Konohana Kitan

AÑO 8



Esta semana sobreviviremos al ataque de los furros con...


>Konohana Kitan (Lerche, 2017, 12 CAPS)


Pues empezamos bien el año con una de las fobias tan marcadas de este milenio: los animales antropomorfos. Vale que a mí ni me va ni me viene, pero sí es cierto que muchos de los que están aquí leyendo estas líneas (y también gente que conozco) no quiere verlos delante. No es que les dé miedo, sino es que son intolerantes a ciertas tendencias que van a acabar tan mal como los pulpos de la playa. Así que, mejor no, dejemos esa parte apartada y enterrada.

Sin embargo, con algo hay que empezar el año y no viene nada mal que Lerche sea esa primera toma de contacto (por mi parte, Jorge ya repartió la suya la semana pasada) con que pongamos la primera piedra de los análisis de este 2022. En mi caso, y os voy a ser sincero, estuve enterrado otra vez en los juegos. Por fortuna no fue por mucho tiempo. En este caso le tocó a Huntdown, una maravilla típica de la década de los 80 que refleja fielmente el género de las películas por aquel entonces con una estética pixel art fabulosa. Muy recomendable.

-Dani, no has tardado mucho en ir por las ramas y no contar el porqué traes esta serie al blog-

Bueno, en parte ya lo dije: es de Lerche y, aunque parezca mentira, no hay tetas salvajes deseosas de un lametón. Que sí, que hay pechos sueltos por ahí, pero nada exagerado que no lo tape un poco del vapor que desprenden las termas o los mechones de pelo de las protagonistas. También quiero recalcar que no hay chicos con media neurona incapaces de respetar la distancia de seguridad. Si no entendéis mucho lo que os estoy comentando, a ver si la sinopsis os lo aclara un poco más.


>Sinopsis

Yuzu es una joven zorro que deja lo que fue su corta vida, bajo el cuidado de una sacerdotisa, para empezar una nueva etapa en una pensión llamada Konohana. Allí tendrá que aprender de los cuidados exquisitos que dedican las doncellas a sus clientes a base de ensayo y error. Poco a poco no solo conocerá al personal de esa pensión, el cual formará parte de su círculo de amistades, sino que servirá como pieza clave para acontecimientos futuros que, aunque nos parezcan importantes, solo son destacables y los vemos con perspectiva.

-El festival de los CDR-


>Guion y narrativa

Ha sido un poco escueta, lo sé, pero esto tiene una explicación convincente: se trata de un slice of life. Ya por esta razón, no cuento detalles importantes en la trama de la historia, ni tampoco otros aspectos del desarrollo de la misma, por lo que os lo dejo claro desde este momento: si queréis saber más, os toca verla. No es que tenga acciones en el estudio que está detrás de la adaptación del manga homónimo creado por Sakuya Amano y que tiene su papel figurante en la serie animada (desconozco si en el manga también, eso que nos lo confirmen en los comentarios) detrás de una máscara de gato. En el episodio 12, minuto 4:03 la podremos ver.

Lo que sí puedo comentar son los conceptos generales como el desarrollo o narrativa de la historia. Comienzo por el primero. Siendo un slice nos podemos encontrar muchas cosas, lamentablemente, la estadística no suele mentir y los desarrollos no son los mejores en la mayoría de series de este género. Aquí no va a ser diferente y en muchas ocasiones nos pararemos a pensar qué es lo que estamos haciendo delante de la pantalla viendo esta serie. Y es que la evolución en la trama suele ser escasa, concretamente, puntual. Llegados a esos momentos, nos encantará el giro que nos presentan y la serie nos acabará enganchando más, pero volveremos al punto de partida. Y eso no es bueno porque 
corta el ritmo de una manera tajante.

Respecto a la narrativa, Konohana Kitan se basa (y mucho) en algo que suele gustar como es el folklore japonés. Lo bueno de esto es que trata temas y leyendas que no son los más comunes que hayamos visto en series y películas. Por poner algún ejemplo, hablan de Baku, una criatura que devora pesadillas para acabar convirtiendo esos sueños incómodos en agradables o de la leyenda de Nakatsu Kuni como referencia a ese Japón antiguo que se mezclaba con el mitológico. Lo maravilloso de esto es que da pie a buscar más información en internet y a aprender más de la cultura japonesa fuera de las típicas fiestas que se muestran en las series.

-Pase por consulta y se lo demuestro-

De todas formas, algo que tiene y para bien es la forma en que se narran las diferentes historias para que,
 al final del capítulo, converjan en un único camino argumental que termine por volarnos la cabeza. No sucederá en todos los episodios (ya me gustaría), pero afortunadamente si en varios, incluyendo el del final.

Y de eso quería hablaros. Es extraño que un slice tenga un final cerrado y éste no iba a ser menos. El giro puede que sorprenda a más de uno, aunque yo ya me olía algo de la tostada (bien, estoy contento por no oxidarme del todo XD). No es para nada malo y a más de uno le dejará con ganas de más historias, pero eso es algo que el tiempo nos dirá.


>Personajes

Para los más entendidos, los personajes son parte primordial en la gestión de un buen slice of life. Esto se sabe de sobra y, si seguís los análisis que vamos haciendo, lo repetimos casi en cada uno de ellos. En esta ocasión no iba a ser diferente. Todos y cada uno de ellos están bien desarrollados. Tienen una personalidad definida y muy característica. Sin embargo, las pegas afloran con rascar un poco la superficie. Casi no evolucionan. Tenemos una lista de características para cada uno y se quedan ahí, casi sin cambios. El único personaje en el que notamos cambios es la protagonista, Yuzu, que va aprendiendo y "madurando" con el paso del tiempo.

No obstante, esto que os acabo de comentar no es óbice para crucificarla, pero sí que pierde enteros en la calidad general, por muy buenas que sean las historias o los giros que nos relatan. La monotonía se hace palpable y remarca la sensación de estanqueidad, como si dejase de fluir la narrativa para encontrarnos en una sitcom que no sabemos a dónde nos va a llevar. Esto es la parte que más lastra al anime que tenemos entre manos, como si lo hubieran descuidado. Ya sea a propósito o no, eso que nos lo confirmen los fans del manga que hayan visto el anime.

-¡Hay que arreglarlo ya! ¡Ya tiene fisuras!-

Lo que más extraño de todo esto que os estoy comentando es el detalle de tener un elenco de personajes es bastante limitado. La mayoría de ocasiones tendremos a los mismos cuatro personajes y algunos secundarios que aparecen por ahí y cuyo papel está copiado de capítulos anteriores, notándose repetividad y rutina. Tal es el caso de la jefa de empleadas o también de Okiku, que siempre se queja de que ese no es su nombre pero ni siquiera nos dice el verdadero. Tiene cojones la cosa.

Os dejo, a continuación, con el listado de personajes principales de la serie:

>Yuzu. Es la protagonista. Llega a la pensión para aprender el oficio (de camarera, mal pensados) y, aunque le cuesta un poco al principio, luego se adapta sin mayor problema. Es joven e inocente y ese comportamiento pueril hace que a algunas de sus compañeras le irrite su inmadurez, aunque resulta de utilidad para darse cuenta de determinadas cosas que les ayudan en momentos puntuales.

>Satsuki. Muy trabajadora. Parece que su prioridad es su reputación quedando por encima de los demás a base de esforzarse. Al igual que consigo misma, es muy exigente con los demás. Esto puede ser a causa de su fuerte carácter, que le hace parecer siempre enfadada.

>Ren. Para ella, el aspecto físico es primordial porque piensa que la primera impresión es la más importante (y razón no le falta). Aunque en realidad es bastante egoísta, se comporta amablemente por el qué dirán. Esto contrasta con su faceta de regañona cuando una compañera de la pensión descuida su aspecto. Además, tiene misandria o, lo que es lo mismo, odio a los hombres y esto le puede llegar a causar algún que otro problema. Lo más curioso de esto es que está encaprichada con Nacchan, podría decirse que hasta enamorada, teniendo esta última un aspecto y forma de vestir algo masculina.

>Natsume. Es bastante despreocupada. Le gusta gastar bromas, aunque éstas no tengan gracia (por lo menos a mí no me parece que las tengan). Ronca tanto que hasta parece que la pensión esté temblando. A pesar de su pasotismo en algunas ocasiones, cuando la cosa se pone seria, no duda en salir a defender a sus compañeras de tal manera que parece ser una persona completamente diferente.

>Sakura. Es la más rara de todas. Es muy callada y, cada vez que habla, se vuelve casi un evento extraordinario, al menos para nosotros. Es la más pequeña en estatura y también la más desentendida de las doncellas del lugar, dejando alguna tarea a medio hacer solo para descansar. Tan diferente es de las demás que no nos extrañan para nada unas obsesiones que rozan la psicopatía cuando ve a Okiku y quiere cortarle el pelo para que parezca una loca.

>Kiri. Es la responsable de las doncellas de la pensión. Es otra zorra y por esto me refiero a la especie, no estoy soltando un comentario despectivo. Es la mayor de todas las doncellas y, quizás por esto, tenga conocimientos que las otras carecen y que les sorprenden. Es más, incluso a nosotros nos dejará alguna vez con la boca abierta por lo natural que encaja algunos hechos extraordinarios.

>Okiku. Es una muñeca maldita que llega a la pensión para que sea purificada. Me resulta gracioso que en un santuario no puedan hacerlo y la dejen allí (cosas del guion). Las chicas de la pensión terminan por cambiarle el aspecto de antigua muñeca tétrica a algo más idol y afable, cosa que también hace que su comportamiento vaya cambiando a uno mucho más jovial.

-Mr. Bean tendrá su momento en pantalla-

>Hiiragi. Es la hermana de Satsuki. Ella es sacerdotisa del templo de la ciudad (se me hace extraño que se le llame así y que no tenga más habitantes que un pueblo de los tantos que tenemos por Galicia). Es la hermana mayor de la familia y sus padres tuvieron que mandarla al templo por ciertas razones que nos contarán en la serie y que, con el paso de los capítulos, se irán complicando de tal manera que al final no sé si fue el azar, cosas de los padres, la incompetencia por parte de ella… un cristo. Sin embargo, lo que nos queda claro es que esta joven es una embaucadora de atención. Será imposible que la gente no se fije en ella.

>Tsubaki. Es la dueña de la pensión. Parece reservada y muy exigente en el trabajo, pero nada más lejos de la realidad. Esta adulta kitsune regenta la pensión y solo al final sabremos algo de su pasado, dejando el resto de los capítulos apartado a este personaje exceptuando contadas ocasiones donde no nos mostrarán mucho de su personalidad.


>Animación

Respecto a la animación tendremos claroscuros muy marcados. Por una parte, la calidad en el detallado está fuera de toda duda, manteniendo un nivel más que aceptable en todos y cada uno de los puntos en los que nos fijemos. De verdad, Lerche en este aspecto hizo un trabajo sobresaliente. Además, tenemos una gama cromática que, a pesar de no abusar de tonos oscuros o de las sombras, no nos parecerá una serie muy luminosa. Sin queja en ese aspecto.

-No quiero saber cómo se llama ese juego-

Sin embargo, la pega más grande está en la animación. Vale que no tendremos problemas en la mayoría de metraje, pero una buena parte de él abusan de una técnica que se utilizaba en la década de los 80 y 90 para ahorrar costes y, sobre todo, tiempo: el poner una escena fija mientras se mueve la cámara por la imagen y, de fondo, sonando la escena normal, como cuando un personaje canta y está estático con la boca abierta.

Lamentablemente, esto nos deja claro un menosprecio por el trabajo que tienen entre manos porque, aunque estemos en 2022, esta serie es de hace 5 años y, en 2017, la tecnología era lo suficientemente buena como para evitar estos resultados. Otra cosa es que el acuerdo para la adaptación fuese muy poco ambicioso y la autora solo ansiaba un fajo de billetes sin esperar algo bueno a cambio.


>Sonido

Respecto al sonido, tenemos una calidad en las grabaciones y efectos muy buena, como viene siendo habitual en los animes de los últimos 10 años. Raro será la serie en la que el mínimo de calidad no se cumpla. La mezcla de sonido está bastante bien y suple, con creces, la poca riqueza de los sonidos de ambiente que utilizan en la serie.

La banda sonora es bastante simple, con temas instrumentales como viene siendo habitual. Poca novedad respecto a este detalle según las últimas series que veo. Me parece algo raro y una tendencia que ha venido para quedarse.

En cuanto al opening, tenemos a eufonius que nos trae Kokoro ni Tsubomi. Quizás a Jorge García le suene un poco este grupo (apuesto a que no) porque colaboraron en Grisaia no Kajitsu. También tienen otros temas en True Tears, Futakoi o Himawari!

En cuando a los ending (sí, hay varios) os voy a colocar un listado para que sea más fácil de leer:

>Capítulos 1-3. Konohanatei Nakai no Kai nos trae Haru Urara, Kimi to Sakihokoru. No he logrado localizar al grupo, así que, no tengo más información. Lo lamento.

>Capítulos 4-6. Ayaka Suwa y Risa Kubota (las seiyuu de Natsumi y Ren) nos traen Natsuzaki Koi Hanabi.

>Capítulos 7-9. Ai Kakuma y Manami Numakura (las seiyuu de Sakura y Kiri) nos traen Akanezora, Kimi Mau Kouyou no Sanpomichi.

>Capítulos 10-12. Yuko Ono y Sawako Hata (las seiyuu de Yuzu y Satsuki) nos traen Yukibana Kirameku Ieji nite.


LA NOTA:

Cierto es que, para tratarse de un slice of life, resulta un poco flojo, sobre todo hablando de los personajes. Sin embargo, lo bueno que tiene es que enredan las tramas dentro de los capítulos de tal manera que nos sorprenderán para bien llegado al final de los mismos. Aun así, no es para echar cohetes. La historia parece estancarse muchas veces y, si sumamos a este hándicap el detalle de que los personajes parece que se repiten en algunas situaciones, nos viene a la boca un regusto a repetición que no es agradable, más si cabe tratándose de una serie de 12 capítulos.

Podrían haberlo gestionado mejor, no obstante, esto no fue así y los "currantes" de Lerche (véanse las comillas) han preferido meter la quinta y salir disparados dejando las buenas maneras atrás. La serie puede resultar aburrida, en efecto, pero tiene un enganche es que el folklore japonés y los giros (muy bien gestionados) que nos pueden mantener pegados a la pantalla si tenemos paciencia. Pero estamos en un mundo en el que esto escasea y pocos son los que se pueden quedar hasta el final. Yo me quedé porque tenía que analizarla, que si no, ya hubiera cerrado el reproductor mucho antes. Es por todo esto que Konohana Kitan alcanza la D de nuestro sistema de valoraciones.

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