AÑO 12
Esta semana terminaremos de sufrir con…
>Hachimitsu to Clover II (A.K.A. Honey and Clover II) (J.C.Staff, 2006, 12 CAPS)
Tal y como anuncié hace dos semanas, llega el momento de poner conclusión al sufrimiento por amor que nos presentaron en 2005 los amigos de J.C.Staff. Aunque, claro, tampoco es que fuese un trabajo original. No vayamos a darles ahora el mérito (o, en su defecto, atacarles) por algo que no han inventado, sino adaptado tal y como les salió del arco del triunfo.
¿Podría buscar el manga original y leer por encima si está bien adaptado? Sí, pero mi tiempo es más valioso que tanto trabajo poco agradecido, así que, con la excusa de siempre de que "en este blog solo analizamos series de animación y nada de papel a menos que así esté especificado en la entrada", me lavaré las manos cual Poncio Pilatos para dejar en manos de la turba qué Jesucristo deciden crucificar, si a la autora original (Chika Umino) o a los inadaptados del estudio de animación que tenemos hoy presentes. La cosa está ajustada, aunque yo lo tengo claro: a los dos.
No voy a dar mis razones para ello, solo disfruto viendo como el mundo arde a mi alrededor mientras sujeto una birra o un vaso de alguna bebida energética rebajada con vodka. Es que ni en gasolina voy a gastar, la plebe ya trae antorchas y combustible, no hace falta ni que intervenga. Aunque claro, ¿quién va a analizar? Pues el menda, que para eso soy el cerebro de la operación. Un humilde mensajero que envía el rey (en este caso el excelentísimo presidente de éste nuestro blog) para ofrecer
Así que no esperéis cosas como las habituales en las entradas del blog, como la razón por la cuál escogí esta serie o porque no dejan de picarme los cojoncillos si el verano ya pasó y estamos en octubre. De lo único que os tengo que avisar es que este análisis va a ser más breve de lo habitual porque va a faltar a alguna que otra parte, como el listado de personajes.
>Sinopsis
Venimos de una primera parte donde (y los spoilers os los vais a comer hasta la huevada) las relaciones que tenemos presentes bailan entre varios y el amor solo tiene como utilidad la de sufrir como un gorrino en la matanza. Aunque a diferencia de los SIMS, aquí nadie se muere por desamor, lamentablemente, porque quizás entonces sería más divertido.
-Con la ilusión que le había hecho el baño de plutonio-
En el último capítulo, el calzonazos de Takemoto vuelve de su particular vuelta ciclista a Japón donde huyó hacia el norte hasta llegar al cabo Soya, lugar donde Keitarou y Naru se dieron el lote cuando se cayeron por el barranco. Y es que ya se sabe, cuando la tensión por la supervivencia hace aparición, las ganas de follar aumentan, aunque en el caso que nos trae, solo estaba el pobre de Takemoto muerto de hambre con una bicicleta prestada.
Todo un viaje de varias semanas para que, al volver y declararse ante Hagu, ésta le responda con una frase sacada del manual de "manzanas traigo". Semejante respuesta lo ancló a la friendzone con la misma fuerza que Rei arrojó la lanza de Longinos para acabar con la vida de Arael.
Y en ese momento da comienzo una segunda etapa donde, esperemos, se pongan de una vez por todas las cosas claras entre todos para que nos dejen de putear y veamos si sus vidas avanzan o se van a la calle del fentanilo para no volver jamás.
>Guion, narrativa y tratamiento de personajes
No sé por dónde podría continuar la fantástica sinopsis que me ha salido mientras escuchaba una sesión de eurodance. Quizás le mande un lingotazo a lo que tengo aquí al lado para continuar. Infusión de ¿jengibre? Esto sí que es fuerte y todo mientras suena 9PM (Till I Come) de ATB. Pero podría ser peor, podría ser miembro de J.C.Staff, en la década de los 2000, mientras exploraba nuevas tecnologías de animación para dar efecto a los rebotes de las pechugas.
O peor aún, quizás hasta me parecería una buena idea el hecho de que, en una serie de 12 capítulos, meta el primero de ellos como un resumen de los 24 de la temporada anterior. Con un par… de neuronas, porque con más no habría pasado nada de esto. De todas formas, semejante ida de olla solo nos tocará de primeras y no en medio de la temporada como los inútiles capítulos 7.5 de antaño. Vosotros que sois jóvenes e inexpertos ya no lo sufrís, pero en mis tiempos (agitando el puño en alto hacia las nubes) era la tónica habitual de cualquier serie nipona. Aunque no os riáis muy alto, que lo que está de moda ahora es alargar artificialmente la historia de una serie que va decayendo. Podría dar ejemplos de ello, pero no quisiera enfadar a los fans de Shingeki no Kyojin, Naruto, Bleach o One Piece.
Tras el primer y breve episodio. Digo "breve" porque ya intuía por dónde iban los tiros y empecé a avanzar hasta terminar en el ending en un speedrun de menos de un minuto. Con el segundo pude disfrutar de lo que faltó en la primera temporada. Me estoy refiriendo a las declaraciones y al hecho de mostrar las cartas en una última mano. En ese momento solo quise felicitar a los guionistas por ser capaces de separar de una serie romántica la parte de amor de la del desamor. Así que ahora, en esta segunda temporada, tendremos todos los momentos de tensión amorosa que no tuvimos en la primera temporada. Capítulo tras capítulo. ¿Te gusta el helado? Te vas a hartar porque no vas a comer otra cosa en lo que te quede de vida.
-Lo llamaremos Fornite-
Lo del colesterol lo dejamos para otro momento, pero eso sí, que el helado no falte. Y así tienen ese patrón en la narrativa, con uno u otro personaje, hasta que gastan los cartuchos y no les quedan más. Olé, J.C.Staff, quemar toda la pólvora antes del final de los fuegos artificiales. ¿Qué les queda en ese momento? Pues más de lo mismo que en la primera temporada ¡y en la parte final!
Una maravilla todo. Es como aquel episodio de los Simpsons donde Homer quiere una cinta con terapia de adelgazamiento para escucharla mientras duerme y le mandan una de vocabulario, porque de eso sí que hay en el almacén. Ahí el presupuesto rindió con creces. Otra cosa no, pero de morralla están sobrados. Así pues, al final del episodio 7 nos toparemos con el giro de guion que nos escupen a la cara para alargar la serie un poquito más y marear la perdiz en un final que, si bien no está del todo inventado sobre la marcha (una parte importante sí), si que lo abordaremos teniendo bastante claro lo que no nos va a mostrar.Básicamente porque nos olemos la friendzone a kilómetros y la negativa de la principal protagonista en este caso. Porque otra cosa no, pero las respuestas nos las dieron en la primera temporada.
-Oye, Dani, de esto no mencionaste nada en el análisis de hace 15 días.
-En efecto, de esta forma os tengo atados a la silla.
Así que tenemos, gracias a J.C.Staff, las respuestas del examen antes de que lo pongan encima de la mesa. Como os dije antes, no sé si esto fue una licencia narrativa por parte del estudio o un tremendo mojón de la autora del manga. No lo quiero saber ni tampoco investigar, la cagada está ahí y es clara. Me da igual quién la haya hecho. Si es por parte de la autora, el estudio podría hacer presión para corregirlo. Si en el manga estaba bien, la cagada sigue estando en el tejado de J.C.Staff. No hay excusas.
Respecto a lo que sucede con el resto de personajes, tampoco es que haya algo que nos vuele la cabeza, solo lo previsible si pensamos un poquito. Lamentablemente no os voy a desvelar qué ocurre con cada uno de ellos. Si tenéis ganas de descubrirlo, solo tendréis que ver los 11 últimos capítulos de la serie saltándoos el primero por razones obvias.
Pero todo esto es respecto al final. La parte entre el capítulo 8 y 11 se basa en lo que nos ofrecieron en la primera temporada. Cosas que, si bien no son románticas, si que tienen que ver con el desamor. Con el sufrimiento por no ser correspondidos y las dudas que surgen entre los personajes por no saber qué hacer.
La narrativa sigue siendo la misma que en la primera temporada, de la misma forma que gestionan los personajes. Chicos inmaduros (es la edad, no los culpo, con 20 años uno piensa en salir de fiesta, mojar si las cosas se ponen de frente y no morir de una sobredosis) con gente que podría ser sus padres. Un cóctel del que ya sabemos la resaca que ocasionará. Pero además, lo han tenido que mezclar con lo que había debajo del fregadero gracias a historias que no vienen a cuento y que nos alejan de las partes romántica y de los personajes que las protagonizan. En la primera temporada tuvimos el viaje absurdo de Takemoto para ver qué necesitaba (cuando en esos momentos lo necesario era un bofetón que le mantuviese caliente la oreja para el siguiente invierno). En esta segunda sabremos para qué necesitaba tanto dinero Morita (y, ya de paso, el porqué de su comportamiento estúpido). Luego veremos que, de manera mágica, aparece más dinero por ahí. Pero eso lo hizo un mago, como excusa la buena de Lucy Lawless en estas situaciones.
-No le quites a un español la ilusión de empotrarse a una japonesa-
Por parte de los personajes la gestión apenas cambia. Pocos datos que arrojaran luz sobre el porqué de sus actos, a excepción de Morita y de su hermano, pero nada que interese en realidad porque, como ya mencioné, si no se gestiona bien el romance en una trama romántica, lo demás no me importa. De igual manera que, si compro una casa, no me interesa que la puerta principal esté de puta madre si luego no tengo un techo en las habitaciones.
>Animación y sonido
Respecto al apartado técnico, la animación da un salto enorme en cuanto a calidad. O eso pensaremos al comienzo de la serie, porque se notará más detallada, con mejor calidad en los acabados y con un movimiento y efectos que nos hubiera encantado tenerlos ya en la primera temporada. Y, desde el segundo capítulo, vuelta al arroyo. O casi. ¿Por qué este cambio? Me había hecho ilusiones en los primeros segundos del capítulo inicial porque el cambio es notable. Después queda degradado en una especie de "downgrade" como ocurre en los videojuegos.
No estoy insinuando que el resto de capítulos tenga un nivel como en la anterior temporada o más bajo todavía. Se nota en los escenarios y en los paisajes que el detalle aumenta. Es como si hubieran fusilado al anterior equipo de animadores y contratasen a uno nuevo. No obstante, el movimiento ágil y el esperpento en los saltos de los personajes queda atrás para volver (casi) a un estado de tranquilidad anodino como ocurría en la primera temporada. ¿Para qué destacar tu serie romántica con algo de humor y animación desternillante en los momentos puntuales donde el amor no está presente? Mucho mejor hacer primeros planos donde se vea toda la cara posible para no dibujar más pelo del debido.
Y del apartado sonoro, pues ninguna novedad a excepción de la apertura y el cierre.
>OPENING. Tenemos a Yuki (como en la primera temporada) pero en esta ocasión interpretando Fugainaiya.
>ENDING: Como ocurre en el opening, para el cierre tenemos al mismo artista que en la primera temporada: Suneohair. En este caso pone voz al tema Split.
-Cagar, por poner un ejemplo-
LA NOTA:
Y no tengo muchas más ganas de continuar con este circo, la verdad. No me había hecho mucha ilusión con la segunda temporada, pero el ansia me forzaba a saber qué fue de aquellos chicos universitarios que se metieron a estudiar algo relacionado con las artes, las letras y demás carreras que no tienen una salida laboral. Una situación que, vista en perspectiva, todavía duele más, porque dan un diploma confirmando lo letrasado que se fue durante unos cuantos años mientras la inspiración fluía por los dedos. Que digo yo, si no vale para sacar dinero después ni para enriquecerse personalmente, tiempo tirado a la basura.
Esto es así. ¿Podría servirme una carrera de filología para escribir mejor en el blog? Sí, ¿merecería la pena tanto esfuerzo? Ni de coña. Lo mismo para ser escritor profesional. El éxito no estaría en la calidad de lo que uno presenta, sino en cómo hacer sentir a los demás con tu obra. No vale de nada tener una habilidad increíble con el vocabulario si las historias no cuentan más que palabras vacías. Y esa sensación es la que me queda tras el periplo de ver dos temporadas de esta historia de desamor y dolor ocasionado por no ser amado por la persona de la que te has enamorado. He tenido historias de desamor que le daría mil vueltas en tensión y emoción a semejante invento nipón. Y luego uno ve cómo tratan al occidental medio como "muy intensito" en sus series. Me cago en su puta madre, vaya panda de aburridos.
Con lo sencillo e importante que es sentirse enamorado y lo han gestionado de una manera insulsa. Claro que hay que apostar por un amor aunque se pierda, pero sentir que mereció la pena a pesar del dolor que se agudiza en el pecho tras ver, día a día, que ese amor no fructificará y que, a cada acción, solo te marcan un lugar que bien puede ser el de la amistad o el de un bloqueo para evitar dirigirte la palabra. Podría ser peor, con desprecios continuos, pero sería estúpido seguir insistiendo en esa situación para acabar recibiendo palos.
El desamor es un sentimiento que, aunque duela, siempre lo vamos a recordar. Vendrán a nuestra mente recuerdos de aquellas veces que nos rechazaron. Momentos dolorosos que, tiempo después, nos van a volver a golpear alguna vez en nuestra vida. Quizás no recordemos todos, pero sí una parte y, por triste que parezca, vamos a recordar mejor aquellos donde nos han tratado mal. Algo sobre esto ya lo mencioné hace años en el análisis de la segunda temporada de Kimi no Todoke. Da igual a quién tengas delante, sé educad@. No le destroces por dentro, no hace falta.






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