AÑO 2
Una de las cosas más comunes de la sociedad globalizada a la que pertenecemos es el trolleo, engaño o puteo. Y mirar si tengo esto claro que pongo en tela de juicio el que alguno de vosotros no haya leído u oído hablar nunca de uno de estos casos, ya sea este perteneciente al mundo del cine (por medio de esas películas que se anuncian pero que nunca salen adelante), al del videojuego (por medio de esas campañas de Kickstarter que solo sirven para llenar los bolsillos del listos de turno), o al de cualquier otra materia.
Pues bien, por norma general creo correcto decir que todos coincidimos en que estos trolls acaban pagando sus fechorías de una u otra manera. Siendo contadas las excepciones en las que el TROLL se puede permitir el lujo de torear a sus seguidores y salir impune en la misma manera que lo hace el programador del ejemplo, o el estudio de animación que hoy vuelve a centrar nuestra atención despues de haber firmado bodrios tan sonados como Gantz o Speed Grapher. Y es que sí amigos, una vez más regresamos a las oficinas de Gonzo para analizar...
Pues bien, por norma general creo correcto decir que todos coincidimos en que estos trolls acaban pagando sus fechorías de una u otra manera. Siendo contadas las excepciones en las que el TROLL se puede permitir el lujo de torear a sus seguidores y salir impune en la misma manera que lo hace el programador del ejemplo, o el estudio de animación que hoy vuelve a centrar nuestra atención despues de haber firmado bodrios tan sonados como Gantz o Speed Grapher. Y es que sí amigos, una vez más regresamos a las oficinas de Gonzo para analizar...
> BRAVE STORY (GONZO, 2006, PELICULA)
Basada en la novela homónima de Miyuki Miyabe, y dirigida por Koichi Chigira, la trama de este film, que fue estrenado en tierra niponas el 8 de julio de 2006, nos "mete" (y permitirme que ponga esta palabra entre comillas para volver a ella más tarde) en la piel de Wataru, un niño de once años que se atreverá a entrar en el mundo de Visión con el propósito de recuperar a su familia y, por tanto, cambiar su destino. Una empresa que resulta completamente viable en este mundo de fantasía llamado Visión y en el que, nuestro jovencísimo protagonista, deberá de ir superando una serie de retos para obtener las cinco gemas que le llevaran hasta la Diosa del Destino. El poderoso ente que hará realidad el objetivo de Wataru por medio de un único deseo.
Ante lo que acabo de escribir es más que probable que alguno de mis lectores ponga el grito en el cielo, ya que la magia no deja de ser un elemento más del género de la fantasía. Sin embargo cabe la pena destacar que, por su planteamiento, BRAVE STORY intenta separar el mundo real, el nuestro, con ese otro mundo fantástico al que han dado por llamar Vision. Estableciendo así una especie de frontera a la que poco, o más bien nada, va a ayudar el personaje de Ashikawa. Y eso por no hablar del golpe de gracia que este chico le inflige a la propia trama con ese final pseudo Resines que nos aguarda.
El primero de ellos, y como no podría ser de otra manera (o al menos es lo que pienso yo), está relacionado con ese derroche de magia del que hace gala Ashikawa al comienzo de la película. No en vano, nos encontramos ante un personaje que no solo controla perfectamente este elemento sino que también sabe de la existencia de Vision y de la "recompensa" que este mundo guarda a todos los humanos que lo visiten. Pero, ¿como es esto posible?. Esa es, sin lugar a dudas, la pregunta del millón. Porque sí, pueden cubrir a Ashikawa con todo el misterio que quieran, que a la hora de la verdad no habrá manera de evitar que la coherencia se vaya a freír espárragos si no se dan antes unas cuantas explicaciones. Pero oye, que el chico sabe usar perfectamente la magia y conoce el lugar exacto donde se encuentra la entrada a Vision, así que aceptamos pulpo como animal de compañía y pasamos al siguiente ZASCA.
Intrínsecamente relacionado con el anterior ZASCA, nos encontramos con el que plantean los viajeros, pero antes de profundizar algo más en el expliquemos a que se refieren en este film con viajeros. Como la propia película nos indica, aunque sea de una manera un tanto indirecta (cosa que por otro lado se agradece enormemente en medio de tanta omisión), los habitantes de Vision denominan como viajeros a todas las personas que han llegado a este mundo procedentes del nuestro (La Tierra, para que nos entendamos). Siendo este, a su vez, un termino positivo ya que, hasta la llegada de nuestro protagonista, la opinión que tienen los habitantes de Vision hacia los terrestres es bastante buena. Y sin embargo, este bonito barniz oculta un verdadero filón para nuestro amigo Iker en el simple hecho de cómo se puede llegar desde nuestro mundo a Vision.
Si hacemos caso a lo que nos muestra la película en un primer momento, tendremos bastante claro que la puerta a Vision se encuentra en un edificio en obras ubicado en algún punto de Japón. Obteniendo así una rápida y sencilla solución que se va al cuerno en el instante en que sabemos de los visitantes. Y si no lo veis bien aún, probar a buscar una explicación coherente a cuestiones del calibre de, ¿cómo es posible que alguien pudiese viajar a Visión antes de que se iniciase esta obra? Por suerte para mí, y desgracia para Gonzo, la historia tambien nos da pie a pensar que esta puerta a Vision pudo haber sido creada por el propio Ashikawa (¿os preguntáis cómo puede manejar la magia este chico?, pues dejad de hacerlo porque estáis perdiendo el tiempo XD). Lo cual no deja de plantear preguntas mejores y de mayor calado que la anterior, ya que si no estamos ante un grupo de alumnos de Hogwarts ya me diréis de donde sale tanto conocimiento acerca de Visión XD.
Si bien a estas alturas del análisis ya me puedo hacer a la idea de que hemos llegado a un consenso en cuanto a las carencias que muestra el guión de BRAVE STORY, de lo que no tengo ninguna duda es de que todas nuestras opiniones coincidirán completamente en los dos apartados de los que paso ha hablar a continuación: la animación y la música.
Siguiendo la pauta de La isla de Giovanni, voy a pasar de puntillas por la banda sonora para dedicarle un poco más de atención al apartado visual. Y no porque estemos ante una B.S.O digna de olvidar, sino más bien todo lo contrario, pues nos encontramos ante una labor en el que han participado dos pesos pesados como son Juno Reactor (sí, el mismo Juno Reactor que trabajo en la trilogía de Matrix) y Skywalker Sound. La división de Lucasfilm centrada en el apartado musical y que ya pudimos escuchar en 009 RE:CYBORG, El castillo ambulante, Ponyo en el acantilado o Ghost in the Shell 2: Innocence. Por lo que queda casi repetitivo decir que nos encontramos ante una banda sonora completamente decente.
No obstante, y si hay algo que aplaudir a rabiar en este film, eso es la animación. Aunque criticado por mí en más de una ocasión (de hecho si no seguí haciéndolo fue por puro aburrimiento), el estudio Gonzo consiguió hacerse un hueco entre mis favoritos gracias a un anime (Last Exile) que, sin ser una joya de la animación si nos mostraba una historia muy bien cuidada tanto a nivel visual como argumental. Por desgracia, a este buen anime le siguieron trabajos, del calibre de los que os comenté en el prólogo de esta entrada, que no solo consiguieron eclipsar a otros como Burst Angel, SoltyRei o Witchblade, sino mostrarnos lo que parecía una clara decadencia hacia el pozo del olvido. Cosa que por otra parte parecía bastante obvia sabiendo de lo justo que andaba esta compañía en cuanto a su economía. Por lo que nadie se podía imaginar el gol que nos iba a meter este estudio dos años despues de haber sacado el curioso "experimento visual" de Gantz.
Tras ver la película, y despues de digerir el excelente apartado visual, he llegado a una conclusión: en esta historia se me ha escapado algo. Ya sea porque ese algo solo esté a la altura de la cultura japonesa o porque no le he prestado demasiada atención a la trama. Y es que, si no hay ningún "extra", y resulta que un grupo importante de espectadores se ha terminado haciendo las mismas preguntas con las que yo adornaba los ZASCAS, ya me podéis explicar a base de comentarios cómo diablos es posible sacar adelante una película en base a una trama tan cogida por los pelos como la de BRAVE STORY.
Porque no, señores de Gonzo. De nada me vale que se curren un apartado visual de lujo si no cuentan con una trama que lo acompañe. Y como yo creo que pensará mucha otra gente, a pesar de que la historia parezca estar enfocada a un público juvenil. Porque si ese es el caso, y la escusa para tan pobre guión, bien se podían haber ahorrado incorporar las escenas que ya todos conocemos en pro de un resultado más sencillo, pulido y sumamente atractivo para ese nicho de público en concreto.
Dicho esto, y como ya os podéis hacer una idea tras leer la entrada, la nota de BRAVE STORY no va a ser precisamente para tirar cohetes, aunque tampoco para enterrar a esta película bajo una tonelada de mierda. Y el motivo de esta sorpresa radica en que no nos encontramos ante una trama de la que cabría esperar más, sino más bien ante un trabajo que cuenta con pequeños agujeros negros. Que sí, que al final acabaran engulléndoselo todo, pero mientras tanto podremos disfrutar de un argumento que, dentro de las típicas prisas tokiotas, se deja ver bastante bien. Aunque eso sí, a mí el final me pareció un bonito truño, pero esa ya es una historia en la cual podríamos meter a infinidad de animes. Por lo que yo, por todo broche, le dejo aquí una D a BRAVE STORY para que los chicos de Gonzo la vengan a recoger cuando les venga en gana XD
Basada en la novela homónima de Miyuki Miyabe, y dirigida por Koichi Chigira, la trama de este film, que fue estrenado en tierra niponas el 8 de julio de 2006, nos "mete" (y permitirme que ponga esta palabra entre comillas para volver a ella más tarde) en la piel de Wataru, un niño de once años que se atreverá a entrar en el mundo de Visión con el propósito de recuperar a su familia y, por tanto, cambiar su destino. Una empresa que resulta completamente viable en este mundo de fantasía llamado Visión y en el que, nuestro jovencísimo protagonista, deberá de ir superando una serie de retos para obtener las cinco gemas que le llevaran hasta la Diosa del Destino. El poderoso ente que hará realidad el objetivo de Wataru por medio de un único deseo.
Como habéis podido intuir, en el párrafo anterior se hace un muy breve resumen de la trama de esta película con fin de desvelar lo mínimo posible de la misma. Lo cual no quita que evitemos el hecho de profundizar un poco más en el co-protagonista de la historia o en los jugosos ZASCAS que he encontrado en medio de tanta fantasía. Porque sí amigos, eso es exactamente lo que es BRAVE STORY, una historia de fantasía que mezcla los elementos clásicos de este género con una parte mas real en la que podemos descubrir una historia más centrada en la superación personal.
Alumno del mismo centro educativo al que acude Wataru, Ashikawa se nos presenta como un personajes distante y misterioso que causa tanta admiración como rechazo entre el alumnado de este colegio. De caracter reservado y poco sociable, este chico jugará un papel importante a la hora de mostrarle a Wataru, de manera indirecta, la entrada al mundo de Vision, universo al que se adentrará en primer lugar movido por sus propios motivos personales con la intención de encontrar a la Diosa de Destino y poder hacer realidad su único deseo. Claro que con tanto afán en que este personaje resultará misterioso, a los chicos de Gonzo se les ha podido pasar por alto el hecho de que se pasaron tres pueblos. Y ya no solo por el simple motivo de que este chico sepa donde está la entrada a Vision, cuestión que puede acarrear alguna que otra fisura a la coherencia de esta historia, sino porque de buenas a primeras ya nos encontramos con un verdadero fantasma (y no en sentido figurado) capaz de desaparecer de los ojos de Wataru. Y eso por no hablar de su capacidad a la hora de hacer magia en nuestro mundo.
Ante lo que acabo de escribir es más que probable que alguno de mis lectores ponga el grito en el cielo, ya que la magia no deja de ser un elemento más del género de la fantasía. Sin embargo cabe la pena destacar que, por su planteamiento, BRAVE STORY intenta separar el mundo real, el nuestro, con ese otro mundo fantástico al que han dado por llamar Vision. Estableciendo así una especie de frontera a la que poco, o más bien nada, va a ayudar el personaje de Ashikawa. Y eso por no hablar del golpe de gracia que este chico le inflige a la propia trama con ese final pseudo Resines que nos aguarda.
Como en toda historia que se precie, el bien y el mal también hacen acto de presencia en la trama, aunque en este caso sea de una manera un tanto diferente a la que estamos acostumbrados, ya que a los conflictos y problemas propios de Vision le debemos de sumar las dos rutas que los chicos tomaran para abrirse paso en su camino hacia la Diosa del Destino, siendo Ashikawa el que haya suya la archiconocida frase de "el fin justifica los medios" mientras Wataru opta por el lento, y algo más torpe, camino de la justicia. Lo cual no quita que ambos personajes se las tengan que ver con un numero casi igual de situaciones amables y peligrosas.
Eso sí, como os podéis imaginar la filosofía de Wataru le llevará a interactuar con más personajes y hacer más amigos que Ashikawa, a pesar del pavor inicial que causan en él los diferentes y numerosos seres antropomorfos que pueblan Vision. Y digo numerosos porque este mundo, en el que nunca se sabe lo que te vas a encontrar a la vuelta de la esquina, también está habitado por humanos.
Pero dejemos a un lado las explicaciones y particularidades de BRAVE STORY para escarbar un poco más en esa sección que tanto me chifla: la de los ZASCAS. Porque hoy tenemos material suficiente como para desmantelar la estructura de esta historia sin que se nos caiga un spoiler encima. O al menos, eso es lo que voy a procurar.
Wataru, tras recibir su casco y su espada, ya está listo para entrar a saco en su particular versión de Dragones y Mazmorras.
Pero dejemos a un lado las explicaciones y particularidades de BRAVE STORY para escarbar un poco más en esa sección que tanto me chifla: la de los ZASCAS. Porque hoy tenemos material suficiente como para desmantelar la estructura de esta historia sin que se nos caiga un spoiler encima. O al menos, eso es lo que voy a procurar.
Y para empezar vamos a retomar ese "mete" que os dejaba al comienzo, ya que a mi juicio es exactamente en este punto donde radica el gran fallo de BRAVE STORY. Si bien es cierto que al comenzar una película el espectador puede estar más o menos perdido (a no ser que nos encontremos ante una adaptación o continuación de una historia que ya conocíamos, claro está), este problema inicial no nos suele echar atrás, ya que tenemos la certeza de que en algún momento se nos darán las pistas necesarias para atar todos los cabos. Dándose así continuidad a una regla de la que la gente de Gonzo no ha querido saber nada.
De esta manera, y tras presentarnos la faceta más exploradora de Wataru, la trama inicia un ritmo frenético que nos apartará de los acontecimientos que pueden establecer lazos entre el espectador y el protagonista (recordar que el propósito de Wataru es el de viajar a Vision para buscar solución a estos mismos acontecimientos) para llevarnos por la apresurada senda que nos presentará a Ashikawa justo antes de dejarnos en el mundo de Vision. Algo que por otra parte no ocurrirá hasta el minuto 17 de metraje, por lo que resulta bastante obvia la existencia de fallo narrativo en estos primeros compases de la película. Aunque lo más gracioso de todo es escuchar en el minuto 25:06 las quejas del propio Wataru ante la parca explicación que del mundo de Vision le da uno de los personajes con los que se encuentra. ¡VRABO GONZO, VRA BO!
Lo bueno (para mi) de está estúpida prisa inicial, y eso que la cinta dura una hora y media, es el buen manojo de gazapos que esto va dejando a su paso. Y es que si se lo hubieran tomado con un poco más de calma estoy convencido de que gran parte de estos interrogantes habrían quedado completamente resueltos (dios, quiero pensar que la novela no sigue el mismo camino). Así que me vais a permitir que os hable de los dos ejemplos que más daño le hacen a esta película.
De esta manera, y tras presentarnos la faceta más exploradora de Wataru, la trama inicia un ritmo frenético que nos apartará de los acontecimientos que pueden establecer lazos entre el espectador y el protagonista (recordar que el propósito de Wataru es el de viajar a Vision para buscar solución a estos mismos acontecimientos) para llevarnos por la apresurada senda que nos presentará a Ashikawa justo antes de dejarnos en el mundo de Vision. Algo que por otra parte no ocurrirá hasta el minuto 17 de metraje, por lo que resulta bastante obvia la existencia de fallo narrativo en estos primeros compases de la película. Aunque lo más gracioso de todo es escuchar en el minuto 25:06 las quejas del propio Wataru ante la parca explicación que del mundo de Vision le da uno de los personajes con los que se encuentra. ¡VRABO GONZO, VRA BO!
¿Lo adivináis? En efecto, el crío ya ha metido la pata XD
Lo bueno (para mi) de está estúpida prisa inicial, y eso que la cinta dura una hora y media, es el buen manojo de gazapos que esto va dejando a su paso. Y es que si se lo hubieran tomado con un poco más de calma estoy convencido de que gran parte de estos interrogantes habrían quedado completamente resueltos (dios, quiero pensar que la novela no sigue el mismo camino). Así que me vais a permitir que os hable de los dos ejemplos que más daño le hacen a esta película.
El primero de ellos, y como no podría ser de otra manera (o al menos es lo que pienso yo), está relacionado con ese derroche de magia del que hace gala Ashikawa al comienzo de la película. No en vano, nos encontramos ante un personaje que no solo controla perfectamente este elemento sino que también sabe de la existencia de Vision y de la "recompensa" que este mundo guarda a todos los humanos que lo visiten. Pero, ¿como es esto posible?. Esa es, sin lugar a dudas, la pregunta del millón. Porque sí, pueden cubrir a Ashikawa con todo el misterio que quieran, que a la hora de la verdad no habrá manera de evitar que la coherencia se vaya a freír espárragos si no se dan antes unas cuantas explicaciones. Pero oye, que el chico sabe usar perfectamente la magia y conoce el lugar exacto donde se encuentra la entrada a Vision, así que aceptamos pulpo como animal de compañía y pasamos al siguiente ZASCA.
Intrínsecamente relacionado con el anterior ZASCA, nos encontramos con el que plantean los viajeros, pero antes de profundizar algo más en el expliquemos a que se refieren en este film con viajeros. Como la propia película nos indica, aunque sea de una manera un tanto indirecta (cosa que por otro lado se agradece enormemente en medio de tanta omisión), los habitantes de Vision denominan como viajeros a todas las personas que han llegado a este mundo procedentes del nuestro (La Tierra, para que nos entendamos). Siendo este, a su vez, un termino positivo ya que, hasta la llegada de nuestro protagonista, la opinión que tienen los habitantes de Vision hacia los terrestres es bastante buena. Y sin embargo, este bonito barniz oculta un verdadero filón para nuestro amigo Iker en el simple hecho de cómo se puede llegar desde nuestro mundo a Vision.
Si hacemos caso a lo que nos muestra la película en un primer momento, tendremos bastante claro que la puerta a Vision se encuentra en un edificio en obras ubicado en algún punto de Japón. Obteniendo así una rápida y sencilla solución que se va al cuerno en el instante en que sabemos de los visitantes. Y si no lo veis bien aún, probar a buscar una explicación coherente a cuestiones del calibre de, ¿cómo es posible que alguien pudiese viajar a Visión antes de que se iniciase esta obra? Por suerte para mí, y desgracia para Gonzo, la historia tambien nos da pie a pensar que esta puerta a Vision pudo haber sido creada por el propio Ashikawa (¿os preguntáis cómo puede manejar la magia este chico?, pues dejad de hacerlo porque estáis perdiendo el tiempo XD). Lo cual no deja de plantear preguntas mejores y de mayor calado que la anterior, ya que si no estamos ante un grupo de alumnos de Hogwarts ya me diréis de donde sale tanto conocimiento acerca de Visión XD.
No, no es el arbol de Avatar, pero casi XD
Si bien a estas alturas del análisis ya me puedo hacer a la idea de que hemos llegado a un consenso en cuanto a las carencias que muestra el guión de BRAVE STORY, de lo que no tengo ninguna duda es de que todas nuestras opiniones coincidirán completamente en los dos apartados de los que paso ha hablar a continuación: la animación y la música.
Siguiendo la pauta de La isla de Giovanni, voy a pasar de puntillas por la banda sonora para dedicarle un poco más de atención al apartado visual. Y no porque estemos ante una B.S.O digna de olvidar, sino más bien todo lo contrario, pues nos encontramos ante una labor en el que han participado dos pesos pesados como son Juno Reactor (sí, el mismo Juno Reactor que trabajo en la trilogía de Matrix) y Skywalker Sound. La división de Lucasfilm centrada en el apartado musical y que ya pudimos escuchar en 009 RE:CYBORG, El castillo ambulante, Ponyo en el acantilado o Ghost in the Shell 2: Innocence. Por lo que queda casi repetitivo decir que nos encontramos ante una banda sonora completamente decente.
No obstante, y si hay algo que aplaudir a rabiar en este film, eso es la animación. Aunque criticado por mí en más de una ocasión (de hecho si no seguí haciéndolo fue por puro aburrimiento), el estudio Gonzo consiguió hacerse un hueco entre mis favoritos gracias a un anime (Last Exile) que, sin ser una joya de la animación si nos mostraba una historia muy bien cuidada tanto a nivel visual como argumental. Por desgracia, a este buen anime le siguieron trabajos, del calibre de los que os comenté en el prólogo de esta entrada, que no solo consiguieron eclipsar a otros como Burst Angel, SoltyRei o Witchblade, sino mostrarnos lo que parecía una clara decadencia hacia el pozo del olvido. Cosa que por otra parte parecía bastante obvia sabiendo de lo justo que andaba esta compañía en cuanto a su economía. Por lo que nadie se podía imaginar el gol que nos iba a meter este estudio dos años despues de haber sacado el curioso "experimento visual" de Gantz.
Con un nivel de detalle y calidad más propio de nuestros días que de lo que la animación nipona daba de si en el 2006 (de hecho yo no había visto esta película hasta este año y tengo que reconocer que me costó reconocer que estaba ante una obra de hace nueve años), BRAVE STORY se sitúa entre los mejores trabajos de animación gracias a la perfecta puesta en escena de las imágenes en 2D y 3D. Haciendo que trabajos como Viaje a Agarta (2011, CoMix Wave Inc) se caigan de la nube en la que descansaban con tanta comodidad.
Claro que el trolleo de Gonzo tiene un pequeño truco, ya que detrás de esta soberbia animación se esconden nombres propios como MADHOUSE, Nakamura Production, Production I.G, Radix o Xebec. Por lo que la experiencia me lleva a afirmar que Production I.G es sinónimo de éxito. Ahora veremos cuanto tarda esta norma en irse al garete XD.
LA NOTA:
Claro que el trolleo de Gonzo tiene un pequeño truco, ya que detrás de esta soberbia animación se esconden nombres propios como MADHOUSE, Nakamura Production, Production I.G, Radix o Xebec. Por lo que la experiencia me lleva a afirmar que Production I.G es sinónimo de éxito. Ahora veremos cuanto tarda esta norma en irse al garete XD.
LA NOTA:
Tras ver la película, y despues de digerir el excelente apartado visual, he llegado a una conclusión: en esta historia se me ha escapado algo. Ya sea porque ese algo solo esté a la altura de la cultura japonesa o porque no le he prestado demasiada atención a la trama. Y es que, si no hay ningún "extra", y resulta que un grupo importante de espectadores se ha terminado haciendo las mismas preguntas con las que yo adornaba los ZASCAS, ya me podéis explicar a base de comentarios cómo diablos es posible sacar adelante una película en base a una trama tan cogida por los pelos como la de BRAVE STORY.
Porque no, señores de Gonzo. De nada me vale que se curren un apartado visual de lujo si no cuentan con una trama que lo acompañe. Y como yo creo que pensará mucha otra gente, a pesar de que la historia parezca estar enfocada a un público juvenil. Porque si ese es el caso, y la escusa para tan pobre guión, bien se podían haber ahorrado incorporar las escenas que ya todos conocemos en pro de un resultado más sencillo, pulido y sumamente atractivo para ese nicho de público en concreto.
Dicho esto, y como ya os podéis hacer una idea tras leer la entrada, la nota de BRAVE STORY no va a ser precisamente para tirar cohetes, aunque tampoco para enterrar a esta película bajo una tonelada de mierda. Y el motivo de esta sorpresa radica en que no nos encontramos ante una trama de la que cabría esperar más, sino más bien ante un trabajo que cuenta con pequeños agujeros negros. Que sí, que al final acabaran engulléndoselo todo, pero mientras tanto podremos disfrutar de un argumento que, dentro de las típicas prisas tokiotas, se deja ver bastante bien. Aunque eso sí, a mí el final me pareció un bonito truño, pero esa ya es una historia en la cual podríamos meter a infinidad de animes. Por lo que yo, por todo broche, le dejo aquí una D a BRAVE STORY para que los chicos de Gonzo la vengan a recoger cuando les venga en gana XD
0 Comentarios