One Punch-Man

AÑO 3





Esta semana tiraremos las historias de Superman, Batman, Ironman, los Avenger, Capitán América, X-Men y demás santidad de héroes a la basura porque viene…

> One Punch-Man (Madhouse, 2015, 12 CAPS)

Con tanto bombo que le dan a algunas historias, uno acaba cayendo en ellas, sobre todo si ve por internet que el bombardeo es tan continuo y masivo, por lo que al final uno termina asomándose a ver qué pasa por ahí. Normalmente el resultado suele ser nefasto, tanto que estoy tan escaldado que no tengo ni piel de todas las veces que se me ha caído. En fin, que de tanta defraudación ya no tengo esperanzas en la humanidad y menos en el mundo animero japonés.

Sin embargo, también es cierto que nos podemos encontrar joyas “anónimas” como Zankyou no Terror o joya si tuvo tanto bombo en los portales de animación como la tuvo ésta. Pero antes de sacar conclusiones precipitadas, mejor ir pasito a pasito, no vayamos a atropellar a alguien.

La última vez que toqué un anime de Madhouse acabé viendo colorines por doquier con No Game, No Life y su final de bofetón en la cara, que por cierto todavía estoy esperando esa segunda temporada para sacar punta a mi estaca y empalar a alguien. La anterior a ésta, fue la chica de la pala y su lógica aplastante con otro gran sabor de boca en Kamisama no Inai Nichiyoubi. Como veis, fueron buenas formas de relacionarse con Madhouse.

No obstante, acabé rindiéndome ante tal presión con One Punch-Man cuando los compañeros de trabajo que la vieron me recomendaron su visionado, pero no solo me lo indicaron una vez, sino en repetidas ocasiones y con repetir me refiero a las recomendaciones. Y es por eso que me lancé temeroso a la piscina. Si bien es cierto que al principio noté que el agua estaba fría, eso sólo fue una falsa sensación causada por mis malas experiencias. ¿Cómo estaba realmente el agua? A continuación lo sabréis, no sin antes pasar por la sinopsis.
-Piccolo tras cambiar las antenas a la TDT-

One Punch-Man cuenta la historia de Saitama, un japonés que ha perdido la esperanza ante la vida y que encuentra un bálsamo (si a esa frustración se le puede llamar eso) en ejercer de héroe como hobby, pero no héroe en plan “me pongo algo en la cara y salgo a la calle”, sino héroe al estilo DC, con su traje, su capa y a repartir mamporros. Bueno, más bien un mamporro, porque nuestro protagonista es tan exageradamente fuerte que con un único puñetazo desintegra a sus oponentes. Como ya escribí más arriba, esto le causa una gran frustración por no encontrar a nadie a su altura. Hasta que un día aparece un héroe desconocido que decide ser su discípulo tras verlo luchar. Es a partir de ese momento en el que la vida de nuestro Saitama cambia por completo.

La sinopsis no ayuda mucho, ya que habrá numerosas series de lucha que tengan un argumento inicial parecido (salvando lo de reventar con un golpe), sin embargo ésta se diferencia en un aspecto fundamental: es muy bruta y tiene un trasfondo absurdo, pero la base de este anime es clara: humor y acción, como en Takeshi’s Castle, manteniéndose este mejunje hasta el último minuto de la temporada. Además, debéis tomarla por lo que es y no intentar buscar puntos serios en la serie (me refiero al argumento), ya que esto os confundirá y no la apreciaréis en todo su esplendor.

El guión desde luego no tiene una gran profundidad ni intenta ser serio como ya os dije antes. Sólo es sencillo, con cierta complejidad, pero no esperéis algo de Óscar. Cumple su función muy bien para el ambiente en el que está adaptado. Esto os lo digo completamente en serio, yo, el busca cosquillas, el que le pone pegas a todo, el crítico insatisfecho. Pues ya lo veis, aquí sin mucha perfección han conseguido que el guión pase a ser ese concepto invisible al no haber pegas en su funcionamiento respecto al tratamiento de la historia.

No me olvido de un punto fundamental que acompaña al guión de toda historia, dicho punto es el tratamiento de los personajes. Casan a la perfección con la historia que se cuenta. Son desenfadados, dan agilidad a este sencillo guión y lo mejor de todo son las absurdeces respecto a los enemigos: todo clichés para reírnos de ellos. Para mí el mejor fue el del hombre cangrejo (no, el de “Me llamo Earl” no) vestido únicamente con los calzoncillos y enseñando pierna por las calles de Ciudad Z. Que esa es otra, no hay ninguna ciudad real en el anime, ni siquiera el mapa o los continentes son los reales, sino que me recuerda ligeramente a los súper-continentes, como pueden ser Pangea, Gondwana o Laurasia, por poner tres ejemplos. Lo único que existe en común con nuestra realidad es, aparte de existir humanos (y su tecnología, conocimientos…) es el nombre del planeta y que tiene un satélite natural. A partir de ahí, todo imaginación, como con los personajes. A continuación os los describo:
-El brilli-brilli nunca pasa de moda-

> Saitama. Es el absoluto protagonista de esta historia. Sus habilidades físicas sobrepasan todo lo inimaginable, pero sus capacidades mentales no están tan a la altura. Es despistado y a veces no se da cuenta de lo que realmente pasa a su alrededor.

> Genos. Es un cyborg cuyos poderes se basan en la fuerza de ataques físicos y en ataques de fuego cuya potencia incinera lo que tiene a su alcance. Tras ser salvado por Saitama, Genos decide ser su discípulo. Aunque no es tan fuerte como él, Genos posee un gran conocimiento y no es tan alelado, pero cree que su mentor es un gran maestro cuando no es así. De todas formas, Genos siempre seguirá la pauta de su maestro.

A mayores tenemos otros personajes, claramente secundarios o incluso figurantes con muy pocas palabras. También algún enemigo que nos sacará alguna sonrisa de lo ridículo que es, pero en esto se basa la serie. Además, tampoco quiero adelantaros mucha más información para no desvelar detalles que, aunque no son de vital importancia, mitigarían el ambiente que consigue la serie. Los dos más destacables para mí me recuerdan de sobre manera a escenas o momentos de una de las series de mi infancia: Dragon Ball Z (en el blog sólo se analizó la versión GT).

Siguiendo con las curiosidades vemos que hay metraje extra tras el ending de muchos de los episodios exceptuando en el 8, 10 y 11. También es bueno puntualizar que en el capítulo 12 (el episodio final) no tiene opening ni música de opening integrada al principio y que el ending es diferente. Con el título “Kamashimi tachi wo Dakishimete” se pone fin a la temporada. A decir verdad, existe algo de metraje tras este ending de música melódica suave. No se trata de metraje para dejar en tensión y con incógnitas acerca de una segunda temporada, sino todo lo contrario, de una continuación de la pauta de esta serie.

Continuando con las menciones a los opening y ending decir que los dos ending en esta serie están interpretados por Hiroko Moriguchi y tienen un ritmo similar, en este cierre con ritmos melódicos que desconectan de la parte del capítulo, con una OST rockera y muy metálica, de las que me gustan. No obstante, la calidad no está muy allá. Hay algún tema destacable, pero ninguno que llegue a enamorar del todo. Esto llega a suceder con una canción, concretamente la apertura interpretada por JAM, cuyo título es “The Hero!! ~Ikaeru Ken Ni Honou o Tsukeru~” y que imprime energía llegando a su estribillo. A continuación os dejo esta misma apertura con la recomendación de que NO veáis el videoclip oficial, porque huele a playback lamentable.
Terminamos en esta ocasión con el dibujo y animaciones traídas de la mano de Madhouse. No será nada del otro mundo, ni tampoco llegará a niveles tan fantásticos como en Psycho-Pass o en Fate/Stay Night: Unlimited Blade Works. Aun así, el detalle que más me gustó fue la caracterización de los personajes, que ayudan a integrar la personalidad que le da el guión. De todas formas, tendremos momentos de garabateo como ocurría en series de “humor” (esto lo pongo así por los distintos tipos de gracias) como son Space Dandy o Kill la Kill.


LA NOTA:

Desde luego toda una sorpresa para mí, que me esperaba una basurilla para enterrarla y no volver a hablar de ella, pero me quedé con ganas de más. A ver qué nos depara Madhouse en posteriores entregas, si es que las llega a crear, por lo que tendremos que conformarnos con lo que tenemos, que es bueno. No os arrepentiréis de verla, eso seguro, la calidad global es excelente y por eso la dejamos con la B y un brillante sello de recomendable para que no dudéis de su valía.

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