Kono Bijutsu-bu niwa Mondai ga Aru!

AÑO 10



Esta semana pintaremos la mona con…


>Kono Bijutsu-bu niwa Mondai ga Aru! (A.K.A. This Art Club Has a Problem!) (feel., 2016, 12 CAPS)


Y no me refiero al refrán "cuando la mona vestida de seda, mona se queda" si no a coger pinceles y brochas y dejar volar nuestra imaginación. Eso sí siguiendo unos patrones estéticos determinados, porque la belleza no surge así de la nada, sino que tiene que tener cierta simetría y orden, sino sería un estercolero. Y ya os puedo advertir que los estercoleros no son bonitos, a menos que vivas en el campo y tengas que plantar patatas. Bueno, ahí tampoco lo son.

Esta semana os voy a comentar la causa de por qué está este anime en el blog, siendo el origen la búsqueda de un ending para Konohana Kitan (uno de los cuatro que tiene). En ese momento, un vídeo salvaje apareció en el resultado de YouTube y me llamó tanto la atención que terminé por anotar el anime. ¿Podría haber copiado el enlace del vídeo que me llamó tanto la atención? Por supuesto. ¿Lo hice para poder mostraros ese anzuelo que mordí? Por supuesto… que no. Así que ahí os quedáis, con las dudas. Sin embargo, no os ofendáis porque yo sé cuál fue. Mentiría sin dudarlo pero, lamentablemente, no me acuerdo de cuál fue. Juro que me esforcé. Estuve buscándolo durante unos 15 minutos y pasé de largo. Los esfuerzos han de ser contenidos, no vaya a ser que me dé un golpe de calor en los cojones de tanto sudar. Para compensar, me los rascaré un poco mientras escribo este análisis. Para que luego no digan que no le doy un toque personal los análisis. Solo me falta pasarlos por la pantalla.

¿Os acordáis de Konohana Kitan? Es aquella serie donde un montón de chicas zorro regentaban unas termas. ¿Qué tienen que ver unas zorras con el arte y por qué el algoritmo de YouTube enlaza cosas tan variopintas como furros con pechugas y una serie escolar? No lo sé. ¿Qué tienen que ver las peras con las manzanas? Eso es algo que habrá que preguntarle a la exalcaldesa del café con leche in plaza mayor. ¿Qué tienen que ver los puticlubs con la política? Mucho, corazones, después de una buena comida siempre vienen los negocios. Pero bueno, quitándonos de tonterías, es hora de que suelte la otra mano y empiece a teclear como es debido para que esta reseña no se alargue tanto como mi abogado samoano. Así que, sin más dilación, pasamos a la…


>Sinopsis

Mizuki es una joven que cursa secundaria y que está en el club de arte. Ella se pasa casi todos los días por el aula de su club para terminar el cuadro que tiene pendiente. En este caso, un bodegón de manzanas. ¿Por qué manzanas y no otra cosa como, no sé, girasoles? Quizás porque tenga las dos orejas, pero no nos vayamos por las ramas.

Ella le pone mucho empeño en mejorar en calidad y conseguir unas obras de las que realmente se pueda sentir orgullosa. No así de las que pinta su compañero de fatigas: Subaru. Subaru es una marca de coches japonesa… ¡PLAS!

-Te voy a bautizar como "la grapadora" porque quieres clavarla en papel-

Ejem… Subaru es un cuasi otaku. Está a punto de que le crezca la barba y empiece a hormonar y a apestar como un cerdo. Mientras tanto, este joven se dedica a dibujar la waifu perfecta. Pero como cualquier artista, nunca está satisfecho y siempre lo sigue intentando. El chaval se esfuerza, eso sí, no cabe ninguna duda al respeto. Dibuja una chica joven, le pone ropa bonita (o sin ella) y le dibuja unas orejas de gato o zorro porque decir abiertamente que te gusta la zoofilia todavía no está bien visto. Quizás cuando pillen a algún inglés follándose a una oveja y salga en la TV como oprimido ante el patriarcado por su libertad sexual. Mientras eso no suceda, los otakus le dibujarán orejitas a las lolitas mientras los niños de 5 años le pintan bigotes a los personajes de los libros del colegio.

Sin embargo, la historia de este anime no va de zoofilia ni de coches rápidos, esta serie relata el día a día de estos muchachos en el club de arte.


>Guion y narrativa

Y alguno se estará llevando ya las manos a la cabeza, como el presidente de nuestro blog, que es tan generoso que se lleva sus manos a la mía, por eso la colleja de antes. Que no se diga que no reparte amor en formato digital.

Pero aquí no estoy para enamorar a nadie, bueno, quizás a Ana Molina, pero eso ya es harina de otro costal y me parece que la muchacha tiene más predilección por mi compañero Jorge García que por mí

-Dani, ¿estás hablando de amor en el análisis?-

En efecto, no sabía cómo empezar con esta parte de la analítica y por eso me puse con el romanticismo. ¿Por qué? Fácil, este anime tiene mucho de este género y, como no se me ocurría nada mejor, enlacé con esa mierda. Es lo que hay, lo siento y prometo no intentarlo de nuevo. Al menos hasta la próxima semana. Sin embargo, habrá alguien superinteligente que se daría cuenta de que algo falta, por cómo relaté la sinopsis, y es que también tenemos slice of life. Además de estos dos géneros, también habrá mucha comedia por medio, aunque no esperéis que os sirva para reíros a carcajadas. Bueno, depende de vuestra nivel de humor y edad. Principalmente porque la serie está orientada a gente de secundaria, quizás ya adolescentes en plena efervescencia genital, así que las bromas y comentarios chistosos no serán gran cosa, pero sí muy agradables. Personalmente no me hicieron mucha gracia, pero sí que me gustaron, incluso por lo infantiles e inocentes que llegan a ser.

-Los cursos de pintarse la cuca del Ministerio de Igualdad han dado sus frutos-

Pero no solo de comedia vive el espectador de esta serie, también tendremos recuentos de la vida. Éste es el género principal y de él beberá el resto, ambientando las escenas de un club de arte en un instituto de secundaria. Un club que, si bien parece algo elitista por el nivel que tienen los miembros del mismo, resulta curioso que nadie más se apunte a pesar de tener calidad para ello. O al menos para poder aprender del mismo.

El tercer género que nos falta es el que primero se mencionó: el amor. En este caso no va a ser el típico amor que todos conocemos, porque todo el mundo parece estar enamorado en esa época de la vida. Bueno, parece que alguno no, pero es un porcentaje despreciable. Lo habitual es perder el culo por alguien del mismo o del otro sexo o género o yoquésé, para esas cosas ya estoy viejo y no me entero por más que me esfuerce en aprender. O quizás lo escriba para no ofender o para todo lo contrario. Eso nunca lo sabréis, lo que está claro es que siempre recordaremos esa etapa como la que nos sirvió para despertar nuestros sentimientos más profundos de amor y odio, de amistad y riñas, de comprensión y rechazo. Aquí veremos un poco de todo, pero lo que sobrará es cariño hacia otros personajes. Mizuki se enamora de Subaru. Subaru está colado por sus waifus. Colette quiere a sus padres un montón y el amor por otra persona se le hace imposible. El presidente del club adora su almohada y echarse la siesta en el sofá. La profesora Yumeko quiere a sus alumnos un montón y desea que crezcan como personas equilibradas. Por lo que no todo es amor heteronormativo (veis como estoy aprendiendo), aunque en la serie el principal será el de Mizuki con Subaru.

La mezcla de géneros está bien equilibrada, manteniéndose un orden de jerarquía a lo largo de la serie, siendo el principal el slice of life e intercalando el amor y la comedia según escenas, todo de una manera más que correcta. Si bien al empezar a verla me imaginaba algo horrible o de una calidad bastante pésima, quizás influenciado por otras series que tuve que desechar porque no pasaban del mínimo de calidad que en este blog marca la letra G. Y mirad que ya está bajo el nivel. Por fortuna, no todo fue así y lo agradezco.

-Los que escriben para este blog-

Kono Bijutsu-bu niwa Mondai ga Aru! es una serie que, a pesar de estar enfocada a un público (pre)adolescente, consigue sacarnos una sonrisa, nos agrada el rato frente a la pantalla y hará que nos pique el gusanillo del slice si hasta el momento desconocíamos de qué va ese género. Ciertamente puede pecar de pueril en algunos momentos, pero no le hice ascos sino todo lo contrario.

La estructura narrativa es bastante llamativa, siendo relatos cortos en cada capítulo en formato mini episódico de pequeñas aventuras y peripecias de los personajes. En algunos capítulos habrá dos, en otros nos ofrecerán tres. Según se desarrollen las historietas, abarcarán más o menos. Eso sí, todas seguirán un pequeño trenzado de hilos que unen cada uno de estos mini episodios para hacer una serie de 12 capítulos con una presentación, nudo y desenlace definidos.

Y del desenlace quiero hablar ahora. Vale que a muchos no les habrá gustado. A mí todavía no me ha acabado de bajar y tengo la bola atascada en el esófago. Lo he tragado, pero no del todo, está ahí, como mi senilidad. El final es correcto. Otro más "ideal" también podría estar bien, pero han decidido escoger el más realista, por duro que parezca. Esto no quiere decir que la historia termine ahí. Ahora cada uno puede sacar sus propias conclusiones o fantasías y soñar cómo avanza la historia o pueden leer el manga y seguirla tal y como el creador quiere que sea. También pueden sacar una segunda temporada, pero eso será para los fans. Yo me mantengo al margen.


>Personajes

"La magia del slice está en los personajes". Esto es algo que me habréis leído o entendido miles de veces cuando relato algo que tiene que ver con ese género y aquí el ideal de esa frase se lleva al dedillo. Los personajes de esta historia están vivos o, por lo menos, se notan así a pesar de lo sencillos que pueden llegar a ser, lo que justifica que un desarrollo complejo de los mismos sobra para llegar a un producto redondo.

Todos y cada uno de ellos tienen sus características definidas y casan con una facilidad enorme a pesar de sus diferentes personalidades. A continuación os las resumo:

>Mizuki Usami. Es la protagonista. Con ella viviremos su amor por Subaru. Ella es algo torpe, pero constante. No le gusta tomar la batuta, pero en ocasiones no le queda otra que coger las riendas para que el grupo siga por el camino. Es cariñosa, atenta, muy vergonzosa, algo celosa en un papel que recuerda un poco a las tsundere.

-Siendo un hoyo en la cara yo apuesto por violación-

>Subaru Uchimaki. Es el otaku de marras o proto otaku. Su adoración por las waifus es enfermiza a tal nivel que solo adora a las chicas 2D. Busca a la waifu perfecta y me recuerda un poco a Takahiro Hikami de la serie Golden Time.

>Colette. Es otra chica del club de arte, aunque en este caso, esta extranjera es un año menor que los protagonistas. Sin embargo, tiene la representación más exagerada de su juventud. Es muy inquieta y siempre está metiéndose en problemas como si tuviera cinco años, por no mencionar lo peliculera que llega a ser. Además de que se la representa físicamente mucho más infantil, con una estatura más baja (demasiada a mi parecer).

>El presidente del club. Desconocemos su nombre, aunque también podríamos definirlo como futuro inútil. Solo se dedica a dormir y a liarla parda de vez en cuando, además de gastarse el presupuesto del club en almohadas para dormir más cómodamente. Igual alguna mullida de esas servirá para asfixiarlo y librar al mundo de semejante despojo social.

>Yumeko Tachibana. Es la profesora que se encarga de supervisar el club de arte. A pesar de lo insegura y tímida que es, bueno, también bastante nerviosa y muy miedica, no duda en ejercer su autoridad cuando la situación lo requiere. Se pasará habitualmente para ver qué hacer los alumnos y animarlos en las tareas del club.

>Maria Imari. Si algún día os encontráis con alguien como ella, pero con vuestra edad, lanzaos sin dudarlo, será vuestra pareja ideal. Es aficionada al manga y al anime y conoce al dedillo muchas de las escenas míticas de las series famosas (al menos en el mundo de esta historia, no habrá referencias que conozcamos). La diferencia entre ella y Subaru es que no apesta a otaku (refiriéndome a las connotaciones en Japón, no en occidente), quedándose en una aficionada que, aunque algo loca, lo disimula muy bien.

También tendremos otros personajes mucho más secundarios, como Moeka, la niña pequeña que pierde a su madre; el profesor Koyama, anterior responsable del club de arte; las amigas de Mizuki: Sayaka, Ryouko y Kaori; o el enemigo de los chicos del club en los concursos de arte.

Todos ellos tienen su papel que, si bien a veces no es tan importante como debería, sí que cumplen una función destacable para que el anime no caiga en la monotonía. Muchos no tienen evolución en la trama y es que, o bien no se le nota dicho cambio o no hace falta. Sin embargo, para los principales sí que notaremos cambios, sobre todo en la madurez respecto a cómo estaban al principio.

-Yo ya dejé el cargo de presidencia, preguntadle a otro-


>Animación

La animación de los personajes es sencilla. No veremos mucho detalle en los mismos, ya sea en su peinado, rasgos faciales o en sus ropas. Llevan un estilo con un toque moe que es destacable, aunque no llegando a un nivel que haga que me salga un sarpullido.

Los escenarios y fondos están compuestos por una rica variedad de objetos. No obstante, el detallado no va a ser de lo mejor. Como es lógico, si en primer plano no hay mucho, en segundos habrá menos. También tiene CGI, aunque está muy bien integrado. Eso sí, su aparición será algo puntual y casi no la notaremos porque tampoco tendrá gran detalle y no se muestra en movimiento.


>Sonido

El sonido es normalito. Nada del otro mundo. Tampoco es que sea malo, pero las cosas como son, está y gracias. La OST es instrumental y acompañará en la mayoría del metraje. Muy raro será el momento en el que se oiga el sonido ambiente. Sí que habrá efectos sonoros, pero en su mayoría para dar énfasis a las escenas. Al menos el doblaje está muy logrado, notando que los personajes hablan, susurran y gritan, no como en otros animes de presupuesto donde parece que les han puesto un tope a los decibelios.

-¿Solo uno?-

Nana Mizuki, la seiyuu de la profesora Yumeko, pone voz al opening titulado STARTING NOW! Nana ya cantó temas para otras series y estoy abrumado con el listado tan extenso que tiene, no solo para canciones, sino como actriz de doblaje: Basilisk, Blood-C, Bottle Fairy, Dog Days, Ichigo 100%, Inukami, Love Hina, Magical Girl Lyrical Nanoha, Senki Zesshou Symphogear o Tales of Symphonia the Animation son unos ejemplos. Respecto al ending, Sumire Uesaka, la seiyuu de Colette, canta Koisuru Zukei. Sumire tampoco se queda atrás en comparación a su compañera, teniendo colaboraciones en series como Houzuki no Reitetsu, The IDOLM@STER Cinderella Girls, Kageki Shoujo!!, Chuunibyou demo Koi ga Shitai!, Nobunagun, Pop Team Epic o Shimoneta to Iu Gainen ga Sonzai Shinai Taikutsu na Sekai, entre otras muchas.


LA NOTA

Aún recuerdo como remarcábamos la diferencia entre las calificaciones de los espectadores en páginas como ANN o MAL y luego cómo nos golpeábamos con la realidad de ver una serie mucho mejor (rara vez ha pasado) y una peor (habitualmente). En este caso tampoco me fijé en las votaciones de los espectadores, simplemente me llamó la atención, pasó el filtro del primer capítulo y seguí hasta el final.

Sí, es triste decirlo, pero mucho del contenido audiovisual se pierde porque el inicio es del todo desastroso. Todavía no entiendo cómo esa gente que recomienda series justifica la temporada inicial o las dos primeras temporadas como flojas, pero que luego mejora. No, muchacho, si la serie no engancha en el primer capítulo se va por el WC. Ésa es mi ley. Antes de este anime pasaron por mis manos otros tres o cuatro (no recuerdo exactamente cuáles) y ninguno de ellos tuvo el suficiente nivel como para que lo llegase a terminar. Es así. Podría decir nombres, pero estaría haciendo publicidad de algo que ni siquiera llega a bodrio. Así que no.

En este caso tenemos una serie adolescente, muy sencilla, pero sorprendentemente efectiva. Termina por ser amena y agradable de ver. Tampoco es que aquí descubramos la panacea, pero sí que está bien, sobre todo si andáis por esa edad, ya sea física o mentalmente. A nivel de guion y personajes nos encontraremos un producto redondo, sobre todo en la conjunción de lo segundo con lo primero. Técnicamente no es un portento, pero se deja ver y el moe ayuda a disimular la falta de detalle con una simpleza y redondez típicas del género, aunque eso sí, sin estar recargado. Por eso alcanza la C de nuestro sistema de valoraciones.

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