No Game, No Life

AÑO 1



Esta semana jugaremos de lo lindo con...

> No Game, No Life (Madhouse, 2014, 12 CAPS)

Es bastante probable que alguno de vosotros llegarais a pensar que, tras el "conflicto" de Kamisama no Inai Nichiyoubi no volveríamos a tocar un anime de Madhouse. Qué equivocación, en el blog no nos cortamos ante nada. Y mucho menos cuando se de buena tinta que esta semana Jorge García no está. ¡Tengo vía libre! :D

Una de las cosas que más me llamó la atención en este anime fue el hecho de que su dirección estuviese al cargo de una mujer. Y no, no tengo nada en contra de esto, pero hacía tiempo que no veía algo así. Bastante, si tenemos en cuenta que este papel suele estar ocupado por hombres pero, y visto el resultado, el cambio no me desgradada en absoluto. Con 32 años de edad, esta prometedora mujer ya cuenta en su currículum con aportaciones a series como Btooom!, Aoi Bungaku Series, Kurozuka y Monster, además de haberse encargado de dirigir Hanayamata, Sakurasou no Pet na Kanojo y Tsuki no Waltz. Alguna de ellas ya pasó por nuestro blog, como el caso de Btooom! y otras ya se encuentran en la recámara para una reseña posterior. ¿Que cuáles son? ¡Ah! Sorpresa, sorpresa.

Dejando los posibles avances a un lado, pasemos a recordar ciertos matices que asemejan a No Game, No Life con Kamisama no Inai Nichiyoubi. No me refiero a la personalidad y reacción de los personajes, sino a un entorno con una gama de colores bastante extraña. En Kamisama el ambiente de fantasía quedaba muy patente gracias a ello. En No Game, No Life viviremos aberrantes experiencias cromáticas con unos predominantes tonos morados y rojizos de tonos intensos. Quizás en alguna situación, sobre todo al principio, nos cueste adaptarnos a ese entorno visual, pero con el paso de los episodios acabaremos limando estas asperezas.

Antes de nada debemos de tener en cuenta que No Game, No Life está ambientado en un mundo al estilo de los MMORPG: algún dragoncillo por allí, formas geográficas caprichosas por allá, alguna estatua titánica por el horizonte… Todo con colores llamativos para marcar la fantasía de la historia. Vamos, que no se lo quitaremos ni con espátula, pero no lo digo por mal, tranquilos, porque la ambientación es increíble. De eso no tengo queja. Sin embargo, no todo es como pensáis.

¿Qué hay de malo aquí?

No hay hachas, ni espadas, ni malvados que quieran conquistar o destruir el mundo. El culpable para ver esta serie es un gran punto a destacar: el argumento, el cual nos habla de la existencia de un mundo paralelo en dónde todos los conflictos se resuelven democráticamente mediante juegos, cualquier juego. Si a esto le sumamos el hecho de que no se permite el robo, el homicidio, ni la guerra, no tardaremos mucho en encontarnos con el ambiente lúdico que lo envuelve todo. Un todo que a su vez está gobernado por diez mandamientos. ¡Fíjese usted! No los había en Kamisama y los hay aquí. Los diez mandamientos que nos trae Charlton Heston:
Como el bueno de Charlton nos trajo las tablas de picar carne y no hay quien las entienda, os pongo aquí los mandamientos de marras:

> 1- Todo tipo de homicidio, guerra y robo están prohibidos.
> 2- Cualquier conflicto se resolverá a base de juegos.
> 3- En los juegos deben hacerse apuestas, las cuales deberán ser aprobadas por ambas partes.
> 4- En cuanto a la tercera regla, el tipo de juego o las apuestas no están restringidas.
> 5- El desafiado o desafiada decidirá el tipo de juego.
> 6- Toda apuesta, bajo Las Diez Reglas, debe cumplirse.
> 7- En conflictos grupales, deben declarar a alguien quien los represente.
> 8- Los participantes instantáneamente pierden el juego si se les sorprende haciendo trampa.
> 9- Solo Dios puede cambiar las reglas si es necesario.
> 10- ¡Divirtámonos jugando juntos!

Por si no fuera suficiente, en este mundo parece que no sólo existe la raza humana, sino también otro tipo de razas como pueden ser los dioses antiguos, los fantasmas, los elementales, los elfos, las sirenas o las bestias guerreras, por poner unos pocos ejemplos ya que el total suma 16. Estas razas, además de sus características físicas (no confundir con su aspecto) poseen diferente afinidad con la magia, que es lo que “corta el bacalao” en este mundo y en los juegos, por supuesto. Dicho lo cual tan solo me queda aclarar una cosa. Y es que si pensabais en combates de magia con explosiones, bolas de fuego y demás artes bélicas, iros olvidando. Os recuerdo que las peleas están prohibidas.
-¡Ay, dios! Ya me ha entrado la depresión-

Ante la gran pega que muchos le pueden estar viendo en este mismo momento a la serie, recordemos que esta carece de un ambiente bélico, indicaros que la trama se podría describir con estas tres pinceladas: es lúdica, de aventuras y muy estratégica. Lo que nos llevaría a comparar No Game, No Life con Conan resolviendo crímenes o con House curando a pacientes sin lupus. Así pues, nos encontraremos con capítulos en los que no nos enteraremos de casi nada hasta que se resuelva al final del episodio. Asimismo, al igual que en ciertos caps de Kill la Kill, el guión girará y seguirá girando hasta atontarnos o perdernos. Recurso éste que es buscado adrede con el propósito de que, cuando nos lo expliquen todo al final, afirmemos como bobos que tenían razón y que no nos dimos cuenta de ello. Normal, como si nos pegasen un tortazo en la cara con la mano abierta. 

No obstante, si sois bastante espabilados, con el paso de los capítulos hallaréis la clave que os desvelará de antemano la solución final. Si no, os lo digo ahora. Si os dais cuenta parece que siempre resuelven los conflictos de una manera milagrosa o mágica, pero esto no es del todo así. Existe una respuesta que lo abarca todo y esta está basada en el principio de la navaja de Ockham: «en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la correcta». Y como en todos los episodios hacen lo mismo, la respuesta en cada caso es obvia: la más sencilla. No obstante, como arrastran esa manía de complicarlo todo, es comprensible que nos líen. ¿Es una pega?. En algunas situaciones de la serie, para mí, sí. Para otros quizás no. Pero no tengáis miedo, que series como las mencionadas (Detective Conan o House) ya son éxitos longevos.

Con esto le decimos adiós al guión y hola a los personajes. O más bien a un par de ellos, ya que serán dos los absolutos protagonistas de la historia: Sora y Shiro. Unos hermanos de sangre a los podríamos definir como agorafóbicos, enoclofóbicos, ninis (ni quieren estudiar, ni quieren trabajar) y, por ultimo, como jugadores invencibles. Aunque en la presentación de los personajes les añaden una definición a mayores (desórdenes de comunicación) lo cierto es que a medida que pasan los capítulos no descubrimos dicho trastorno. Llegó pues el momento de indagar más a fondo en “Los blancos” (apodo con el que estos dos se dan a conocer a base de dejar el nombre de jugador en blanco).

Con 18 años de edad, Sora se nos presenta como un muchacho al que en un principio no le encontraremos otra diferencia con respecto a su hermana que el sexo. Por su parte, Shiro es una niña de 11 años que no solo se encuentra en pleno proceso de crecimiento, sino que también posee las mismas cualidades que su hermano a la hora de jugar. Sin embargo, a pesar de esta aparente igualdad, sí contamos con pequeños detalles que nos ayudaran a diferenciarlos. Mientras que Shiro es mejor en los shooter o en los juegos de estrategia, Sora es un hacha a la hora de entablar negociaciones y poner condiciones a los juegos en los que van participan. 

Además de a estos dos chicos, la serie nos presentará a otros personajes que alcanzan un nivel intermedio entre el papel protagonista y el papel secundario. Siguiendo así un ranking que vendrá fijado por la importancia que tengan en la historia. Una clasificación que se encuentra gobernada desde el principio por Stephanie Dora o Steph (como la llaman los hermanos). Nieta del rey actual de Imanity (el reino humano) y de pensamientos bastante coherentes, Steph posee dos grandes defectos: ser demasiado inocente y tener muy poca picaresca a la hora de hacer frente a la vida. Aparte, claro esta, del hecho de que siempre la veremos acompañando a los dos protagonistas como si de una secretaria se tratase. Un peldaño más abajo del ranking nos encontramos con Jibril, una chica de raza ángel muy amigable, de carácter dulce y muy inteligente, justo lo contrario de lo que piensa la raza Imanity de los ángeles. Esta raza ángel es conocida por su violencia, poder y efectividad bélica en las últimas guerras de este mundo. Se los conoce como "matadores", ahí es nada. Pero volviendo a lo que nos interesa, Jibril ayudará a los protagonistas escudriñando las razas oponentes, localizando puntos débiles que puedan utilizar y ayudando en los juegos que se impongan.

Advertencia para los amantes del ecchi: ambas chicas son generosas, muy generosas. Es más, en el capítulo 6 tendremos una ración de fanservice para estar satisfe…
Me facilitan una información de última hora. Parece ser que en este episodio no sólo hay fanservice, si no también ¿¡erotismo!? Por norma general, en la serie se puede vislumbrar bastante ecchi, ya sea intentando despelotar a Steph o a cualquier otra chica que se encuentre al alcance del guión, pero en el capítulo 6 lo exageran de tal manera que son capaces de empachar de sexo hasta al más pervertido. Aunque en esta ocasión no veremos tentáculos (eso ya aparecerá en el baño con un maravilloso gel), sí que podremos ver todos los desnudos sin censura. Cosa que realmente me llegó a sorprender, pues nunca me podía haber imaginado tanto descaro a la hora de mostrar toda esa carne. Menos aún cuando los estudios de animación nos tienen tan habituados a que, cuando haya una desnudo, los personajes femeninos hagan lo posible por ocultarlo. Pero es que aquí, a excepción de Stephanie, ya os digo que no se tapa ninguna.

Dicho lo cual es hora de regresar al tema de los personajes, ya que todavía nos queda hablar de los secundarios. Con un papel quizás un poco más destacable (para algunos), a la cabeza de esta lista tenemos a Clammy Zell (en algunos fansub la bautizan como Kurami Tseru), una seria aspirante al trono que seguirá guardando un papel importante en la serie tras este intento de alcanzar la corona. Acompañando a Clammy, nos encontraremos con Feel Nilvalen, una elfa y gran amiga de la primera que ayudará a ésta en sus planes utilizando la magia y cuya camisa/blusa/vestido/loquesea tiene una carencia de tejido bastante preocupante, ya que permite ver una parte bastante  amplia de sus desproporcionados airbags. Vamos, igual que sucedería con Tiffania en Zero no Tsukaima o Lyfa en Sword Art Online. A mayores de estas dos chicas, en el reparto de personajes secundarios también contaremos con varios miembros de la raza de las bestias salvajes o incluso con el anterior rey de Imanity. Y cuidadito con el rey, que estuvo a punto de salir en las barajas de póker.

Y con el rey empezamos las referencias. Que para el caso son numerosas y muy variadas, ya sean de juegos, series o alguna película. Quitando del rey que casi sale en las barajas de póker, también nos encontraremos con guiños a juegos como Civilization, la saga Ace Attorney, el ajedrez, el póker, los shooters, el MMORPG, el juego de las palabras encadenadas, el archiconocido piedra papel tijera, los juegos de simuladores de citas… A todos se les saca provecho, no sólo por sus clichés, sino también por ciertos detalles que nos arrancarán más de una sonrisa. Como puede ser perfectamente el caso del ¡Objetion! del Ace Attorney. Por contra, las referencias al séptimo arte son más bien escasas si las comparamos con lo que acabáis de leer. Algo que viene dado por la temática en la que fundamenta este anime: los juegos (de ahí su título, ¿no?). Sin embargo, la película del Studio Ghibli "El castillo en el cielorealizada en 1986 y dirigida por Hayao Miyazaki consigue colarse entre las referencias a destacar. Por su contra, en el apartado de las series nos vamos a encontrar un poco de todo. Eso sí, deberemos estar bien atentos para lograr identificarlas, puesto que en esta ocasión se ha optado por seguir una estrategia de brevedad y corta duración a la hora de incorporarlas en el anime.
-Al igual que en la serie, hacemos una parada para el fanservice. Éste es un fotograma original del anime-

Pero no todas son buenas noticias. Escondidos en los lugares más oscuros aparecerán los mal llamados ¡zascas! o fallos en el guión. Por fortuna, No Game, No Life no cojea precisamente de ello, lo cual nos permitirá respirar aliviados. Como ya os comenté antes (no me refiero a los giros argumentales en los episodios), las milagrosas resoluciones de los juegos parecen sacados de la manga, tal y como sucede en el episodio 9. Un capítulo en el que nadie, excepto su hermana, parece recordar a Sora pero en el que de pronto ¡oh, sorpresa! Stephanie sabe que son dos y que nunca pierden a lo que juegan. Por no comentar el avance de este episodio o su extraña resolución, ya que parecen haber sido sacadas de la chistera de algún mago loco. Sino que alguien me explique cómo es que Shiro sabe exactamente la situación de las casillas del tablero en el que juegan ¡si no lo ha visto! "Es por aproximación", dirán algunos. Pues que prueben a colocar un caballo o un alfil en la casilla F5 de un tablero de ajedrez, con los ojos cerrados y tras darle unas cuantas vueltas a éste antes de colocar pieza. 

A parte del detalle que acabo de comentar, existe otro diferente que no solo me mató, sino que echa por tierra una parte de la trama. ¿Cómo demonios es posible que un par de muchachos que están casi siempre en casa, con las cortinas cerradas y a oscuras tengan un cargador solar de dispositivos? ¡Que me lo expliquen!.

Ahora, para quitarnos de encima este mal sabor de boca, vamos con unos cuantas curiosidades que a más de alguno le gustarán.

> La dirección web que aparece en el primer episodio sí existe. Es un juego de preguntas en japonés cuyo contador de tiempo nos hará imposible responder bien a quienes no lo controlemos el idioma. Olvidaros de ayudas a la lectura, no aparecen los hiraganas de apoyo encima de los kanji. Si queréis probar suerte, podéis acceder clicando aquí. Yo conseguí cerca de 5000 puntos y no sé cómo.
> En el capítulo 1 tenemos tiempo extra tras el opening. Jajaja, qué gracioso, como en todas las series. Pues no, porque aquí el opening lo han colocado en lugar del ending y no existe ending en este capítulo.
> En el capítulo 4 no hay ending, aunque sí sonará la canción de fondo mientras continúa el episodio.
> En el capítulo 5 tenemos más metraje extra tras el ending.
> En el capítulo 8 contamos también con más serie al término de una variante del ending.
> En el capítulo 9 no hay opening ni música de opening.
> En el capítulo 11 hay un opening especial, con música diferente... que mete miedo. Es el siguiente:

> En el capítulo 12 no hay opening ni ending. Ya que en la parte final es la canción del opening la que suena de fondo.

Para terminar, pasaremos a comentar el apartado técnico. Al principio os hablé un poco del dibujo, que es muy colorido y tiene un nivel de detalle aceptable. El estilo de los personajes está muy bien, no hay ninguno que no encaje con su personalidad. Sin embargo, lo que más me gustó de esta personalización son los ojos, ya que cada raza tiene los suyos propios. En cuanto a la banda sonora deciros que existe una buena variedad de temas y que estos servirán para ambientar bastante bien los diferentes escenarios que veremos. Pero ojo, porque no estamos ante canciones al uso, sino versiones instrumentales, a excepción de los dos opening (el habitual y el especial) y el ending. Así pues, en el opening nos encontramos con un tema de con ritmos J-Pop titulado This Game e interpretado por Konomi Suzuki mientras que en el ending nos encontraremos con Ai Kayano y su canción Oración. La cual, a pesar de pertenecer también al J-Pop, cuenta con un inicio muy suave.



LA NOTA:

Gratas sorpresas y buenos ratos los pasaremos viendo No Game, No Life, la cual tiene una buena historia, una buena caracterización de personajes y un avance que no es lento durante la serie, aunque se le nota cierto apuro al final, como si se quedasen sin tiempo. Quizás el punto negativo para alguno venga por la forma de resolver los juegos, pero esto es inherente a los dos protagonistas, los cuales parecen estar dos pasos por delante del resto de personajes e incluso de nosotros mismos. Por contra, lo que sí no nos puede gustar es ese final tan abrupto, extraño y abierto, que no sirve más que para dejarnos con los dientes largos y un interrogante en nuestra cabeza, mientras esperamos su continuación. ¿Qué se merece? Pues quizás una carta abierta, como las de BONES, pero de momento se lleva una C.

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