Paranoia Agent - Explicación [SPOILER ALERT]

Si habéis llegado hasta esta entrada desde un buscador sin haber pasado por el análisis de la serie, podéis clicar aquí y hacer el recorrido completo.

Ahora sí, llega la explicación de esta serie conocida por los más “veteranos” en el mundillo del anime. Desde luego, me esperaba otra cosa, algo con más “carne”, pero qué se le va a hacer. Es lo que nos ha tocado. Bien, comienzo con un pequeño recordatorio-resumen.

Ya de primeras vemos varias escenas cotidianas en la calle que nos pueden encauzar cómo será la serie, con agobios de un típico día a día que cada uno pudiéramos tener. Vemos que una chica, Tsukiko Sagi, empieza a sufrir un nivel de estrés tal que la “energía” que desprende, que muestra al moverse o al realizar acciones, es muy baja. Vamos, que es una apática de cuidado. Poco a poco este nivel de estrés irá en aumento hasta llegar a un momento, tal, que es “atacada” por un desconocido.

Realmente no es un ataque por parte de otra persona, sino por parte de ella misma a causa del nivel de agobio o desesperación. Esto lo muestran en el episodio 6, cuando un testigo admite que vio a Tsukiko autolesionándose para luego dar la excusa de que un extraño le agredió. Esta teoría también se confirma cuando en el último episodio, el padre de ella, al igual que la consciencia de Tsukiko confiesan que el agresor fue una idea de la muchacha en el pasado para no responsabilizarse de una negligencia que costó la vida al perro de la chica.

Al no poder superar este hecho, debido a que por entonces fue educada en una estricta severidad, creó un trauma interno que sólo se acabaría mostrando cuando alcanzase los niveles de agobio que, por entonces, tenía con el fallecimiento del perro. En ese momento apareció la pieza clave de la serie (y que no se cuenta): la enfermedad mental, muy posiblemente esquizofrenia paranoide.

¿En qué consiste la esquizofrenia paranoide?

Como buen gallego responderé con una pregunta. ¿Alguien presente vio la película “Una mente maravillosa” o “Cisne negro”? Si no las habéis visto, ya estáis tardando. En cambio, si pudisteis disfrutarlas, continuamos con la explicación. Simplemente, adaptad esas situaciones imaginativas al anime de Paranoia Agent (anda, mira, el título ya da una pista XD) y tenéis el tinglado montado. La única pega del anime es lo difícil de distinguir la realidad de las situaciones imaginadas por la protagonista. No obstante, sí podemos enterarnos de la historia gracias a ciertos momentos de lucidez.

Hay que tener presente que en bastantes situaciones, Tsukiko imagina situaciones como vía de escape, por ejemplo, que Maromi se mueve y actúa por su cuenta, pero es un velo para ocultar que realmente son los actos de la propia Tsukiko, como borrar los bocetos de los personajes de animación que tiene hechos en el ordenador.

¿Por qué aparece esta realidad alternativa dentro de la cabeza de Tsukiko?

Sencillo. Como bien pudimos ver en la serie, de pequeña tenía un perro llamado Maromi (al igual que el peluche). Este perro, por un despiste de la chica, escapa hacia la carretera y un coche lo atropella. Ella se siente culpable, pero no quiere responsabilizarse de esa muerte y, por el trauma, crea una alternativa a lo que aconteció realmente en la cuál un chico con un bate mató al perro. Esto al principio fue una imaginación, luego un deseo y de tanto repetir, acabó creyendo que fue cierto, porque además encajaba en su subconsciente de la misma forma en que las leyendas urbanas encajan en el subconsciente de la población (como que los extranjeros no pagan impuestos, como que no existen gatos cerca de los restaurantes chinos o como que las gominolas están hechas de petróleo).

Tras la muerte del perro y con el paso del tiempo, el nivel de estrés fue bajando y el tema quedó en el olvido, hasta que apareció otra vez la maldita tensión. Poco a poco ese nivel de agobio va en aumento hasta llegar al mismo punto que se sentía cuando murió Maromi. Como "recordaba" que era el chico del bate el culpable, inconscientemente se golpeó con una barra de hierro y sacó a relucir que el culpable era ese paradigma que ya tenía incrustado en la cabeza. Y lo dijo porque realmente creía que era así. Por eso, al final del episodio 1, el chico del bate "se le aparece" a Tsukiko y le dice que "ya regresó en casa" o que "volvió".

¿Por qué entonces aparecen más víctimas del chico del bate?

Por imitación. Pero, ¿cómo es posible que la gente aproveche para encasquetar los ataques al chico del bate? Por comportamiento humano. Es mucho más fácil que otro cargue las culpas para que uno se sienta liberado y tranquilo, que no tener que asumir las responsabilidades por los propios actos.

Existe un caso muy famoso de la década de 1980 y que protagonizó un psicokiller llamado Henry Lee Lucas. Este desalmado, cuando fue detenido, empezó a confesar los asesinatos que había cometido. La policía, aprovechando la buena colaboración de este asesino, quiso consultarle expedientes todavía abiertos y sin resolución. El resultado fue que Henry "confirmaba" que sí los había cometido, incluso describía cómo mataba a sus víctimas. Viendo esto, la policía fue cerrando numerosos casos de crímenes acusándole de ser el autor de los mismos sin más pruebas que la confesión del propio Henry. Se llegó a acusarle de casi 1000 asesinatos. Condenado a muerte, su sentencia se paró a última hora tras la aparición de un informe en el cuál muchísimos de los crímenes que había admitido, no fueron obra de él. Henry, en una entrevista dijo: «admitiendo todos esos asesinatos me sentí una estrella… me hacían entrevistas todos los días… tenía una celda muy cómoda, un televisor en color y tabaco a raudales… Por primera vez fui feliz… Era más famoso que Elvis Presley».

Continuando con el análisis de víctimas del anime de Paranoia Agent, la primera víctima tras Tsukiko fue Akio Kawazu, el investigador que la acosaba y que ante las deudas por el atropello de un anciano, no le quedó otra que optar por hacer lo mismo y echarle el muerto al personaje inventado. Si pensáis cómo pudo adivinar eso de la autoagresión, recordad que Kawazu estuvo rondando el círculo próximo de Tsukiko, los lugares en los que pasó y también a la anciana que fue testigo de los hechos. Aunque lo negase, hay que tener en cuenta que Kawazu miente más que habla.

La siguiente víctima fue Shogo Ushiyama, escolar que fue atacado por un imitador, Makoto Kozuka.

La tercera víctima fue Yuichi Taira, compañero de Ushiyama, que ante la presión social por la casualidad de encajar perfectamente en el retrato robot del asaltante, decidió agredirse a él mismo cuando no había testigos, justo después de que los vecinos le acusen del ataque a su compañero. Con este hecho consigue desviar la atención sobre su supuesta culpabilidad.

La cuarta víctima es Harumi Chouno, profesora particular de Yuichi. Sufre de trastorno de identidad disociativo, es decir, tiene doble personalidad con amnesia, por lo que no puede recordar lo que hizo con su otra personalidad, precisamente una prostituta. Lo único que tiene como referencia de su otro yo son sus ropas, los complementos, maquillaje y los mensajes de odio que se deja en su propio contestador. Ante un ataque de pánico por no querer que la otra personalidad tome su cuerpo, acaba por tener una crisis y cree que la otra personalidad la está atacando, acabando en un estado que la dejaría tirada en la calle inconsciente.

La quinta víctima es Masami Hirukawa, un policía corrupto del distrito en dónde se producen los ataques del chico del bate. Como buen cáncer de la sociedad, se aprovecha de otros integrantes del hampa para poder sacar rendimiento de su dinero y servicios, sean prostitutas (como María, el alias de Harumi), casinos o hasta karaokes. Pero como siempre pasa, cuando le tocas las narices a un mafioso, las vas a ver canutas y el tonto de Masami no es menos. Por lo que acaba siendo extorsionado por los propios mafiosos de los que se aprovechó. Para poder conseguir todo el dinero que le exigen, tiene que robar hasta que, por casualidad (dicen que todos los tontos tienen suerte) un chaval le agrede con un bate, pero Masami se recupera pronto y detiene al chaval. No se da cuenta de que es el "chico del bate" hasta que se lo dicen, seguramente porque en el anime el policía reparte estopa que da gusto, pero no dice nada referente al chico del bate durante el pateo.

Este imitador (en el anime le llaman impostor), llamado Makoto Kozuka, es detenido y lleva a la policía a pistas falsas dando la sensación de que está como una regadera, cosa que no es cierta después de que le tendiese una trampa la misma policía. El pobre muchacho sólo quería llamar la atención como último recurso antes de suicidarse por si alguien le ayudaba a evitarlo. Esto se muestra así en el episodio 8, el de los suicidas felices, con el alias de Zorro.

Una de las preguntas más importantes en este momento es: ¿por qué el chico del bate es exactamente igual al imitador Makoto Kozuka? Sencillo, Tsukiko ya tenía en la cabeza una idea de cómo era el agresor, de cómo era quién “mató” a Maromi en el pasado. Fue esta imagen residual la que afloró cuando se vio acorralada por la presión de no cumplir en el trabajo y por la pérdida del perro en el pasado. Por eso en el episodio 1, el chico del bate se presenta ante ella y le dice que ha llegado a casa, como si estuviera ausente en ese tiempo. Y también gracias a una vaga descripción en la cual cualquiera podría encajar perfectamente. Cogedme a un chaval de 10 años, ponedle unos patines dorados, un bate también dorado y una gorra de béisbol y ya tenemos a nuestro agresor. Tampoco me vengáis a decir ahora que eso no cuela porque en el episodio 2, cuando Yuichi es testigo de la agresión a Ushiyama, el chico del bate se gira y la sonrisa que le muestra es la misma que la del propio testigo. Es más, el perfil de la cara es la misma. ¿Por qué? Porque de tanto bombo que le han dado al pobre Yuichi con que era el agresor, su subconsciente le ha hecho creer que él mismo fue quien lo golpeó con el bate.

Continuando con las agresiones del anime, la última víctima es Taeko Hirukawa, hija del policía corrupto y con un complejo de Electra bastante importante. Huye de casa tras encontrar fotos suyas desnuda en la papelera de su ordenador a causa de una cámara oculta escondida tras un armario y que estaba conectada al mismo ordenador. Tras llegar a un nivel de estrés muy elevado que casi acaba en suicidio, acaba desmayándose y, tras despertar, muestra un cuadro de amnesia disociativa, olvidando todo su pasado.

Todas estas “víctimas” asociadas con el chico del bate no hacen más que agravar el estado mental de Tsukiko, que va tomando mucha más fuerza optando por matar y no por dejar inconsciente como hasta ahora. Por ese odio, empieza a pensar que el supuesto atacante debe morir por todo lo hecho. No es el chico del bate el que lo mata, sino la propia imaginación de Tsukiko la que percibe esta muerte de tal manera. Realmente la muerte de Makoto Kozuka es un suicidio. Un suicidio y por encima en un calabozo de la comisaría de policía.

Obviamente hay consecuencias. ¿Cuáles? Tal y como se relata en el episodio 7, para algunos sería sanción y para otros algo más que eso. Y es así como Keiichi Ikari y su compañero Maniwa acaban siendo expulsados del cuerpo de policía. Oficialmente, fueron dimisiones.

Llegamos a los episodios que yo casi denominaría de “relleno”:

> Capítulo 8: el trío de suicidas felices.

> Capítulo 9: las marujas.

> Capítulo 10: el estudio de animación.

Paramos en el episodio 11, viendo la nueva vida de Keiichi Ikari y de su mujer, Misae, muy enferma ésta y que duda en suicidarse. Pero dada su fortaleza mental y la deuda de amor que tiene con su marido, no accede a dichos pensamientos, aunque la vida le vaya en ello después y con sufrimiento. Por eso se establece un "diálogo" con el "chico del bate", pero no es más que una lucha interna por autoconvencerse de que el suicidio no es una opción.

En los episodios 12 y 13 tenemos el final de la historia, con un Maniwa que también tiene realidad diasociada y fantasiosa y con una Tsukiko que por fin acepta la realidad y su culpabilidad en los hechos referentes al atropello de su perro Maromi.

Es en estos dos capítulos finales dónde la diferencia entre mundo real, el mundo imaginario de Tsukiko y el mundo imaginario de Maniwa se mezclan, causando confusión en numerosos momentos sin saber a qué corresponde cada una. Es posible que incluso la esquizofrenia de la chica haga que se imagine a Maniwa como alguien similar a ella, pero es una pequeña teoría que también podría encajar en este final.

En un principio, la serie no tiene más laberintos. Todo lo relatado hasta el momento en esta explicación es suficiente para saber que la historia que tenemos entre manos relata el caos esquizofrénico que sufre la protagonista principal y cómo adapta los sucesos a su alrededor como hechos reales, a su manera, para que las piezas de su puzzle encajen perfectamente. He intentado que la explicación fuese lo más clara posible. Quizás, en un futuro, la reescriba para que sea mucho más sencilla de entender, pero ahora mismo es lo que hay. Muy posiblemente, el contenido de la misma explicación no se cambie jamás, ya que los argumentos encajan perfectamente, pero eso sólo el tiempo lo dirá. Sino, ya veis lo que está pasando con la explicación inicial de Ergo Proxy y que se actualizará en breve.