Made in Abyss

AÑO 5



Esta semana “ai-ho, ai-ho, nos vamos a expoliar, laralá lala, laralá lala, ai-ho, ai-ho, ai-ho, ai-ho” con…


Made in Abyss (Kinema Citrus, 2017, 13 CAPS)



Madre mía el bombazo que tenemos esta semana en el blog. Se nota que ya había ganas de analizar esta serie que recomiendan todos los foros, páginas especializadas y hasta los cuñados entendidos en anime… los cuñados… Esto explica muchas cosas, pero eso ya lo iremos descubriendo a lo largo del análisis.

Ya llovió desde la última vez que el estudio Kinema Citrus se pasó por el blog, con una obra, Black Bullet, que parece que cayó en el olvido, porque no hay más noticias de otra continuación hasta la fecha en la que escribo este análisis. Respecto al anime que tenemos entre manos, está dirigida por Masayuki Kojima (no confundir con el que echaron de Konami y que ahora se dedica a pasear por el mundo, porque juegos…) que también dirigió la susodicha Black Bullet… A ver, mente estúpida, ¿quieres hacer el favor de dejar de hablar de otras series y centrarte en la de esta semana?

Dejando las tonterías mías atrás, Made in Abyss es una historia que promete mucho tras ver la sinopsis, aunque el estilo o toque infantil del dibujo me echaba para atrás como el WC tras haberlo utilizado otra persona sin que pasase el tiempo de cuarentena olfativa, pero en estos casos toca hacer de tripas, corazón, porque todo el mundo hablaba maravillas de ella. ¿De qué me suena este argumento? ¿Creo que hablé en el pasado de algo parecido, no? ¿Por qué mi sentido arácnido no me advirtió? Quién sabe, pero de lo que estoy seguro es que estoy aquí para dejar las cosas claras con esta serie.

Comencemos por la sinopsis. En una realidad paralela que podría ser similar al período que limita nuestra Edad Moderna y Edad Contemporánea, existe en el mundo una isla muy particular. Esta isla tiene un foso de colosales dimensiones, tanto que nadie ha sido capaz de llegar al fondo del mismo. Según algunas estimaciones que indican en el anime, puede llegar a los 11.000 metros de profundidad. Qué curioso, me recuerda a algo... Bien, pues en la creciente y bulliciosa urbe que ocupa la superficie restante de la isla existe una sociedad que se basa en lo que recogen del foso. No me refiero solo a recursos naturales, sino también a recursos arqueológicos de una civilización que ocupó antes el lugar. Estas reliquias se exportan al resto del mundo y de ahí sacan los recursos económicos necesarios para sobrevivir. En esta ambientación existe una pequeña de 12 años de edad llamada Riko y cuya ilusión es conseguir ser un silbato blanco, es decir, la máxima consideración como arqueóloga o, como lo llaman en la serie, “cave riders”. Para ello se encuentra viviendo en un orfanato en donde le enseñan las artes y conocimientos para adentrarse en Abyss, así llaman al susodicho foso, y conseguir su sueño. Un día, en una salida de exploración y saqueo, se encuentra con un extraño niño robot que le salva la vida y que, tras varias peripecias, acaba entrando en el orfanato como niño sin familia. Todo transcurre con normalidad hasta que algo obliga a Riko a querer descender Abyss y Reg, el niño robot, decide acompañarla. Es aquí donde comienza su aventura.


-Los Simpsons también predijeron esta realidad alternativa-

Pido disculpas por el ladrillo anterior, pero he preferido una sinopsis clara para que todo el mundo pudiese entender sin inconvenientes cómo comienza “Made in Abyss”, básicamente porque en los primeros capítulos nos presentarán cómo funciona el mundo en el que se ambienta este anime para así lanzarnos de lleno al meollo de la serie: el descenso de Abyss y conocer un poco más los misterios que guarda en su interior, que son muchos. Por ejemplo, cada cierta distancia existe un bioma diferenciado del anterior, con diferentes formas de vida y diferentes retos y peligros. También está presente la denominada “maldición de Abyss” que no son otra cosa que los efectos adversos a la hora de ascender el foso y regresar a Orth, el pueblo que rodea al abismo. Estos y muchos más datos los iremos descubriendo poco a poco, empapándonos del mundo de fantasía que supone este anime.


Además tendremos solucionados algunos “fallos de guión” que aparecen en otras series como la luz (o carencia de ella) que utilizan para desplazarse en sitios oscuros o la causa de porqué este foso sigue teniendo luz natural a varios miles de metros de profundidad. Todo está bien hilado y conjuntado, sobre todo porque no hay ciencia ficción de tercera categoría y sí mucha fantasía, pero no os preocupéis, que no nos atosigarán con un montón de datos que nos puedan parecer ilógicos, todo nos entrará sin problemas en la mollera, como un refrescante vaso de agua por el gaznate.

No obstante, sí hay algunos momentos de poco sentido común que, a lo sumo, pueden parecer tonterías. Me vienen a la mente escenas de una mole amorfa encima de una persona convaleciente, cosa que impide respirar con normalidad, pero parece que a los allí presentes les da un poco igual. Viendo eso y para mis adentros pienso “si eso me lo hacen a mí, me muero directamente”. Además, existen otros detalles que también llaman la atención para mal. Me refiero al fanservice, pero no al habitual con chicas ya adolescentes y adultas en donde todo rebota que da gusto, sino con críos y crías de 10-12 años de edad. A ver, hijos de p**a, ¿qué interés hay en mostrar a una niña de 12 años completamente desnuda y atada con la técnica shibari? O, por poner otro ejemplo, ¿en pasear desnuda tras tomar un baño porque no hay toalla? ¿Es que no hay una boca para pedirla? Ahora vendrá algún listillo con la cantinela de “en Kuzu no Honkai no tenías tanto problema”. Ahí no se ve un pezón y aquí tenemos desnudos integrales y escenas picantonas de por qué me quitaste la ropa. Juzgad vosotros mismos.


-Doraemon tiene un oj*te mágico...-

Después de estas recriminaciones, sigo repartiendo, que se ha adelantado el Black Friday y “llueven las ofertas”. La más gorda os la he guardado para el final, con todo el cariño. Estoy cansado, hastiado, aburrido, desesperado, reventado y con las pel**as hinchadas por lo mismo: la historia se corta abruptamente en el mejor momento y nos quedamos a medias, completamente a medias, sin conocer en qué acaba el viaje, las nuevas intrigas y las que nos fueron colando a lo largo de los 13 capítulos que dura la serie. Parece que lo hubiera hecho el “colega” J. J. Abrams, una isla y un montón de cosas pendientes sin resolver. Así que, si no os gusta que os dejen a medias, ya os podéis ir olvidando de este anime y ahorraros el tiempo para procrastinar con otra cosa.

Hablando de no hacer nada, toca hablar de los personajes y la dejadez de los guionistas al crear las fichas de algunos que dan mucha pena. Como Jirno u Ozen, con comportamientos contradictorios por momentos o basándose en típicos clichés como la dueña del orfanato, Belchero, y su comportamiento uraño. Sin embargo, en bastantes ocasiones, la caracterización es correcta y nos hará olvidar los anteriores errores, pudiendo zambullirnos sin problema en los mundos fantásticos del subterráneo. Si queréis saber el listado de personajes más importantes, aquí os lo dejo:

>Riko. Es la protagonistas de la historia. Con 12 años ya tiene claro qué quiere ser cuando sea adulta, y es que su madre la ha marcado muy fuerte, lo suficiente como para querer ser como ella. Además, Riko es muy inquieta, buena parte de la culpa la tiene su inteligencia y la otra es a causa de su hambre de conocimiento con la que se ganará la fama de traviesa en el orfanato donde vive.

>Reg. Es el niño-robot que encuentra Riko y que le salvó la vida a ella del ataque de una criatura del abismo. Parece que Reg también viene de ahí, aunque lamentablemente no recuerda nada anterior al encuentro con la protagonista. Tiene una fuerza increíble, una resistencia extraordinaria, además de que sus brazos son extensibles. Curiosamente me recuerda (el aspecto de su cara con el casco) a Midna, el personaje femenino de “Zelda: Twilight Princess”.

>Natt. Es otro chico del orfanato. Es muy amigo de ella, aunque por su comportamiento parece que la considera algo más. A pesar de su entereza mental, no lo es tanto a nivel físico y nota, con mucha facilidad, las consecuencias de la maldición de Abyss.

>Shiggy. Es otro amigo de Riko y Natt. Aunque secundario, tiene mucha importancia al ser el intelectual del orfanato, consigue documentación y sabe de información útil para el tránsito en Abyss.

>Jirno. Se encarga de instruir (y vigilar) a todos los niños del orfanato, sobre todo cuando se desplazan en los primeros tramos del foso.

>Belchero. Es la dueña del orfanato que mantiene a los chicos (además de enseñarles las características del foso). Su carácter no es muy afable, siendo bastante severa, tanto que los que se queden con las reliquias que escaven, serán colgados desnudos.

>Lyza. Es la madre de Riko. Oficialmente está desaparecida en el foso desde hace más de 10 años. Solo aparece en la serie cuando se la recuerda.

>Ozen, alias “la estática”. Esta silbato blanco fue la instructora de Lyza y ahora se mantiene en el campamento del segundo nivel de Abyss. Es bastante ruda y hasta violenta. También es bastante difícil de tratar, aunque a veces no. Es muy rara, aunque yo voto por una caracterización pobre de este personaje contradictorio, artificial y poco creíble.

>Marulk. Según algunas wikis, es un chico, pero no hay ninguna confirmación de esto en el anime, posiblemente sea en el manga. Digo esto porque semeja una chica en todos sus aspectos. Es ayudante de Ozen, ostentando el puesto de centinela, encargándose de vigilar los caminos al campamento. Físicamente me llegó a recordar un poco a Rem, de Re:Zero. El comportamiento de Marulk es amable, amistoso y muy femenino, por eso me choca que confirmen en las wikis que se trata de un chaval. Tiene una edad muy parecida a Riko y sus compañeros.

>Nanachi. Es la niña-conejo con la que se encontrarán en el abismo. Aunque al principio se comporta de una forma distante, acabará entablando amistad con los protagonistas, mostrándose como alguien fuerte, pero a la vez sensible por todas las vivencias que acumula en su memoria. Me recordó un poco a Emil, de Nier Automata, porque vive en una “cueva” con un jardín lleno de flores. Éste es, para mí, el personaje 
mejor gestionado en el anime.

>Mitty. Es una cosa amorfa y que, por más que alguno lo niegue, tiene cara de po**a. Vive con Nanachi y no hace nada más que arrastrarse, babear todo lo que se encuentra en su camino y dar puto asco.

>Bondrewd. No aparece mucho en el anime, pero queda claro desde el primer momento que es un villano de cuidado, un sádico que se dedica a experimentar con humanos sin importar lo que sufran. Es otro de los silbatos blancos.


-¡Cómo mola el 3D de 1990!-

La evolución no es muy notable, pero existe, a pesar de que, por momentos parezca lo contrario. Riko es quién más lo muestra, volviéndose un poco más madura si la comparamos con ella misma al inicio de la serie. No obstante, notamos que es insuficiente el tiempo de visualización para dictaminar más a favor o en contra.

Cambiando un poco de aires, dejamos la carencia de tiempo para un buen desarrollo argumental y me centro en otro punto a medias por algo extraño que detallaré más adelante. Es la hora del dibujo y la animación. Si pudiera resumir este apartado quedaría en “altibajos”. Es una serie con un gran detalle en personajes y en escenarios, aunque no tanto en paisajes panorámicos, aunque esto último 
es algo normal en la totalidad de series que solemos ver. Me ha encantado la variedad cromática y la definición de las criaturas y escenarios de Abyss. Verdaderamente me veía allí con los protagonistas, pero como un mero espectador, claro está. No son hiperrealistas, pero sí muy buenos en conseguir adentrarnos en la historia que nos cuentan. Sin embargo, existe un pero, un enorme PERO en forma de CGI (si es que se le puede llamar a eso de dicha forma). He visto juegos de SNES con mejor resolución. Todavía no comprendo cómo es posible que, a 2017, tengamos una animación por ordenador tan mala. A parte de esto, de forma ocasional, se olvidan de algunos detalles. La mayoría pasan desapercibidos, pero también es cierto que se cuelan algunos gazapos importantes, como heridas que son tan grandes como la mano que desaparecen sin dejar rastro. Aún así, se le perdonan, son tonterías al fin y al cabo.

Para terminar con esta sección os advierto de un aspecto que, si bien no es bueno ni malo, sí puede que os decante para ver el anime o no: el estilo de dibujo. Podría considerarse moe, pero hay situaciones desagradables, como el sangrado abundante, la amputación o los vómitos, que siguen el mismo patrón, por lo que resulta extraño que vomiten y que no salgan arcoíris o mariposas de ahí. De todas formas, talibanes del moe, se puede ver, todavía no me he muerto por ello.

La OST es posible que os llegue a encantar. Realmente tiene temas bastante buenos y encajan maravillosamente en un anime fantástico como éste. Lo que sí he notado ya para mal, me refiero al sonido ambiente, es que se nota muy de estudio, como si pegasen los sonidos en el vídeo sin efectos que los integren, como el eco. Sin embargo, la mezcla de audios sí está a un gran nivel, mitigando e incluso haciendo desaparecer este hándicap anteriormente mencionado.


-Nótese que lo ha dibujado dos veces para remarcar que le gusta el mango de la sartén-

El opening, titulado “Deep in Abyss” e interpretado por Miyu Tamita y Marisa Ise, es un tema muy marchoso con una base musical electrónica con un marcado piano. La canción es atractiva y acompaña muy bien a las animaciones de los dos protagonistas en las distintas zonas del pozo llamado Abyss. Ocasionalmente cuelan alguna imagen estática con un coloreado peculiar.

El ending, cuyo título es “Tabi no hidarite, Saihate no Migite”, también está cantado por las mismas chicas que en el tema de apertura, pero con la colaboración de Shiori Izawa, creando un tema musical ciertamente infantil por la entonación, la música y las voces de las cantantes. La animación es muy simple, con movimientos intermitentes (similares a alguna de las tarjetas de cumpleaños que se suelen regalar). Esta sencilla animación también describe el paso de los protagonistas por las distintas zonas de Abyss.


LA NOTA:

Llegamos al final de este análisis, sí, porque aquí "nos gusta terminar las cosas", eh, Kinema Citrus. En fin, una pena. Hubiese deseado tener un final para esta historia, pero nos han dejado colgados completamente hasta nueva orden. Mal rollo, porque llevo años esperando por un nuevo contenido animado en Black Bullet y no tiene visos de que eso cambie. Habrá quien opine que tiene momentos llenos de emoción y sentimiento. No lo pongo en duda, pero eso no me vale si la historia principal y muchas de las tramas secundarias quedan sin cerrar. No me vale a mí ni a cualquiera que, yendo al cine, se encuentre con una película incompleta. Esto es así. Si os gustan los sentimentalismos a medias, ¿qué tal un polvo sin orgasmo? ¿Os gustará? Pues eso. Made in Abyss se queda con la E.


-Yo me sé una historia de un agujero y un hamster-

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