Shingetsutan Tsukihime

AÑO 11

Esta semana hubo un cambio de planes a última hora con…


>Shingetsutan Tsukihime (A.K.A. Tsukihime - Lunar Legend) (J.C.Staff, 2003, 12 CAPS)

En efecto, hoy tocó cambiar una serie de fecha en el calendario. Hacía tiempo que no tocaba algo así en este blog. ¿Qué habrá pasado? ¿Otra vez que nos pisamos las series Jorge y yo? Qué más quisiera mi compañero del alma para ver si le quito algún bodrio de encima, pero creo que no caerá esa breva.

En esta ocasión, el cambio viene debido a otro anime que analizaremos próximamente, cuando haya un hueco pendiente para mover la entrada afectada. Sé que podría dar una pista acerca del mismo, pero me acaba de dar un tirón de huevos y tengo que masajearlos un rato largo para ver si se me pasa.

Así que me encuentro con la tesitura de analizar una serie que no me esperaba, que nunca busqué, pero que me tengo que comer con papitas porque no me queda otra. ¿Sabéis lo mejor de todo? Que no he leído la sinopsis y me tengo que lanzar a analizarla. Como en los viejos tiempos, con un par de bemoles y ninguna neurona. Miedo me da el resultado que vaya a conseguir. Se esperan risas generalizadas.

Así que tampoco es que vaya a alargar la intro de este análisis de manera artificial contando alguna de mis anécdotas de viejo cuando intentaba meter ficha y las chicas pasaban olímpicamente de mí en el colegio e instituto o por qué está mi hijo discutiendo con mi mujer por enésima vez. Quizás porque ella no escucha y solo impone. Luego que si tengo razón en todo lo que dije antes de que naciese. Maldito patriarcado.


>Sinopsis

Shiki es un chico raro, muy raro. Va a secundaria (según el fansub) aunque se ve claramente en el uniforme que es preparatoria, pero yo no soy quién para contrariar a un profesional de la traducción, el timing y la ortografía. Oh, vaya, según las wikis de esta serie, tiene 17 años… Es probable que la persona encargada de esto haya trabajado también en "Al salir de clase" o "Física y química". No sé si se me entiende la referencia a series donde los actores cargaban 10 años más a sus espaldas de lo que representaban. Pero es lo que hay.

Sigo con Shiki. Este muchacho tiene pérdidas de memoria y es bastante desastre. Decir que es despistado sería piropearlo, pero es normal cuando 8 años atrás tuvo un gravísimo accidente de coche que casi lo manda a la tumba. Así que el chaval siempre anda en las nubes o tiene reacciones extrañas donde es mejor dejarlo solo y alejarse no vaya a ser que saque una navaja y empiece a pinchar (me refiero a clavar la navaja, no a enterrar el teleñeco).

-En 2003 los dibujantes eran unos vagos-

Ahora tiene que mudarse a la casa familiar donde vive su hermana para que lo vigilen y no le pase nada grave. Su conciencia está confusa y a veces no sabe si sueña, si son recuerdos o si son imaginaciones suyas estando en vigilia. En una de esas ocasiones, cree que mata a una chica rubia en un sueño. Sin embargo, al día siguiente se encuentra con ella en la vida real y ésta le recrimina que la hubiera asesinado. A partir de ese momento, comprobará que la realidad de su día a día no es más que un castillo de naipes a punto de caer.


>Guion, narrativa y tratamiento de personajes

Y tras esta confusa sinopsis, damos paso al despiece del cadáver. Empezamos por los puntos básicos: los géneros en los que se basa la historia. Los principales son el drama y la fantasía, todo ello salpimentado con un poco de terror y gore. Digo "salpimentado" porque es puntual el terror que pueda causar (a mí ni siquiera me hizo levantar una ceja) y lo del gore… bueno, hay sangre y a alguien se le cae un brazo. Y ya. Luego están las páginas de humor (como las llamo en ocasiones), porque te tienes que reír al leer dónde enclaustran las series. Que si "vampiros", que si "super poderes", que si "juego erótico"... Gracias ANN y MAL.

La historia de Shingetsutan Tsukihime relata el momento en el que Shiki empieza a darse cuenta de que su día a día está causado por un hecho trágico en el pasado, un accidente de tráfico, y que tiene recuerdos extraños, además de sensaciones no habituales. Una de esas sensaciones es la de ver líneas rojas en todos los objetos, personas y animales; como si fueran grietas en un jarrón viejo. Además, siempre lleva en su bolsillo una navaja con un símbolo extraño. Símbolo que nunca se explica el porqué, al igual que muchas de las cosas que ocurren en pantalla, pero de eso hablaremos más adelante.

Así que tenemos al "loco" de Shiki, que ve cosas extrañas, que siempre lleva una navaja encima al igual que los jubilados en España y que tiene recuerdos del estilo "he conocido a una hechicera en un lugar extraño que me ha regalado unas gafas mágicas para evitar ver las líneas rojas". ¿Explicación? Ninguna, para qué. Así que la historia va avanzando hasta que "sueña" con que acuchilla a una rubia en un parque y ésta acaba en pedacitos como si fuera un remember de Trunks y Freezer cuando este último dudaba de su género y pensaba que era una lavadora.

Las sorpresas vienen a continuación cuando se encuentra con la desmembrada y ésta le indica que es una vampiro, aunque en la serie la clasifican como una verdadera ancestra, una especie de vampiro que nunca probó la sangre. No sé por qué no me sorprendo, desde los vampiros en las películas de Crepúsculo y que, además, brillan como un gusiluz, yo ya no me altero por nada que tenga que ver con los chupasangres.

-Habló el antivacunas-

Así que, a partir de ahora, el sorprendido Shiki deberá lidiar con su día a día como un humano normal y pasear con la rubia (sí, he dicho bien, pasear) en búsqueda y captura de un enemigo que está causando una ola de víctimas en la ciudad. De esta manera, la historia se desarrolla con el objetivo de que Shiki descubra lo que es en realidad y ayude a su nueva amiga a acabar con el enemigo.

El guion avanza de una manera lenta y torticera. Y no sé cuál es la peor, si la lentitud en el avance de la serie, que hace que nos desesperemos, o las confusiones de Shiki junto a las pocas explicaciones que nos dan al respecto y que nos dejan con la sensación de que la serie no sabe ni por dónde ir. Esto no ocurrirá de manera puntual, sino que será una constante durante la serie. Al menos, con cada episodio, las confusiones irán a menos porque la trama nos facilita información de qué es lo que ocurre, pero esto no terminará hasta el final del penúltimo capítulo.

Como podréis ver, la evolución de la historia no es la ideal, aunque es probable que los autores hayan querido dar ese ambiente tan enrarecido al guion para hacernos notar la confusión que tiene Shiki en su vida. Respecto a los personajes, la cosa no cambia y sigue siendo igual de mala. La profundización en los mismos es nula en la mayoría de ellos. Se dedicarán a hacer las mismas funciones una y otra vez como si se tratasen de unos autómatas. Del comportamiento de cada uno, mejor no hablar. Eso sí, al menos en los dos protagonistas veremos algunos cambios, aunque de manera ligera a causa de la evolución en la historia.

Luego están… las incongruencias a lo largo de la serie. Cosas que a mí me quitan la ambientación y me obligan a un facepalm tras otro, como si mi cráneo fuese a aguantar tanta tontuna. Lo estuve meditando y creo que lo mejor es hacer un minilistado de todas las tonterías destacables que fui anotando, al igual que en la entrada de Monster Musume. Ahí os va, a ver qué os parece:

• Oído fino que tiene el protagonista de la serie. Lo saludan desde un edificio a lo lejos y con las ventanas cerradas, pero lo oye perfectamente como si fuera al lado.
• En la noche, yendo hacia casa, le aparece un muerto delante. El chaval se asusta, pero lo mejor de todo es que aparece una compañera de clase vestida de monja que echa a volar y ¡voilá! el muerto desaparece. Ni las limpiadoras de la mansión del Resident Evil original son tan efectivas cuando cambias de habitación.
• ¿Bolsas de la compra que se desplazan mágicamente de un punto de la habitación a otro al cambiar la cámara? Que lo patente el Mercadona.
• ¿Hace falta gritar como una loca cuando te preguntan inocentemente si haces cosplay? A ver, que disfrazarse con 50 años puede dar un poco de cringe, pero con 17 es la edad, ¿no?

-O tres-

• Si los restos de los seres fantásticos desaparecen (o se evaporan como Spiderman en Avenger), ¿cómo es posible que la policía encuentre restos de sangre y pelos de dichas criaturas?
• ¿El protagonista se muda a una nueva casa y no es capaz de darse cuenta de que las dos doncellas que tiene delante son gemelas cuando son idénticas a excepción de la cofia que solo lleva una de ellas? Clark Kent pasaría inadvertido al lado del muchacho cuando lleve las lentillas.
• ¿Sillas cambiantes? Lo hizo un mago o un brujo o qué se yo.
• Ventanas que aparecen cerradas y se abren en el siguiente cambio de cámara porque sí, que hay que ventilar por el Covid.
• No saber nada de una persona y describirla a continuación con pelos y señales como si la conociera de toda la vida.
• Hay que buscar al enemigo pero… ¿por qué no mejor dar una vuelta y pasear por la ciudad? Echan una peli de vampiros en el cine, ¿apetece verla?

Bien, podría seguir, pero creo que basta por hoy. Qué a gusto me he quedado, ni que hubiera echado un polvete así rapidito. Vaya desahogue. Yo creo que va siendo hora de hablar un poco del final de la historia. Los que nos siguen habitualmente en los análisis que publicamos cada semana (ahora cada dos porque la inflación ha subido) sabrán que las últimas series que hemos analizado, al menos las mías, tienen finales que son cortados o finales de mierda (o que se le acercan). Me es grato comunicaros que este final es acorde a la historia y da carpetazo a todo lo que se cuenta, dejando el arco principal cerrado.

Como bien podréis intuir, no todos los cabos quedarán atados, faltan algunos como qué es lo que le pasa a la hermana de Shiki y qué consecuencias trae sobre las doncellas, la familia Toono, el clan Nanaya, etc. Flecos que quedan sueltos a interpretación de cada uno porque ya os digo yo que no hacen un remake ni una segunda parte, ya sea estando sobrios o con una borrachera encima. Eso sí, las sensaciones que me quedan una vez terminada es la de una tristeza y melancolía destacables. No todos los finales felices acaban siendo buenos. A veces las cosas no salen como lo esperado y el corazón acaba sufriendo.


>Listado de personajes

>Toono Shiki. Es el protagonista de la historia. Este confundido adolescente tiene presente que perdió la memoria por un accidente del pasado, aunque queda claro que no consigue superarlo. Todo el día está perdido en sus pensamientos y sus allegados no tienen claro qué le pasa por la cabeza.

>Arcueid Brunestud. Es la rubia a la que descuartiza Shiki al comienzo de la serie. Esta "verdadera ancestral" está buscando a un enemigo que causa un mal creciente a la humanidad y que se ha reencarnado hace poco. Tras ver (y probar en sus carnes) las cualidades de nuestro protagonista, le pide ayuda para acabar con el enemigo.

-Cinco minutos y a correr-

>Ciel. Es una compañera del instituto de Shiki. Es muy perspicaz, aunque reservada. Siempre está con la broma de proteger a su compañero y amigo, lo que no imaginamos es que fuera tan en serio.

>Inui Arihiko. Es el mejor amigo de Shiki. Está en su misma clase e intenta animarlo para que no decaiga. Como los demás, se preocupa por él para evitar que salga por las noches o cometa errores que lo lleven a una mala vida.

>Yumizuka Satsuki. Es la tercera compañera de clase de Shiki. Es una de las mejores amigas que tiene y de las que le va tirando fichas de manera sibilina para encandilarlo, lo que pasa es que el chaval es un poco tonto y no se da cuenta, lo mismo que nos pasa a la mayoría de nosotros, que años más tarde se nos enciende la bombilla con aquel comentario de esa amiga. Pero ya es tarde, queridos míos.

>Toono Akiha. Es la hermana de Shiki. Esta chica también estudia preparatoria, pero en otro centro. Al menos es lo que nos dice. Eso sí, la veremos alguna que otra vez con el uniforme. Lo que sí veremos es una tónica habitual en ella que es la de tocar el violín en la terraza y la de beber té.

>Hisui y Kohaku. Son las doncellas que atienden a la familia Toono. Viven en la misma mansión desde hace años y les ayudan en todo lo posible. Ya con esta premisa me empieza a picar un poco el cuerpo respecto a la esclavitud infantil, pero eso no lo tratan en la serie y se queda como incógnita en el aire, más si cabe cuando no se menciona que vayan a un centro educativo.

>Nero Chaos. Es el primer malvado que aparece en la serie y uno que ya está persiguiendo a Arcueid como si él fuera Némesis y la muchacha la desvalida Jill. Tiene la cualidad de invocar huardos que atacan a sus objetivos.

>Roa. Es el enemigo final a batir. Este demonio reencarnado deja un reguero de víctimas a su paso, además de generar esclavos con los que atacará a los protagonistas. Poco se sabrá de este personaje hasta llegado el final de la serie.


>Animación y sonido

Llegamos a los apartados que más me van a obligar a hablar. Aunque espero no pasarme mucho e intentaré controlarme lo más que pueda. Primero y antes de nada, debemos de tener en cuenta que tenemos entre manos una serie de 2003, con todo lo que esto conlleva. Por aquel entonces todo era manual y el detalle en el dibujo y la animación era algo que solo Ghibli y un puñado más de estudios podían plasmar en la pantalla.

-Ojito a la silla del protagonista y al minuto del vídeo-

-Es que ni el brujo de Xena-

Aquí tenemos una obra de J.C.Staff, que no es para quitar méritos, pero… joder, ya podrían haberse esforzado algo más. Estéticamente no se puede negar que la serie es de comienzos de los 2000, pero antes de Cristo. Tiene una calidad justa en primerísimo plano. Cuando vamos ampliándolo, observamos que la calidad cae enteros. Las ropas son detalladas en su justa medida, faltando trazos y otros detalles que podrían haberse dibujado, pero no fue el caso. Si seguimos analizando, los escenarios son muy pobres, demasiado. Tenemos una calidad ínfima, con un detallado inexistente, viendo que los escenarios no tienen ni siquiera un trazo definido y todo parece pintado con una brocha gorda que se ha salido por el borde. Muy mal todo incluso para la época. Por poneros un ejemplo que yo mismo analicé, Musekinin Kanchou Tylor (del año 1993) tiene un mejor detalle en personajes y escenarios, y estamos hablando de una serie que tiene 10 años más que la que estamos analizando esta semana. Así que os podéis imaginar el percal visual que tenemos delante.

Respecto al sonido, qué queréis que os diga, si está al nivel que nos muestran en la animación. Músicas y efectos que encajarían perfectamente en una peli porno de los años 70, cuando había cada aberración técnica por la cuál se arrancaron las orejas más de uno.

• OPENING. El compositor Oomori Toshiyuki creó el tema "The Sacred Moon". En efecto, hablo de compositor y no de cantante porque no aparece una voz que nos cante una letra, solo algunos coros genéricos.
• ENDING. El tema "Rinne no Hate ni…" está cantado por Orikasa Fumiko, quien también colaboró en series como Bleach, Chobits, Figure 17: Tsubasa & Hikaru, Hyakko, Ichigo Marshmallow o VanDread, entre otras.

LA NOTA:

Y ya estamos aquí, con la pala en la mano para ir echando tierra en el hoyo donde hemos enterrado este análisis. Levantando la vista veo que el cementerio se nos está quedando pequeño, no solo por los bodrios. ¿Dónde creéis que van las series una vez diseccionadas? No hay contenedor para esto, así que lo más fácil es comprar una pala y ejercitarse un poco.

En esta ocasión, con gusto me olvidaré de esta serie. No va a quedar como favorita en ningún ránking por mucho que intente esforzarme en ello. La serie no está bien tratada desde un comienzo, con un guion que confunde más que ayuda y una evolución escasa. La trama solo avanza a golpes y, sobre todo, cerca del final. Los personajes no tienen carisma y su gestión deja mucho que desear, sobre todo la evolución en la mayoría, por no mencionar a todos.

Técnicamente es una basura, así de claro lo digo. No sé cómo los de J.C.Staff han tenido la suerte de lanzar esta serie sin que los hayan ejecutado ese mismo día. Podrían haberse esforzado más, sobre todo viendo las series de esa época.

Por todo esto, la serie de Shingetsutan Tsukihime alcanza la letra E de nuestro sistema de valoraciones.