AÑO 2
Esta semana continuaremos el abrillantado de la varita con...
> Maho Tsukai Tai TV (a.k.a Escuela de brujas TV) (MADHOUSE, Triangle Staff, 1999, 13 CAPS)
He aquí el primer análisis por mi parte en este año 2016, aún así, continuo con los remordimientos de la deuda pendiente de reseñas del pseudo-podcast y que poco a poco se va completando de la misma forma que un preso cuenta los años pasados en la cárcel: marcando rayitas.
En esta ocasión traemos a la palestra la continuación de Maho Tsukai Tai, pero no en forma de OVAs como suele ser habitual en el mundo animero, sino como serie de 13 episodios de TV, emitidos en el año 1999 a través de los canales japoneses Bandai Channel y WOWOW, tres años después de la emisión original. Si ya en el anterior análisis (me refiero al de las OVAs, no al de la semana pasada XD), escribía sobre lo curioso que resulta el mundo al revés que se hizo realidad con esta serie (normalmente suele ser primero serie y después OVAs), hoy no os voy a dar la tabarra otra vez con el mismo tema y vamos a encaminar el análisis como si se tratase de una segunda temporada, con referencias puntuales a las OVAs por supuesto. También indicar que este hecho tendrá una consecuencia clara en vuestro tiempo libre: el análisis será un poco más corto, así todos nos la podremos cascar tranquilamente.
Dicho esto, pasamos a la acción. Si recordamos lo que sucedió en las OVAs, los miembros del club de magia (bueno, más bien Sae) convierten la nave extraterrestre en un cerezo gigante. Es en ese momento, con el árbol floreando a diestro y siniestro, en el que la serie de TV comienza su historia. Para los amantes de las fechas que estén leyendo este análisis, indicar que pasan cerca de dos semanas desde el fin de las OVAs hasta que se relata la historia que hoy traemos. Lo que podría ser un problema que se alarga en el tiempo, nuestros efectivos amigos lo solucionan en el primer episodio. Y podríamos decir que ya está, que no hay más historia principal. Lo que llena los episodios restantes hasta casi el final son las mismas historias secundarias que estaban en las OVAs. No obstante, ese cambio de guión casi al final del anime salva los platos, con el protagonismo de un sospechoso rubiales que trastocará el casi monótono día a día para dar algo de chicha a la historia y hacernos pensar en que sería mejor haber hecho una nueva serie de 6 OVAs en vez de esta de 13 capítulos.
Bueno, si para vosotros es normal que os den la guarnición de guisantes como plato principal cuando pedís una buena carne asada, mejor para vosotros. Yo si veo verde y no hay rastro de carne, me levanto y me voy. Esto que acabo de ejemplarizar (hablo del argumento, no lo de la carne) es el mayor handicap que posee la versión televisiva de Maho Tsukai Tai. Poco a poco podremos aburrirnos con las escenas "eróticas" del inicio de los episodios, con las numerosas perversiones de Takeo o con los enfrentamientos entre él y los melones de Mizuha, que ahora la muchacha lleva unas hombreras nuevas, al estilo de los personajes de MMORPG que llevan la armadura mezclada.
Si alguien se huele lo que ya está pasando, puede pasar al final, ver la nota y frotarse durante más tiempo. Si todavía hay alguien que no u os gusta el masoquismo (que vais a ser la mayoría en esto último), seguid leyendo el camino de palabras hasta el final. No obstante, en este panorama de monotonía, brilla una tenue luz de novedad como anticipé un poco más arriba. Bueno, más bien dos luces: Sae se cartea con "un inglés" "llamado" Miki (desconozco si trabaja para la "Disnei") y aparece también el andrógino rubiales de antes, con un peinado mezcla entre Maude Flanders y Heman que tiene como consecuencia principal la duda entre enrollarte con él/ella o prenderle fuego. Es probable que este eunuco tenga la entrepierna tan pulida y abrillantada como los muñecos de Mattel, pero eso nunca lo averiguaré por mí mismo.
Sin embargo, a pesar de las novedades, estas son pocas y breves, convirtiendo a este anime en un slice of life de 2ª categoría debido a que los personaje no evolucionan y quedan estancados en las mismas situaciones que se repetirán una y otra vez. De todas formas, en los episodios finales podremos desvelar el misterio del que posee el género ambiguo. No voy a desvelar nada acerca del rubiales ni de la amistad con la que se cartea Sae. Si ya hay poco que ver en esta serie, solo faltaba que un loco como yo os destripe las sorpresas.
Respecto al resto de personajes, pocos serán los cambios. Si antes os desvelaba que la evolución es escasa, por no decir nula, los cambios en el elenco serán los que nos llamen la atención. En la serie no hay ni rastro del periodista ni del fotógrafo que aparecían en las OVAs, con lo cual confirmamos la teoría de que las chicas le dieron de lado a ambos. El resto de novedades se limitarán a apariciones puntuales, como la madre de Akane, la familia de Sae, la hermana de Takeo o el machaca de la hermana de Sae. Sí, efectivamente, la guapa hermana tiene quien la saque a pasear, precisamente en un ruidoso deportivo. Este no es un comentario sexista, es lo que se ve a lo largo de toda la serie, por lamentable que parezca, por lo que queda confirmado que la hermana no sale del triste papel secundario que tenía en las OVAs.
Tras esta nueva decepción, pasamos a los apartados técnicos. Empezamos en esta ocasión con el musical.
Y ya, no hay más. El repertorio es exactamente el mismo que en las OVAs. No hay nada nuevo exceptuando, como sería algo esperado, el opening y el ending. Empezamos por la apertura, muy diferente a la anterior, teniendo como resultado algo bastante peor, haciendo realidad el famoso dicho que segundas partes nunca fueron buenas. He de ser sincero con vosotr@s lectores, solamente lo vi completo una vez, por cosas del análisis, pero en las siguientes ocasiones tuve que saltarlo, no fuera a ser que me detectaran un "do more". Ya sabéis, como el chiste. El tema de apertura se titula "I wanna do more" y está interpretado por Ami Ozaki.
He aquí el primer análisis por mi parte en este año 2016, aún así, continuo con los remordimientos de la deuda pendiente de reseñas del pseudo-podcast y que poco a poco se va completando de la misma forma que un preso cuenta los años pasados en la cárcel: marcando rayitas.
En esta ocasión traemos a la palestra la continuación de Maho Tsukai Tai, pero no en forma de OVAs como suele ser habitual en el mundo animero, sino como serie de 13 episodios de TV, emitidos en el año 1999 a través de los canales japoneses Bandai Channel y WOWOW, tres años después de la emisión original. Si ya en el anterior análisis (me refiero al de las OVAs, no al de la semana pasada XD), escribía sobre lo curioso que resulta el mundo al revés que se hizo realidad con esta serie (normalmente suele ser primero serie y después OVAs), hoy no os voy a dar la tabarra otra vez con el mismo tema y vamos a encaminar el análisis como si se tratase de una segunda temporada, con referencias puntuales a las OVAs por supuesto. También indicar que este hecho tendrá una consecuencia clara en vuestro tiempo libre: el análisis será un poco más corto, así todos nos la podremos cascar tranquilamente.
Dicho esto, pasamos a la acción. Si recordamos lo que sucedió en las OVAs, los miembros del club de magia (bueno, más bien Sae) convierten la nave extraterrestre en un cerezo gigante. Es en ese momento, con el árbol floreando a diestro y siniestro, en el que la serie de TV comienza su historia. Para los amantes de las fechas que estén leyendo este análisis, indicar que pasan cerca de dos semanas desde el fin de las OVAs hasta que se relata la historia que hoy traemos. Lo que podría ser un problema que se alarga en el tiempo, nuestros efectivos amigos lo solucionan en el primer episodio. Y podríamos decir que ya está, que no hay más historia principal. Lo que llena los episodios restantes hasta casi el final son las mismas historias secundarias que estaban en las OVAs. No obstante, ese cambio de guión casi al final del anime salva los platos, con el protagonismo de un sospechoso rubiales que trastocará el casi monótono día a día para dar algo de chicha a la historia y hacernos pensar en que sería mejor haber hecho una nueva serie de 6 OVAs en vez de esta de 13 capítulos.
- ¿Supone esta falta de argumento un problema? -
Bueno, si para vosotros es normal que os den la guarnición de guisantes como plato principal cuando pedís una buena carne asada, mejor para vosotros. Yo si veo verde y no hay rastro de carne, me levanto y me voy. Esto que acabo de ejemplarizar (hablo del argumento, no lo de la carne) es el mayor handicap que posee la versión televisiva de Maho Tsukai Tai. Poco a poco podremos aburrirnos con las escenas "eróticas" del inicio de los episodios, con las numerosas perversiones de Takeo o con los enfrentamientos entre él y los melones de Mizuha, que ahora la muchacha lleva unas hombreras nuevas, al estilo de los personajes de MMORPG que llevan la armadura mezclada.
Si alguien se huele lo que ya está pasando, puede pasar al final, ver la nota y frotarse durante más tiempo. Si todavía hay alguien que no u os gusta el masoquismo (que vais a ser la mayoría en esto último), seguid leyendo el camino de palabras hasta el final. No obstante, en este panorama de monotonía, brilla una tenue luz de novedad como anticipé un poco más arriba. Bueno, más bien dos luces: Sae se cartea con "un inglés" "llamado" Miki (desconozco si trabaja para la "Disnei") y aparece también el andrógino rubiales de antes, con un peinado mezcla entre Maude Flanders y Heman que tiene como consecuencia principal la duda entre enrollarte con él/ella o prenderle fuego. Es probable que este eunuco tenga la entrepierna tan pulida y abrillantada como los muñecos de Mattel, pero eso nunca lo averiguaré por mí mismo.
Sin embargo, a pesar de las novedades, estas son pocas y breves, convirtiendo a este anime en un slice of life de 2ª categoría debido a que los personaje no evolucionan y quedan estancados en las mismas situaciones que se repetirán una y otra vez. De todas formas, en los episodios finales podremos desvelar el misterio del que posee el género ambiguo. No voy a desvelar nada acerca del rubiales ni de la amistad con la que se cartea Sae. Si ya hay poco que ver en esta serie, solo faltaba que un loco como yo os destripe las sorpresas.
Respecto al resto de personajes, pocos serán los cambios. Si antes os desvelaba que la evolución es escasa, por no decir nula, los cambios en el elenco serán los que nos llamen la atención. En la serie no hay ni rastro del periodista ni del fotógrafo que aparecían en las OVAs, con lo cual confirmamos la teoría de que las chicas le dieron de lado a ambos. El resto de novedades se limitarán a apariciones puntuales, como la madre de Akane, la familia de Sae, la hermana de Takeo o el machaca de la hermana de Sae. Sí, efectivamente, la guapa hermana tiene quien la saque a pasear, precisamente en un ruidoso deportivo. Este no es un comentario sexista, es lo que se ve a lo largo de toda la serie, por lamentable que parezca, por lo que queda confirmado que la hermana no sale del triste papel secundario que tenía en las OVAs.
Y ya, no hay más. El repertorio es exactamente el mismo que en las OVAs. No hay nada nuevo exceptuando, como sería algo esperado, el opening y el ending. Empezamos por la apertura, muy diferente a la anterior, teniendo como resultado algo bastante peor, haciendo realidad el famoso dicho que segundas partes nunca fueron buenas. He de ser sincero con vosotr@s lectores, solamente lo vi completo una vez, por cosas del análisis, pero en las siguientes ocasiones tuve que saltarlo, no fuera a ser que me detectaran un "do more". Ya sabéis, como el chiste. El tema de apertura se titula "I wanna do more" y está interpretado por Ami Ozaki.
Llegamos a la última parte antes de la nota. Es la hora de las tortas, como diría la Cosa. Han llegado las curiosidades y, sobre todo, los zascas. Empezamos por un punto positivo: una curiosidad o mini-curiosidad. La serie comienza de forma muy parecida a como lo hacían las OVAs, con un pequeño resumen para recordar lo sucedido anteriormente, relatado por Sae, por supuesto. Se agradece que no hubieran cambiado de estilo porque le da continuidad a las OVAs al formato serie en TV. No obstante, esto ocurre solo en el inicio del primer capítulo, porque en el resto no tenemos nada, cortando de raíz uno de los detalles que más podían gustar del formato original. Cambiando ahora a otra curiosidad, vemos como en el capítulo 8, la inquieta Nanaka se aventura a grabar un corto para el club de cine. Creo que llegué a ver a Hideaki Anno dentro de este club, porque semejante paja mental tiene un parecido acojonante con las idas de olla "psicológicas y existencialistas" que nos tragamos millones de personas en Neon Genesis Evangelion, con soniditos de fondo, vías de tren, trenes (obviamente) y un tomate que debe significar su puñetera madre. He dicho.
Pasando ahora a un tema más relajado como son los zascas y siendo breve además, quiero resumiros que en la serie no abundan, al igual que pasaba en las OVAs, pero encontramos algunos gazapos o situaciones con poca explicación posible. Por poneros un ejemplo: que me aclaren cómo es posible esa lluvia "eterna" de pastelitos en el episodio 2 y que parece que no termina nunca, con una caída libre muy lenta comparada con el movimiento de los personajes en la misma escena. Eso sí ninguno de los pastelitos sufrió daños, tal y como podemos observar después en la mesa cuando colocan todas esas "bombas" de calorías. Cosas del milagro de los panes y los peces.
-Tan ansiosa estoy de ver la nota que salí pitando de la peluquería-
LA NOTA:
Sé que me he podido pasar de duro en algunas partes de este análisis, pero al peque le están saliendo los dientes y yo tengo falta de sueño. La serie de TV no es tan mala como la pinto, podría ser peor a decir verdad y tener entre manos una nueva Tytania, pero si alguien espera algo de esta continuación, mejor que se olvide y se quede en las OVAs. Solamente los aficionados al slice of life y con unos requisitos bastante bajos podrán terminar de ver la serie y "finalizar" (si es que a eso se le puede llamar final) la historia de nuestros amigos del club de magia. Si os digo la verdad, me acordaba de las OVAs antes de empezar los análisis, porque les tenía mucho cariño, pero no así de la serie de TV. Es más, pensé que nunca la llegara a "disfrutar" años atrás, pero me fui dando cuenta que ese olvido se debe a un trauma, quizás provocado por los 13 episodios de esta secuela o por algún mojón seco como es el de Tenjou Tenge. ¿Qué nota consigue? Una E de "esto no avanza ni lo hará jamás".
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