor, porque siempre nos sorprenden con algo nuevo.

En este caso, la novedad, en 1998, era la siguiente: Yukino es una joven estudiante de preparatoria. Es guapa, inteligente, amable, colaboradora y un modelo para muchas compañeras que quieren llegar a ser el número uno en lo que se propongan. Sin embargo, existe un “detallito sin importancia” que resulta ser la fachada en esta forma de actuar. Vamos, que todo es falso. La pobre Yukino es muy vanidosa, descuidada, algo bruta al hablar y actuar y no siempre va arreglada como sucede cuando va al instituto. Además de todas esas lindezas, la pobre muchacha es muy competitiva, tanto que se desquicia con un compañero nuevo en su clase, Arima, que la termina desbancando de todos los primeros puestos en los que se encontraba. La sorpresa, en este caso, es que Yukino, como Arima, están con la guardia baja y terminan cayendo, mutuamente, en las garras del amor.


-Vaya, vaya... Cómo han cambiado los monolitos de Seele-

Tras esta compleja sinopsis, veremos cómo la historia de este anime nos lleva por derroteros poco habituales en las series que salen desde Japón. Haciendo alusión literal al título de este anime, las relaciones entre estos dos estarán afectadas por las circunstancias personales de cada uno. Los miedos, los anhelos, las condiciones familiares, las amistades y los compañeros de instituto (también profesores, no nos olvidemos) condicionarán el amor entre estos dos personajes. Aunque me quedaría corto si dijese que solo son ellos dos los afectados. Sorprendentemente para muchos, entre los que me incluyo, las circunstancias también afectan a los demás, es decir, cada uno tiene sus condicionantes en sus relaciones con los demás, sean con los protagonistas o con amigos o familiares. Aquí está la maravilla de este anime. Veremos el porqué de los comportamientos, el porqué los personajes actúan de forma rastrera o amable con otros. Si os gustan las series en las que el guion profundiza hasta conocer los miedos y las filias de cada uno, éste es vuestro anime, no lo dudéis. Por poner un ejemplo, conoceremos la vida pasada de un personaje tan secundario como el padre de Yukino y de su relación con la madre de ella (me refiero a la madre de Yukino), cómo se conocieron, cómo se hicieron amigos, compañeros de instituto, novios y, más tarde, matrimonio. No obstante, hay más personajes. Los más importantes son los siguientes:

>Yukino Miyazawa. Es la protagonista del anime. Además de ser ese personaje cuya personalidad pública es un papel social, veremos cómo evoluciona y deja atrás esa actitud para dar un paso adelante en su madurez.

>Souchirou Arima. Es el protagonista de la historia. También estudiante de preparatoria, competirá con Yukino por alcanzar el primer puesto en la “escala” social y académica, convirtiéndose así en rival primero, amigo luego y después… ya lo veréis :P

>Tsukino y Kano. Son las hermanas de Yukino y estudian en la secundaria. Ambas aconsejan y critican (sobre todo esto último) a su hermana mayor cuando debería de ser lo contrario.

>Hiroyuki y Miyako. Son el padre y la madre de las tres chicas. Él es sobreprotector con sus hijas, además de muy vanidoso (ya sabemos quién heredó ese defecto). Ella es muy amable y atenta, aunque por lo poco que actúa en la serie, poco más se puede adivinar. Eso sí, ambos son tan jóvenes que, en vez de Kare Kano, podíamos hablar de “Al salir de clase”.

>Los padres (o no) de Arima. Realmente son sus tíos, ya que sus padres dejaron de atenderlo. Sus tíos cuidaron de él para darle lo mejor, aunque el resto de su familia desearía verlo fuera de la misma. Solo le falta que deseen verlo muerto.

>Hideaki Asaba. Es amigo de Arima. Intenta cumplir el sueño casi imposible de montar un harem de chicas guapas.

>Maho Izawa. Acaba por convertirse en la mejor amiga de Yukino pasado el tiempo. Poco más puedo decir de ella, ya que no hay ningún episodio que explique su personalidad, solo la causa de un enfrentamiento con Yukino.


-Cuando tu harem lo compone tu mujer y menores de edad ¡que son tus hijas, degenerado!-

Existen, cómo no, otros muchos personajes más secundarios, como las amigas de Yukino, un antiguo amigo de Arima o el profesor que intentará interferir en la relación entre los protagonistas, pero no con aviesas intenciones. No obstante, si antes daba buenas noticias acerca de los personajes y su implicación en el anime, debo mostraros las malas acerca de esto mismo. A pesar de la excelente profundidad que obtendremos de los personajes más importantes, otros no aportarán tanto como deberían, quedándose en una ligera explicación que se queda corta comparándolos con otros.

Otro de los detalles que no son correctos, jugando con la profundidad de los personajes, es el olvido de los protagonistas en favor de otros. No me refiero a uno o dos episodios puntuales, es mucho peor. Pasamos de cómo va la relación entre Yukino y Arima a profundizar en otros y olvidarnos de los dos protagonistas. Tanto que solo en unas pocas escenas nos recordarán de qué iba la serie.

Esto es respecto al tratamiento de los personajes en la historia. Si me paro en la propia historia de este anime, la cosa va a peor. De un comienzo fantástico en un romance y de una continuación excepcional, pasamos a un popurrí de momentos capítulo tras capítulo que nada tienen que ver con lo anterior, preguntándonos, como explicaba antes, qué tipo de serie estamos viendo. Esto, por extraño que os parezca en un anime, es el sello de identidad de Hideaki Anno. Sí, señoras y señores, a parte de las situaciones en las que disfrutaremos de los putos semáforos de trenes, pasaremos a los de las carreteras, a preguntas interiores que nos recordarán a las de Evangelion. Y si esto os parece poco, os describo el error más grave de esta serie: la narrativa. Ya de buenas a primeras tenemos una cosa bastante utilizada antaño, pero no a día de hoy porque es odiada. Me refiero a los resúmenes de episodios anteriores al principio de cada uno. No molestaría tanto si fuesen 30 segundos, pero hay capítulos que hasta el minuto cinco, ¡CINCO!, no empezamos a ver el verdadero episodio, siendo bastantes más de los deseables. Es más, en el capítulo 15 no terminará esta tortura hasta el minuto 14:20. Su pu*a madre.


-¡Anda! ¡Si es Aikurou Mikisugi de joven!-

Pero no he acabado. Ni de coña. Es recordar el episodio 24 y ya me entran escalofríos recordando las paranoias mentales. Bueno, eso y una jeta de Hideaki de mucho cuidado. En el susodicho capítulo 24 tenemos dos opening. Sí, habéis leído bien, dos, como los “petit suisse” que merendaba cada tarde cuando era pequeño. Esta aberración de número par (me refiero al capítulo) tiene un resumen después del 2º opening. ¿Y qué viene después? Efectivamente, otro resumen. ¿Y después? El ending. ¿Qué? ¿Cómo se os queda el cuerpo?

No contesto con esto, voy a repartir un poco de la mierda que tuve que tragar con esta serie, para que no me sienta solo y sucio después de que Anno se despachase a gusto. Es la hora de la animación. A pesar de ser una serie de 1998 cuya calidad técnica no se puede comparar con obras del calibre de Cowboy Bebop o Trigun, sí existen unos mínimos que ni siquiera se cumplen. De una primera mitad cuya calidad en el dibujo no importa tanto gracias a detalles como el blanco y negro y la simplicidad de trazos para mostrar momentos más emotivos, pasamos a una segunda donde se abusa de fotografías en blanco y negro con un fondo de color uniforme; pasando por experimentos como el episodio 19, casi sin colores, sin profundidad de escenas, sin movimientos… ¡si para ir al instituto han pegado un dibujo cutre de Yukino a un palo de helado y lo han paseado por una calle real, y por este término me refiero a imagen real, de ladrillo y asfalto. Eso sí, para el final he dejado lo mejor, el postre. Un capítulo con imágenes estáticas al estilo manga, sin movimiento, con una voz en off relatando pensamientos y acciones y por encima las voces de los personajes. ¡Qué delicatessen! ¿Lo mejor? Cortan la historia sin terminar después de un montón de filosofía de gili**llas, en honor a su director.

Pasamos a otra sección y así aprovecho que el ventilador está esparciendo con fuerza. Tenemos una OST bastante simplona, con algunos momentos álgidos, no obstante, no será la tónica general de la serie. Por ejemplo, la música en los momentos más íntimos de los protagonistas es deliciosa. También habrá otros detalles llamativos, como que pongan “II Air [Suite Orquestral No. 3 en Re Mayor, BWV 1068]” y venirnos a la cabeza a Asuka cagándose en todo lo que se menea, ya fuese por el inútil de Shinji o por tener a Anno de director. No sé qué será peor. Sin embargo, en el resto de la serie, el sonido pasará sin pena ni gloria gracias a un tratamiento pésimo en la calidad general del anime.

Tendremos un único tema de apertura, Tenshi no Yubikiri, de música J-Pop muy suave, cuya animación está ocupada mayoritariamente por los protagonistas. Juegan con las promesas (dedo meñique presente, cómo no) y los blancos y negros juntos con escenas a color. Aparecen también otros personajes, pero de forma breve. En cambio, el ending titulado ‘Yume no Nakae’ ofrece más variedad, incluso un detalle que es el paseo por diferentes zonas de un instituto y de la ciudad, pero también se quedan sin ideas y se ponen a grabar cualquier cosa como un gato que está quieto. Y digo yo, ¿qué culpa tiene el gato? ¡Dejadlo vivir! A que llamo a los de PETA... Eso sí, el cierre no está animado, sino que es una grabación de vídeo, o sea, imagen real. Esto, por llamativo que parezca, solo obedece a algo que queda claro visto el panorama de tijeretazo a partir de la segunda mitad de la serie: sale más barato que animar. Igual que poner a las dobladoras delante de un micro a resumir el avance del siguiente capítulo.


-¡Dale, Son Goku! ¡Mátalos a todos!-


LA NOTA:

De verdad, estoy cansado. Paso incluso de las curiosidades, zascas y demás, como la tontería de que un sombrero salga volando de la cabeza de Yukino con tanta fuerza que lo eleva decenas de metros y que a ella no le arranque la "almendra".

Me esperaba otra cosa de esta serie, algo más serio, mejor hecho y sin tomar el pelo al espectador. De algo tan llamativo como el comienzo de una relación entre adolescentes, pasamos a “los amigos de” y luego a otras tonterías variadas, olvidándose por completo de la trama principal. Si a eso le sumamos las paranoias filosóficas que no van cogidas de la mano de la trama, pues se logra que la serie se haga pesada y hasta aburrida, dejándonos con un bofetón en la cara cuando parecía que la cosa podía medio remontar y terminar de una forma “decente”. Pero no, mola dejar todo hecho un cristo y luego pensar que “ya se arreglará con una segunda temporada. Pues estamos esperando. Mientras tanto, les dejo con un cagarro en la bandeja en forma de E. Que les aproveche.


-Tengo una carta abierta para Hideaki: vete a tomar por culo, Anno. A este blog no vuelves en mis análisis. He dicho-

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