Doreiku - The animation

AÑO 8



Esta semana tiraremos el látigo con…


>Doreiku - The animation (TNK, Zero-G, 2018, 12 CAPS)


Con esto no quiero insinuar que el excelentísimo presidente vuelva de buenas maneras y nos gobierne con mano de hierro sin utilizar el extensible. No, espero que no. Pero nunca se sabe, las cosas cambian constantemente y ya vimos lo que pasó en 2020, que la apatía ante la hecatombe nos convirtió en zombis deseosos de que acabase la ristra de catástrofes de una vez por todas, mostrando una indiferencia pocas veces antes vista.

Ahora no, ahora es una locura, al igual que pasó en el siglo XX tras la WWI y la pandemia de 1918. Bueno, no se diferencia tanto de 2019. ¿O acaso alguien pensó que esto iba a ser diferente de lo que sucedía por aquel entonces? Nada ha cambiado desde las bacanales con el imperio romano.

Sin embargo, aquí estamos. Hemos pasado la tormenta y las catástrofes… siguen viniendo. El mundo gira y la mierda se mueve. En esta ocasión tenemos otra obra de TNK. ¿De qué os suena este estudio? Pues de estar dos veces en los especiales de navidad del 28 de diciembre. Para quién no lo sepa, en España (desconozco si en otras latitudes se hace lo mismo en este día) se hacen bromas y engaños al más puro estilo April fool’s days. Y nos pareció una buena idea putearnos con análisis de series pésimas. ¿Qué podría pasar? Pues que se enraíce un trauma, pero eso ya es cosa del psicólogo de turno.

Bien, pues a parte de las maravillas de School Days o Ryusei Sentai Musumet (ésta última una maravilla por la que Jorge clamó venganza) de TNK, tenemos un nuevo estudio que hace su estreno cogido de la mano de este otro tan famosete. El estudio nuevo tiene el nombre de Zero-G y es responsable de My Roommate is a Cat, Dive!!, Overlord o Tsugumomo, entre otros muchos títulos. Y es que Zero-G, a pesar de ser un estudio creado en junio de 2011, no han parado de trabajar y parece que, visto su listado de producciones propias y colaboraciones, lleven el doble o triple de tiempo.

Bueno, dejando de lado estos pequeños detalles, ¿cuál fue el origen de la selección de esta serie? Pues el mismo que nos trajo Isekai Maou to Shoukan Shoujo no Dorei Majutsu con la diferencia de que aquella tenía la coletilla "sin censura" y la que os traigo ahora no. ¿Quiere decir esto que no habrá pechuga por medio? Mentiría si dijese que no. Como decimos en Galicia acerca de las meigas "habelas, hailas". Sin embargo, no quiero confirmar que vaya a ser la tónica de esta serie.

Acertaré algún día con la serie que en realidad os quiero traer al blog. Es posible que se cumpla el refrán y a la tercera vaya la vencida. Eso solo el tiempo lo dirá. Y si mi inteligencia lo permite, claro está.

-A ver qué dicen las feministas de PETA-


>Sinopsis

Eia Arakawa tiene una amiga que se confiesa papanatas (me encanta esta palabra). La pobre estuvo saliendo con un chaval durante 3 meses y él acabó rompiendo la relación porque se "enamoró" perdidamente de un chico. Eia, viendo que aquello podría ser divertido, le pidió a su amiga una cita doble con ellos dos. Tras la cita, el ex le pidió a Eia quedar otro día, pero no para bombear como cualquiera de nosotros hubiera pensado, sino que vio en ella la utilidad de una herramienta para su propósito: ser su salvavidas, su rescatadora en caso de que estuviera en problemas.

¿Por qué le pidió esto? Por Eia es una chica muy perspicaz que se da cuenta de detalles que otros ignoran y esto puede ser de utilidad cuando alguien se juega su voluntad en un duelo. En el Tokyo de la serie se empieza a comercializar en el mercado negro un dispositivo que es capaz de doblegar voluntades, convirtiendo a los perdedores del duelo en esclavos de los vencedores. Así de simple.

A Eia le parece interesante/divertido meterse en semejante mundillo, por lo que accede a ayudar al ex. El problema viene cuando, lo que aparentemente está bajo control, se desmadra y hay que meterse en el nido de víboras.


>Guion y narrativa

Resumir la historia de Doreiku en una simple sinopsis es harto complicado. No por el hecho en sí de resumir, sino por hacerlo entendible explicando el dispositivo mágico que hace que unos sean esclavos de otros. Este juguetito se llama SCM o Slave Control Method. Similar a una férula dental, este dispositivo se coloca en la parte interna de la mandíbula superior antes de empezar un reto o duelo. Una vez acabado, las señales que emite provocan que uno de ellos sienta la obligación de corresponder en todo lo que dice el amo, exceptuando que las órdenes pongan en peligro la vida de los esclavos.

Con esta premisa, el SCM se convierte casi en el protagonista absoluto de la serie, haciendo y deshaciendo tramas casi a su gusto, aunque en este caso pesa mucho la actitud de los personajes de la serie. Sin embargo de eso hablaremos más adelante.

-¡Come fibra, gordo!-

La historia en sí relata la aventura de Eia junto al ex de su amiga, Yuuga, que parece gustarle el riesgo y, como es obvio, no quiere acabar como esclavo de un indeseable, tal y como lo es él. Sin embargo, hay más personas que tienen SCM y esto convierte la historia en un tanque de tiburones hambrientos sin visos de saber cómo acabará todo.

La narrativa nos lleva de la mano, dando vueltas y giros que, aunque no los esperamos, no parecen bandazos bruscos como en otras series. Podría definirse como una montaña rusa, que va a darnos una vuelta emocionante, con loopings, subidas y bajadas, pero nada más. Esto no quiere decir que nos lo pasemos bien. Hay montañas rusas que nos parecen insulsas y otras, en cambio, nos alegran el momento a pesar de lo simple que puedan parecer. El caso de Doreiku parece estar a medio camino, aunque personalmente voto porque carga más de la parte aburrida que de la segunda.

-¿Por qué digo esto?-

Sencillamente por cómo gestionan a los personajes. De todas formas, esa parte la explicaré en más detalle en el siguiente apartado. Respecto a la historia, a pesar de lo atractiva que es, empieza a notarse las costuras de un guion y tratamiento que flaco favor le hacen, notando que esto parece la primera versión de la historia y decidieron pasar al siguiente paso en vez de revisarla. Por poner un ejemplo, se indica que el SCM costaba menos de 1000 yenes y ahora superan los 6 millones. Esto nos lo indican en el primer episodio y, con el avance de la historia, los SCM aparecen como setas. Da la sensación que los regalan con los cereales. Hasta lo tienen los críos o gente que no tiene dinero para acceder a uno. Ya lo de que un fantasma tenga uno, es la puntilla a todo este circo.

No obstante, aquí no acaba el rapapolvo. Vemos cómo evoluciona la historia poco a poco siguiendo el patrón de Tokyo Ghoul, con personajes nuevos cada vez, pero sin ver hacia dónde nos lleva todo eso. Quizás a preguntarle a Íker Jiménez por qué alguien es poseído por un fantasma cuando se pone el SCM, aunque con la lista de meteduras de pata que lleva, mejor que hablemos con alguien más profesional.

Profesional como quien le dio cierre a la historia que se relata en esta temporada. No hablo en el mal sentido de la palabra, porque hay que ser un genio para culminar todo esto sin cagarla como se preveía y dejar algún cabo suelto en caso de que quieran continuar con una segunda temporada. Que ya aconsejo que no se metan en ese berenjenal y dejen todo tal y como está, que igual aparecen más fails y no haya quién lo trague.

-Konami saca la competencia de Pokèmon Go!-


>Personajes

Llegamos a uno de los apartados que lastran por completo la experiencia con la visualización de este anime. Si la premisa era buena con esos dispositivos de esclavitud modernos, los personajes acaban por hundirla en el lodo para que no salga de ahí. Si la manera en que evoluciona la historia me recuerda un poco a Tokyo Ghoul, con los personajes nos topamos con el espíritu resurgido de Coppelion. Olé.

Los personajes tienen una carencia en profundidad destacable. Parece que fueron fabricados bajo el mismo patrón. La mayoría se presentan como buenas personas y en cuanto se colocan el SCM, se transforman en sádicos e incompetentes a excepción de Eia. Lo llamativo es que ocurre con todos ellos. Parece un deja vu continuo. De los personajes que tenemos en el reparto, muy pocos hablarán de su pasado o de su vida, convirtiendo así a la mayoría en un atajo de figurantes que no sabes qué harán o qué es lo que pasará si se borran de la historia. Un insulso grupo de ceros que ni pinchan ni cortan.

El listado es el siguiente:

>Eia Arakawa. Es la protagonista del anime. Es la más perspicaz e inteligente, pero también un poco idiota por meterse en semejante ambiente pudiendo mandar al personal a paseo a las primeras de cambio.

>Yuuga Ohta. Es el ex de la amiga de Eia. Podría definirse como un jugador nato, aunque se queda en un Trump del montón. De todas formas, sabe rodearse de buenos talentos y no los echa a patadas por llevarle la contraria.

>Ryuuou Edogawa. Es un crío que busca sacar a su madre de la prostitución donde está atrapada por el yakuza de la zona. Quedando solo, adquiere un SCM (a saber de dónde saca el dinero) y empieza a conseguir esclavos para su plan de rescate.

>Ataru Chuuou. Es el chófer del chaval. ¿Cómo lo consigue? No queda del todo claro, pero estando la atractiva Julia por medio, ya os aseguro que picó el anzuelo de la carne. A parte de esto, este chófer parece sacado de alguna película de The Transporter.

-Por si alguien no lo esperaba, también tendremos ecchi-

>Taiju Nakano. Es un andrógino muy peligroso porque, a pesar de ser un joven adolescente, vestida de chica gana más puntos XD. Está encaprichado de una maid (o similar, ya paso de buscar en semejante mundo) y se disfraza de chica para conquistar por la fuerza a su crunch y, como es obvio, acaba yéndose todo de madre.

>Shiwori Adachi. Es la maid que atrae las miradas de Taiju. Acaba en la espiral de caos provocado por el SCM gracias a él. Me hubiese gustado saber más acerca de cómo una "macarra" acabó en un negocio de maids donde tiene que ser superamable y supereducada.

>Julia Katsushika. Por cosas de la vida, acaba conociendo a Seiya y ambos se enamoran perdidamente. La pena de esta historia de amor es que, habiendo esclavos de por medio, la relación se rompe y Julia acaba en las manos de un chaval que pocas ganas tiene de descubrir dónde está la madriguera del conejo.

>Seiya Shinjuku. Este apuesto caballero (bueno, igual le queda este calificativo algo mayor) acaba en la trampa de una conocida suya y termina como esclavo y machaca. Poco más que añadir de un pelele que, si bien tendría que ser un Julio Iglesias y saltar de cama en cama, está de calzonazos con su ama.

>Ayaka Toshima. Llega a convertirse en el ama de Seiya, haciendo que deje su vida anterior en un símil de lo que Taiju quiso hacer con Shiwori, aunque este último no consigue llevársela a la cama. Respecto a Ayaka, esta joven insegura confunde la obsesión con el amor y, aunque se da cuenta de ello, sigue queriendo mantener su posesión.

>Takio Minato. Para mí, el único demente serio del anime. Muy inseguro de sí mismo y obsesionado con las humillaciones fantasma de quienes lo rodean, se adentra en el mundo del SCM para conseguir esclavos en un afán de sobre compensar las carencias afectivas que tiene. Quien dice carencias afectivas dice una buena hostia con la mano abierta.

>Sachi Shibuya. Es la primera conquista de Takio. De esta joven poco sabremos a excepción de los coloretes en las pechugas. Que digo yo, no sé qué moda es esa de las series japonesas consistente en darle brillo a las mamellas con unos coloretes que no pintan nada ahí.

>Fujiko Taito. Alias la demente, aunque lo que tiene de loca es el amor que profesa por uno de los personajes del anime, alguien con una melena de león que no sé de dónde salió, pero que está por ahí.

-Vete al Burger King y tráeme la freidora-

>Profesor Sumida. Es el inventor y desarrollador del SCM para la domesticación de animales. La vida de este ilustrado se define muy bien como el típico inventor honrado que, debido a un robo de su tecnología, comienza su decadencia hasta caer en el pozo y no salir más de ahí.

>Tsubaki Setagaya. El quinto Beetle. Las pintas de este personaje hacen imposible que pase desapercibido. Es el que fabrica los SCM para convertir a todos en esclavos. Un poco megalómano y bastante gilipollas, a decir verdad.

>Gekkou Itabashi. Está como una cabra. No diferencia la realidad de la ficción que tiene en su cabeza. Este desequilibrado sigue los pasos de su adorada María, una adivina de internet.

>Maria Chiyoda. Es la vidente que lanza sus predicciones por la red de redes. Aunque me parece que tiene más éxito lanzando comida a su gaznate. Se mete en el mundillo de los SCM para ayudar al hijo de su amiga fallecida. Amiga fallecida, vidente… si hay un fantasma en la serie, lo petan XD. Oh, wait!

>Kiyo Koto/Zero Shinagawa. El mejunje más extraño de la serie. Zero es el hijo de Kiyo, aunque ella está muerta y, por alguna razón misteriosa, acude en ayuda de su hijo poseyéndolo. WFT!? No sé por qué se esfuerza en ello. El chaval es un cero a la izquierda y de ahí su nombre.

>Muon Nerima. Este yakuza con nombre de partícula subatómica es quien tiene retenida a la madre de Ryuuou. Bueno en los negocios, tiene una mafia bien montada, aunque no da la sensación de que la zona sea dominio de él.

>Minami Kita. Es la hija del yakuza. Cansada de su sobreprotección, consigue dos SCM para esclavizar a su viejo y así poder estar más tranquila, aunque parece que no funciona tan bien como ella hubiera imaginado. Que reclame la garantía, te jode.

-O se queda más gilipollas, quién sabe, el derecho a voto lo sigue manteniendo-

>Zushioumaru. Es el perro desaparecido de Eia que, casualmente, aparecerá por la serie. Curiosamente, también tiene un SCM (se explica cómo lo consiguió). Aunque lo que raya la esquizofrenia con este peludo animal es su comportamiento, entendiendo a la perfección la abstracción de conceptos como si de un humano se tratase. No, lo siento, no cuela.

>Rushie Suginami. La conoceremos por su """afair""" sexual con uno de los personajes de la serie. Debido a esto, quiere vengarse de su violación comprando un SCM y esclavizando a su agresor. Eso sí, sin eróticos resultados después.

>Masakazu Meguro. El violador de Rushie. Sí, así como suena. Esta bola de grasa cumpliría perfectamente el patrón de otaku en una expomanga, pero en esta ocasión no es más que un pervertido en el peor sentido de la palabra.

>Zenichi Bunkyou. Este matón cumple con los estándares del cliché: mucha fuerza y poca cabeza. De querer ser el amo, pasa a convertirse en el esclavo de un perro. Y de ahí, para abajo. Yo me replantearía el futuro de una manera un poco más racional.

>Shinnosuke Tachikawa. El último en unirse a la fiesta. Ex socio de Yuuga, el amor platónico de Fujiko y un fiera de cuidado, cerrará el círculo al final de la serie. Bueno, y también el listado de personajes.


>Animación

En las últimas series que he analizado, uno de los patrones que siguen todas ellas es la calidad destacable. Unas son mejores que otras, como es obvio, pero guardan un mínimo que está a gran nivel. Aquí hemos topado con una rara avis, una excepción, donde las proporciones casi no se guardan y, si en un momento vemos una cara medianamente bien, en el siguiente encuadre podemos ver a Alita con los ojos como platos y una boca que parece sacada de la genética de los Calatrava.

Antes mencionaba, en la descripción de los personajes (concretamente de Sachi), que le pusieron coloretes en lugar de brillos a los pechos de las chicas. Como si quisieran realzarlos o destacarlos o yo qué sé. No tiene sentido, como muchas de las escenas de animación. Os pongo una captura a continuación:


Creo que con este ejemplo queda claro lo que os digo. Sin embargo, hay más detalles que mencionar y que no merecen un palo, como las escenas de noche, con una ligera luminosidad en la cercanía y mucha oscuridad en el fondo, cosa que está muy bien y no como otras donde la luz abunda dentro de una cueva. En definitiva, un apartado algo insulso.


>Sonido

Si el dibujo y animación era algo a mejorar, lo del sonido es para sacar la escopeta y hacer justicia. Hasta ahora pudisteis comprobar que hay apartados que están mal o bastante mal. No obstante, el del sonido es para tirar todo el trabajo a la papelera y empezar de nuevo. Medianamente se puede salvar la mezcla de sonido. El resto, no. Las músicas son malas y no encajan con las escenas. Se vuelven aburridas y acaban machacando las sensaciones de una historia que poco vuelo tenía hasta el momento.

Como opening tenemos a Shougo Sakamoto, autor de Karakara na Kokoro. Este joven solo ha colaborado con otras dos series: una de comedia de fantasía titulada Oushitsu Kyoushi Heine y una sobre baloncesto con el nombre de Ahiru no Sora. Para el ending está Pile, una joven con algunas colaboraciones como Ousama Game o Love Live! School idol project (éste último nombre nos da una idea de lo que se nos viene encima). La canción con la que colabora en esta serie se titula BJ (yo prefiero lo que está al revés).


LA NOTA

Cerramos este análisis con las conclusiones de lo que llevamos acumulado hasta el momento, aunque puede que poco importe el resumen que pueda hacer, no va a mejorar la cosa. La premisa de la historia está genial, pero su ejecución deja mucho que desear, sin una profundidad deseable. Lo de los personajes es para echarle un vistazo de nuevo (o dos, o tres), porque da igual que sigan vivos o no, se vuelven casi irrelevantes.

Técnicamente deja que desear. No estamos hablando de una serie de la década de los 90. El anime de Doreiku se emitió en 2018 y, por aquel entonces, la mayoría de series que se emitían tenían mejor pinta, sin ápice de dudas. Lo del sonido es para justificar asesinato con alevosía y salir indemne. Malo, malo, malo.

Tampoco quiero alargar mucho algo que todos los que habéis leído este análisis seguro que habréis captado: Doreiku es un anime del montón, pero del montón malo. Los giros de su historia no hacen más que volver al comienzo y parece que no arranca hasta que llegamos al final y confirmamos que así fue. La nota, como es obvio, se queda en una F. Y eso que tiene un final bastante cerrado. En fin.

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