Tsugumomo 2

AÑO 9



Esta semana continuamos con el ecchi raro con…


>Tsugumomo 2 (Zero-G, 2020, 12 CAPS)


Antes de nada ya quiero avisar que va a ver spoilers de la primera temporada. Así que, si no habéis leído el análisis, podéis leerlo si clicáis aquí.

Esta semana continuamos, tal y como había anunciado la semana pasada, con el análisis de la segunda parte de Tsugumomo. De aquella nos quedó claro que esa historia de acción tenía tintes de un ecchi poco habitual, donde servía como excusa a la hora de atormentar al chaval y no como disfrute y excusa para caldear el ambiente.

¿Lo habrán solucionado en esta ocasión?

Quién sabe. Lo que sí tengo ganas es ver si continuaron con el estilo de la parte final de esa primera temporada o si tenemos otra opción. A saber. Lo que de verdad importa (y espero) es que mejoren el ritmo en la gestión de la historia y de los géneros, sobre todo utilizándolos como es debido y no con inventos raros. Sí, sé que soy un pesao, pero es que cae de cajón que un ecchi tiene que provocar, dar una sensación de picaresca irreal, tener su toque de tensión (sexual) y de humor, preferentemente absurdo. Esto es así y nadie me va a hacer cambiar de opinión. Inventos que no cuajan, que provocan rechazo porque no encajan son la vía perfecta para enviar un proyecto a la basura. Suerte que cambiaron cerca del final en la primera temporada, porque si no esta semana tendríamos otra serie diferente.

En fin, que tampoco quiero alargar una introducción quejándome del poco sentido que tenían los frotis y las tetas de la temporada anterior o de la poca evolución en la trama general o de los personajes, cosa que ya mencioné la semana pasada. Así que, sin más dilación, os dejo con la…


>Sinopsis

Dejamos a nuestros protagonistas (y secundarios) con una gestión del maleficio en la región que iba a mejor. Ya no solo porque se reafirmaron como purificadores derrotando a Sunao y Kotetsu en aquel duelo, sino también con el consultorio sobre rumores y fenómenos extraños en el instituto. Incluso teníamos un puñado de cabos sueltos o recién creados para engancharnos a una nueva temporada, como que Kiriha entraba en la clase de Kazuya porque sí o la amenaza de la madre de Sunao con desheredarla si no se casaba con el protagonista, todo porque no podían tener un derrotado en la estirpe familiar y que, además, dirigiese el dojo.

-Condenado a muerte por kiki-

Ante estos antecedentes, la historia empieza como nos podríamos imaginar, resolviendo los líos de los amasogi, aunque con ciertas piezas que no encajarían en los puzzles habituales. Todo esto se va viendo capítulo a capítulo. De todas formas, tampoco es que vayamos a esperar mucho tiempo para entender qué hay detrás. Al final del primer episodio vemos que alumnos del mismo centro son los que están causando estas anomalías con la ayuda de alguna entidad sobrenatural.


>Guion y narrativa

Desde el primer capítulo vemos que en Zero-G han aprendido la lección y nos dan un producto mucho más pulido. El ecchi es ecchi, la acción es acción, el humor hace gracia y el romance da pie a mal entendidos. Estupendo, lo han entendido y lo han aplicado. Y de qué manera. El primer capítulo es un soplo de aire fresco. Remarco que, tras la primera temporada, empecé a ver la segunda, por lo que el cambio es mucho más destacable y agradable.

Vemos que la trama va evolucionando con los acontecimientos. Si bien, al principio, la historia relatada sigue un patrón de capítulos independientes, con un hilo conductor muy ligero, que se hace notar al final o al comienzo de los episodios; durante el resto de metraje, se centra en las tonterías de cada personaje, remarcando los clichés de cada uno y sorprendiéndonos con alguna salida de tono que, si no nos la esperábamos, sí que acaba teniendo cierta gracia, como el juicio por lujuria en el primer capítulo.

Obviamente, la trama general acaba enseñando la patita poco en cada episodio para terminar desarrollándose en la segunda mitad de esta temporada, ocupando por completo el metraje. En ella veremos las motivaciones del bando "enemigo", conoceremos sus historias y cómo han acabado así.

La acción se intercala de manera adecuada. Sin saturar o utilizar los combates como relleno. Solo los justos y necesarios, además del tiempo de los mismos. Los combates son emocionantes, no lo voy a negar. Están bien planteados y siguen la lógica que han marcado dentro de la historia. Parece mentira que diga esto, algo obvio, pero no es la primera vez que nos encontramos con una serie que se pasa por el forro sus normas, saltándose la lógica que han mostrado.

-Acudid en ayuda de la chavala, que necesita que le unten crema en las cachas-

El ecchi está bien, muy bien. Y aquí la versión "sin censura" es eso, algo que no tiene ni luces, ni vapores ni parches que tapan. Aquí sí que se puede ver claramente más "contenido" (vamos a nombrarlo así), pero no nos lo pondrán en la cara. Se verán pezones, algo que no pasaba en la primera temporada, pero son disimulados y no serán el centro de atención, sino que este papel lo tienen las salvajadas picaronas de los personajes.

De eso quería hablar. En esta ocasión, Kiriha ya no es niña, sino adolescente. Las escenas ya tienen su morbo. Como es normal, no vamos a tener un sinsentido con crías de primaria. No, el sinsentido lo tendremos con la única "cría" de la serie: Kukuri. Esto pasa sobre todo en la parte final. Vale que es una diosa con miles de años de edad, pero eso no quita que, si tiene el cuerpo de una niña de 6 años, no quiera frotarse cuerpo contra cuerpo con el protagonista. Podrían haberlo enfocado de una manera diferente. Algo más como un amor romántico e "inocente" como cualquier niña en esa edad, como cuando en la primera temporada se imaginaba casada con Kazuya, nada más. Pero no, tienen que cumplir el cliché japonés de la pedofilia, porque si no revientan.

Parece que estoy dando vueltas y evito profundizar mucho en el desarrollo de la historia. Mentiría si dijese que no, pero no quiero desvelar nada a mayores para que las sorpresas lleguen a quien todavía no haya visto esta segunda temporada, aunque sí la primera. Verdaderamente, merece la pena verse sorprendido en esta nueva temporada, de verdad os lo digo. Ha ganado enteros, siendo casi
 una serie diferente. Mucho mejor, la verdad.

Sin embargo, por más que me duela, está afectada por la peste de estos años. Una peste más que remarcada por un final claramente cortante. La historia en los dos últimos capítulos da un vuelco a lo que hemos visto hasta el momento. Un hecho sumamente crucial, que es consecuencia de todo lo que hasta el momento ha sucedido y, llegados al final, ¡boom! ahí llega el ending. Y ahora digiérelo, con dos cojones. Mientras escribo, no hay noticias de una tercera temporada. Es muy probable que me la apunte y vaya con los dientes por delante si se presenta. No obstante, hay que ser objetivo con lo que tenemos entre manos. Se trata de una historia inconclusa, cosa que, si sois asiduos al blog, sabréis cómo va a terminar.

De todas formas, las sensaciones generales son muy buenas y recomiendo encarecidamente que la veáis, pasando por el "mal" trago de ver la primera temporada. Aun así, merece la pena, de verdad os lo digo. Y eso sin tener en cuenta los fails o zascas que nos encontramos en la narrativa. Cosas que, si bien las podemos ignorar, están ahí. Como que, por ejemplo, Sunao comience a sentir algo por Kazuya y cuando lo ve "retozando" con Kiriha no sienta celos. Que Azami sienta vergüenza cuando piensa en Kazuya, cuando quiere acabar con su vida, aunque luego pide que no le maten y después cambia de opinión. Luego hay cambios de parecer respecto a ciertos personajes y su plan de obtener cierta piedra. Que si ahora necesitan matarla para sobrevivir, luego en el momento que las cosas parecen que se ponen de su lado, no siguen ese plan y se oponen.

-Dad las gracias que no esté en pelotas a punto de frotarse con el protagonista-

>Personajes

Si en la primera temporada no encontré información acerca de esos espíritus es porque soy un puto anormal e intenté buscar el término incorrecto. El adecuado es tsukumogami (ni tsugumomo ni amasogi). Según la mitología japonesa, los tsukumogami son espíritus de utensilios ordinarios que, pasados 100 años, han cobrado vida. En el anime especifican que se trata de artículos que han cobrado vida por deseo de su dueño, sin importar la edad que tenga.

Quitando este detalle, nos zambullimos en cómo han gestionado los personajes en esta segunda temporada. Anteriormente, los personajes se utilizaban para hacer avanzar la historia, parecía que no tenían vida propia. En esta segunda etapa, han conseguido insuflársela para que sean ellos mismos los que hagan las cafradas, los que muevan las tramas, los que lloren y nos hagan reír, en definitiva, los que nos emocionen. Y eso que no han cambiado mucho, solo lo necesario para que no dependan de un guion y sean independientes.

Además, tenemos algo que a penas en la primera temporada: recuerdos pasados. Sí, parece mentira que una tontería como esta sea la que ofrezca mayor credibilidad a los personajes gracias a un realismo (dentro de la lógica de una serie de acción y fantasía) más tangible.

De todas formas, como ya comenté en el apartado anterior, existen incongruencias que no tienen mucha lógica con lo que vemos o sentimos. Son puntuales, sí, pero rascan un poco. Están ahí, las notaremos, pero será cosa nuestra dejarlas pasar o clavarles la daga de Damocles que hace sombras sobre sus cabezas.

Tampoco me quiero enrollar mucho más con esa sección. Podría hablar un poco de cada uno de los personajes, incluidos los de la temporada pasada, pero prefiero aplicar el mismo método que en otras ocasiones, cuando me tocaban segundas o terceras temporadas: mencionar a los nuevos.

>Bakura. Este personaje salía en la temporada inicial y no lo mencioné. He de admitirlo que "se me olvidó" porque tenía un papel muy pequeño, algo descartable. En cambio, en esta ocasión, la tendremos más tiempo, dando un mayor protagonismo a esta deidad para ayudar a los protagonistas ante los retos que se avecinan.

>Mimane Miyou. Decir que está como una cabra es quedarse corto. Es el ejemplo perfecto de inconsciente. La cabeza la tiene de adorno y no le pagan por pensar. Ella actúa por instinto, aunque no sé si llega a ronronear si se le acaricia la nuca o la espalda. Tampoco es que me importe.

-Al pilón, muchacho-

>Arumi Ashimine. Respetuosa y callada. No suele ser beligerante, a menos que haya alguna perversión por medio, por la cual primero se sonroja y luego aporrea.

>Akito Ashimine. Es el hermano por juramento de Arumi. ¿Qué narices es un hermano por juramento? Podéis cambiar ese término por conveniencia. Sí, puede sonar mal, pero cuando tienen consciencia de sí mismos el mismo día, uno junto al otro, pues no queda otra que hermanarse para poder sobrevivir.

>Kyouka. La flautista. Ojito con ella, que tiene un poder increíble para la tontería que soplar por un tubo agujereado. Si no me creéis, recordad las clases de flauta "dulce" en el instituto. Aquello ponían los pelos de punta, pero por los estridentes ruidos que oían a kilómetros.

>Azami. Si al principio pensábamos que era una joven que estaba en primaria antes de entrar al instituto, acabamos viendo que son dos gemelas. Le tienen ganas a Kazuya, aunque durante la serie piden que no se le haga daño. No lo entiendo, si quieren matarlo, ¿por qué no quieren que acaben con su vida? ¿Es que quieren matarlo a polvos?


>Animación

El apartado que más ha mejorado es, sin lugar a dudas, el de la animación. No se entiende otra posibilidad. Ver el capítulo final de la primera temporada y, justo después, ver el primer capítulo de la segunda es como tener las gafas llenas de mugre y limpiarlas después, pudiendo percibir detalles que antes eran imposible gracias a un kilo de mierda pegado al vidrio.

Dejando atrás mis tonterías de siempre, el detalle ahora es mucho mayor, no solo en los escenarios, sino también en los personajes. Los movimientos y las magias en los combates han ganado enteros y son más detalladas y emocionantes. Vale que no están dentro del top de la industria, pero el esfuerzo que han dedicado ha merecido la pena.

Como dije en el apartado del guion, la versión que analicé es la que no tiene censura. Desconozco cómo será esa edición emitida en abierto en TV, con luces o parches sobre los cuerpos de los personajes. En la que no tiene censura, se ven pezoncillos (ah, ¡degenerado!) pero nada más. Solo tiene un poco más de detalle esas escenas ecchi, pero nada fuera de lo habitual que nos ofrecieron en la anterior temporada.

-Kanayama no se quiere perder un detalle-


>Sonido

El sonido es otro apartado que ha ganado con el paso de los años. Ahora es mucho más nítido, más rico en detalles, aunque seguimos teniendo un fondo algo más vacío de lo normal si lo comparamos con otros animes. Pero claro, la pela es la pela y no todos los estudios pueden desembolsar una cantidad insultante para hacer una serie de acción y perversión. Mejor así que escuchar como Kiriha le zurra la sardina al protagonista.

Como apertura tenemos a AŌP cantando Kaze Fukeba Tsukiyo no Hate ni. Quizás a mi excelentísimo compañero del alma en el blog, Jorge García, le suene de, por ejemplo, Cutie Honey Universe, aunque también han colaborado con otras series cuyos nombres creo que no conoce ni recristo. Para el cierre tenemos a Haruka Toujou con el tema Haru, Kanade. Esta cantante también colaboró en otros animes de nombres muy desconocidos como NTR: Netsuzou Trap.


LA NOTA:

Pues ya hemos tenido dosis de Tsugumomo para una buena temporada, por lo menos hasta que volvamos a saber algo más de ellos. Mientras escribo estas líneas, no hay datos de una tercera, aunque el manga sigue en activo. Desde el 2007 está ahí y no tiene visos de terminar. Hay que joderse, se va a alargar más Aa! Megamisama.

De todas formas, como ya sabréis los más asiduos a este blog, aquí no analizamos el manga a menos que lo hayamos tocado anteriormente, como es mi caso con Love Hina. Del resto, nada. En algunos casos como Domestic na kanojo empecé a leerlo tras terminar el anime, pero lo dejé al poco porque… videojuegos. Es lo que hay, el vicio es el vicio.

Ya os podéis hacer una idea de lo que voy a mencionar a partir de este momento. Ya no solo por el resumen de lo que escribí, sino por el detalle del final abierto. Me da rabia, me estoy mordiendo los dedos de la impotencia, pero es lo que hay. Si superé ese corte con Kimetsu no Yaiba puedo superar cualquier cosa. Estaré atento a próximas emisiones, pero eso no quita que la nota de ahora alcance una E cuando la calidad es mucho mayor. Aunque ya sabréis de sobra que si la historia es inconclusa, conmigo no obtienen más.

Nos hemos quedado con las ganas y no hay más rabia que eso. A pesar de la mejora en el guion y en el tratamiento de los personajes. La historia es adictiva, a pesar de estar enfocada a un público adolescente. Como dije antes, me da rabia. Técnicamente es una pasada y a pesar de las limitaciones de Zero-G han sabido estar a un buen nivel. A ver con qué sorprenden en la próxima temporada, si es que la emiten.

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